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miércoles, 21 de marzo de 2012

Lo grande y lo pequeño


Taller de Lectura y Redacción II
Maribel Díaz Garza
El tamaño que tienen las cosas es relativo al tuyo. Te lo explico con un ejemplo, si tú mides treinta centímetros las cosas o personas que miden un metro son grandes, pero si mides un metro con sesenta centímetros lo que mide un metro hasta es pequeño. Nosotros los seres humanos estamos obsesionados con medir todo, el tiempo, la longitud, volumen, y altura. Por eso decimos que algo es pequeño o es grande.
No sé si te has dado cuenta pero últimamente en la tecnología entre más pequeño mejor. Las funciones que realiza una computadora ya lo puedes hacer en la palma de tu mano, y hasta es más completo que una computadora. También entre más pequeño más caro, bueno eso si te refieres a cosas como celulares, computadoras y mp3, porque en las televisiones entre más grandes y planas cuestan más. Los perros pequeños son los más caros como el “Pomerania” que los usan más que nada de adorno. Los humanos ya han alterado la genética de los chihuahuas y hay algunos que son del alto de una taza, pero tienen complicaciones en las patas, así que ni siquiera sirven para caminar ni jugar con ellos, terminan siendo una estatuilla que va adentro de las bolsas.
No sé si sepas ha donde quiero llegar, pero a lo que me refiero es a que nos estamos volviendo muy extremos, todo lo queremos hacer más grande o más pequeño y esto se refleja en lo que sea: ropa, zapatos, comida, por mencionar pocas. Los vegetales ya no queremos que sean en su forma natural, ahora le agregan hormonas que los hacen enormes a comparación con los de antes, también deshidratan los tomates y se vuelven cosas pequeñitas que cambian el sabor. La apariencia influye mucho para nosotros. Si ves una naranja grande, de una color anaranjado brillante y sin manchas, a poco no la prefieres a una normal con pequeñas manchas superficiales en la cascara, pero por alguna extraña razón no te agrada.
Usamos faldas pequeñas, bolsas pequeñas, celulares pequeños, y hasta perros pequeños. Compramos casas grandes, televisiones grandes, camas grandes, comedores grandes, muebles grandes. Comemos platos pequeños y finos, o platos enormes y llenos de comida. Los videojuegos son “casetes” pequeños que se meten en un aparato pequeño. Lo triste es que muchas veces de esto depende nuestra felicidad, en tener lo más pequeño, lo más nuevo, y si no lo tienes no eres feliz. Lo curioso es que las personas que no necesitan tanto espacio compran casas enormes donde una familia de diez podría vivir bien, y este tipo de familias viven en algo que es menos de una cuarta parte de la casa de los otros. Todo debería de ser proporcional al espacio que ocupas no tanto al dinero que ganas. No digo que las personas flojas que no trabajan deberían de tener más espacio, pero las que tienen dinero no deberían de exagerar, no comprar casas de cinco millones si con una de un millón y medio está bien.
Al decir grande no estás diciendo ninguna cantidad en específico, hay un gran rango que cubre lo grande. Pero... ¿por qué no puedes decir que una moneda de cinco pesos es grande? Porque tenemos establecido que grande es algo que es más grande que lo normal, todo depende de nuestra vista y del punto en donde estemos situados viendo. Como te decía antes cuando mides poco ves todo enorme.
Tengo recuerdos de regalos de navidad donde los juguetes eran gigantes. Una vez nos regalaron un tubo de lego y según yo media como dos metros, hace poco vi uno de esos y solo mide como un metro diez, o en mis tiempos eran más grandes o siempre han sido del mismo tamaño. Creo que me voy con la segunda, porque también veía muy altos a los de prepa, de repente me encuentro a uno que otro, de los que estaban en prepa o en secundaria cuando yo estaba en primaria, y me di cuenta que estamos del mismo tamaño.
Otro ejemplo de cómo cambia tu percepción dependiendo de tu tamaño y ubicación es el universo. Nosotros vivimos en la Tierra, el tercer planeta en distancia al Sol. Desde donde estamos las estrellas son cosas pequeñísimas, bolas de gas que se queman a millones y millones de kilómetros de nosotros. Te aseguro que si vieras una frente a ti te darías cuenta de lo enormes que son. El universo es tan grande, está compuesto de muchas galaxias y la de nosotros es la más pequeña. Creo que no tenemos una idea de lo enorme que es.
La mejor forma de hacerte reflexionar es por medio de preguntas. Pueden ser de lo más simple y de ahí sacas una hipótesis, a nosotros nos hicieron reflexionar con la pregunta de si creemos que se pueda hacer una réplica exacta del Sistema Solar en una hoja tamaño carta u oficio. No me acuerdo donde yo había oído que las laminas que compras del sistema solar a escala están mal, debido a que las distancias entre los planetas son muy grandes, sobre todo a partir de Júpiter. Nos pusieron un ejemplo centrado en San Luis Potosí, y Neptuno y Plutón ya quedaban afuera de México. Eso te da una idea de cuán grande es la Vía Láctea y si te agregan que es la parte más pequeña del universo te hace sentir un miedo, no miedo de terror, sino miedo a lo desconocido.
Mi ejemplo estuvo ubicado en Europa, en Rusia y su alrededor para ser exactos. Para esto tuvimos que utilizar una escala, porque obviamente no se puede con las distancias reales. Mi escala fue de 1000 km: 1 metro. Se me hizo que era la ideal luego de probar con otras tres. Era a la que se le ajustaba mejor el mapa. El Sol en este caso fue Moscú, la escogí porque me gustaría visitarlo algún día. Los primeros tres planetas pareciera que tienen la misma distancia uno de otro, pero ya en Marte se nota un poco la diferencia y en Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón ni se diga. Cada vez la distancia es mayor.
Un día que no había nada que ver en la televisión, cambiando canales, nos encontramos con un programa acerca del universo en Natgeo o en Discovery, no me acuerdo muy bien. El punto es que hablaron de porqué era tan importante la distancia que había entre los planetas. Hablaron sobre que Júpiter, por ser tan grande, podría atraer a otros planetas, y que si hubiera otro planeta del mismo tamaño que él podría ocasionar una gran choque. Decían que era muy importante que Urano y Neptuno estuvieran tan lejos de Júpiter, porque debido al tamaño de los tres su fuerza de atracción es mayor a la de la Tierra, Marte, Mercurio y Venus, por esto la distancia entre los planetas mencionados primero es mucho mayor a la de los mencionados en segundo lugar. También mencionaron que según su teoría la distancia de Urano y Neptuno del Sol, no era tan grande, pero debido al movimiento de translación y a su tamaño las orbitas de los planetas fueron cambiando hasta que llegaron a ese lugar. Que increíbles son las coincidencias y gracias a ellas estamos aquí, algunos las llamaran de otras formas, pero de lo único que estamos seguros es que de no ser por estas condiciones no estaríamos aquí.
Tomando en cuenta todo lo que vimos del universo te das cuenta que lo grande es infinito y con tus conocimientos acerca de átomos, lo pequeño también. Así que no pienso que podría haber un ser mediano, porque para saber la mitad debemos tener las dos cantidades (la pequeña y la grande) definidas.
Es tanto lo que no conocemos.

Las medidas son engañosas


Taller de Lectura y Redacción II
José Armando Salcedo
El humano tiende a convertir los conocimientos nuevos en formas cuantitativas, de ahí que tengamos unidades para medir una inmensidad de cosas, como el volumen, la carga eléctrica, la cantidad de materia en un determinado cuerpo, el tiempo, entre otras cosas.
Al tener las cosas medidas, obtenemos gran control y un fácil manejo de ellas. Sin ese control, no podríamos avanzar en el área de conocimiento.
Pongamos como ejemplo al tiempo. Esta medida es definida por la RAE como una “magnitud física que permite ordenar la secuencia de los sucesos, estableciendo un pasado, un presente y un futuro.” Muchos campos científicos tienen una fuerte relación con esta medida. La historia no sería nada sin ella. Es crucial para el análisis de las reacciones químicas. Es lo que mantiene veloz a un doctor al realizar un trasplante de corazón, y lo que nos obliga a correr para llegar puntuales a nuestros salones. Recientemente, la precisión del cronometraje en la velocidad de los neutrinos ha causado revuelo en los grupos de ciencia. Hay cientos de unidades de medida y varios aparatos que giran en torno a esta mesura.
Pero, ¿qué sucede cuando las medidas nos ciegan ante lo que es medido?
Sé que parece un poco irónica la pregunta, porque no puede ser posible que una forma de calcular, que no es ni siquiera tangible, nos evite ver aquello que es calculado. Me explicaré.
Cuando me apresuro para llegar a tiempo a mi clase, uso el tiempo futuro como una referencia que me indica debo estar presente en determinado lugar antes de un momento específico. También, imagino cómo hubiera cambiado la situación actual de haberme levantado más temprano. En ese momento, checo momentos que ya ocurrieron, verifico el tiempo pasado. Mientras corro hacia mi salón, me aproximo al futuro, que es estar en el salón, y me distancio del pasado, que ocurrió metros atrás, cuando comencé a correr. El tiempo presente es el más corto de los tres tiempos, ya que así como llega, se va. Así, podemos ver que el tiempo fue, es y será efímero, es decir, pasajero. Pero, díganme, quién realmente analiza los momentos que acaban de vivir, de una forma meticulosa como la anterior. Yo tampoco lo hago. Tal vez, cuando nos encontremos aburridos. Pero para eso está el tiempo, nos evita este tipo de análisis temporal. Nos facilita la vida.
Es así como las medidas nos permiten pensar de manera distinta, de tener diferentes percepciones. Por ejemplo, si nos dicen que la construcción de un edificio llevó un lustro, y que otro tomó solo un año, puedes pensar que el primero sería el mejor. Pero no tomas en cuenta los recursos usados en la construcción, la cantidad de obreros laborando y las ganas que le echaron. El simple hecho de que una medida de tiempo sea mayor que otra, solo demuestra eso, más momentos en uno que en otro. Hay veces en que eso nos puede cegar, y pensemos que ocurrió algo mejor donde se muestre una mayor cantidad de medida, como los años.
Esto no solo sucede con el tiempo. Lo pequeño suele ser ignorado, y lo grande, subestimado.
Tenemos, por ejemplo, a nuestro Sistema Solar. Un sistema planetario que, como su nombre lo infiere, tiene como centro al Sol. Alrededor de él, ocho planetas siguen su órbita sin descanso.
De hecho, nuestro Sistema Solar no es más que una parte de la Vía Láctea, una de las millones de galaxias que flotan en los confines del Universo.
Nuestro planeta Tierra es uno de los más de 100,000 millones de planetas que hay en la galaxia. Y recalco, sólo en nuestra galaxia.
Las distancias que hay entre los objetos estelares son asombrosas, tanto así que debemos recurrir a medidas mucho más grandes que un kilómetro. Por ejemplo, la Luna está a 1.3 segundos-luz de la Tierra. Puede que esta medida no nos impacte, pero si la convertimos a kilómetros, obtenemos que la distancia entre ambos cuerpos es de aproximadamente 384 mil km. El tamaño del número puede cambiar nuestra percepción de los objetos.
Así, cuando confinamos al Sistema Solar en una hoja tamaño carta, no vemos lo descomunal que puede ser, porque lo subestimamos. No digo que esté mal reproducirlo en una hoja, pero no nos permite ver su tamaño real.
Si damos una hojeada a la historia del mundo, nos percatamos que fue hacia finales del siglo XVII cuando surgió la novedad de observar el cielo a través de telescopios. La tecnología ha avanzado mucho desde entonces, y la imagen más lejana que hemos obtenido se encuentra a más de 13,000 millones de años-luz; aún nos queda mucho Universo por explorar.
Lo curioso es que también en la época anteriormente mencionada surgió la novedad de usar microscopios. Con ellos, navegamos en los confines de otro universo, el diminuto. Así como el territorio astral es inmenso, el mundo microscópico es infinito.
Podemos tomar como ejemplo a una hoja de árbol. A simple vista no veremos el pequeño mundo dentro de ella. Pero si nos acercamos poco a poco, todo cambia.
Debe de estar compuesta por miles de células vegetales. Estas, a su vez, portan organelos, que se asemejan a los órganos vitales que tenemos en nuestro cuerpo. Podemos nombrar uno de ellos, como la mitocondria. Si nos acercamos más, notaremos cómo los cromosomas se unen tejiendo una columna de información genética, es decir, el ADN. Podemos asomarnos aún más, y nos toparíamos con una nube difusa, característica obtenida gracias a la velocidad con la que se mueven millones de electrones alrededor de átomos. Si nos metemos más adentro, las partes de los átomos no tardarían en manifestarse, como los protones y el núcleo. No será sorpresa si vemos volando algunos muones o tauones. Si realizamos un último acercamiento, los quarks se harán escuchar, los cuales son la más mínima expresión de partículas elementales.
Nos detuvimos en quarks porque ya no hay información que me permita adentrarme más, pero no dudo que en el futuro, más términos minúsculos sean descubiertos.
Me atrevo a comparar a nuestro Sistema Solar con la Tierra en su totalidad. Si los electrones fueran estrellas, puede que los humanos y los animales sean cuerpos celestes, como planetas o asteroides. Yo sería un planeta, y mi perro un satélite.
Así, podemos ver que la forma en que etiquetamos las dimensiones puede cegarnos. Si no me creen, vean la película de “Horton y El Mundo de los Quién”, donde a todos, excepto a Horton, les parece impensable que pueda haber una gran civilización en una insignificante “partícula”.
¿Quién dice que no puede haber vida de tan pequeñas proporciones? Tal vez, como tendemos a ver lo que nos rodea con un toque antropomórfico, solo pensamos que, de existir vida, no será pequeña, sino parecida o mejor que el humano, y proveniente del espacio.
Así, quiero concluir esta reflexión diciendo que las medidas, en especial el tamaño, es algo relativo. No determina todo lo que podemos ver, por el contrario, es superficial y para fines prácticos.

martes, 20 de marzo de 2012

20 preguntas 20 /Etimologías II

Interrogaciones
Escriban en latín 20 preguntas con sus respuestas en el cuaderno.
Utilicen nombres de la región.

Entrega:
Miércoles 21 de marzo

Mientras nos aventurábamos en el patio supimos de lo grande y lo pequeño

Taller de lectura y redacción II
Énder Velarde
En kínder a mis compañeros y a mí nos dijeron que no matáramos a las hormigas que perseguíamos en los recreos.
Nosotros nos preguntamos porqué no habríamos de hacerlo.
Era una travesura cotidiana derramar jugo en los hormigueros, o jugar al gigante que los destruía, sobre todo cuando el calor era muy intenso.
Las hormigas aparecían enormes y las considerábamos como un rival digno de enfrentarse en batallas que no duraban mucho más que el recreo.
Por esos días, no nos percatábamos de sus dimensiones verdaderas. Tampoco nos importaban las familias de las hormigas sometidas a nuestro andar de gigantes.
La percepción de las cosas cambia con la edad.
No las perseguíamos, porque representaran peligro alguno, muchas de nuestras víctimas ni siquiera picaban; las perseguíamos sólo por jugar y porque eran pequeñas. Además no solían tener defensores o simpatizantes.
En aquellos días las maestras del kínder se veían altas y grandes, de tal forma que les calculábamos una edad mucho más avanzada que la que en verdad tenían.
En segundo semestre de preparatoria, nos encontramos con alguna de esas maestras y al saludarla no era tan alta ni contaba demasiados años. Uno en preparatoria se siente casi adulto y ya no recuerda a las que una vez lo cargaron, peinaron, vistieron o alimentaron.
Ella cambiaba mis pañales y tenía dieciocho años cuando era mi maestra.
¿En dónde quedó lo grande y lo pequeño?

El patio de la escuela en donde nacieron superhéroes y murieron algunas princesas era enorme.
El patio donde se contaron infinidad de cuentos imposibles en verdad cabía en pocos metros cuadrados, porque la verdad es que el patio no era muy grande, pero nosotros éramos más pequeños. No tanto como una hormiga, pero los mangos de la casa vecina también parecían inalcanzables.
Hablo del mismo patio donde corrimos como locos, porque nos faltaba poco para estarlo.
Hablo del patio donde cabían nuestros sueños y sobraba espacio para emprender algún viaje sideral y almacenar una que otra estrella detrás de la tiendita.
Nuestra percepción ha cambiado mucho desde el kínder. Me baso en ello para decir que lo grande es pequeño dependiendo del contexto en que se ubique.
También es subjetivo comparar al escritor popular y al escritor culto, o al buen y el mal actor. Cualquier acción del hombre es considerada pecado o milagro.
No digo que la comparación sea ineficiente. Gracias a ella podemos sentirnos grandes y fuertes, o muy humanos, o bonitos.
Lo malo se presenta cuando las personas son incapaces de entender el verdadero tamaño de la Tierra. Somos pequeños y no nos pertenece; nosotros deberíamos presentar humildad ante la Tierra, aunque a veces nos parezca sólo un montón de regalos que podemos gastar sin remordimientos.
Nos sentimos grandes, porque somos miles de millones de habitantes, pero no es un hecho merecedor de algún premio.
Recuerdo un corto pero acertado pensamiento que contó un compañero del curso que tomé de Preceptiva Literaria.
Barack Obama es el presidente de los Estados Unidos. En América, ¿quién es Barack Obama? En Europa, ¿quién es Barack Obama? En el mundo, ¿quién es quién? No puedo precisarlo.
¿Es siempre necesario comparar y establecer relaciones entre objetos, personas, países o planetas?
Pues sí. Comparar es un acto de motivación y de entendimiento. En teoría el dinero, el amor y el trabajo se comparan para que las personas no se queden atrás y quieran ganar más dinero, dar más amor o trabajar más. Sería bueno que fuera cierto y no se tratara de simple envidia, pero comparar también sirve para entender al mundo y a las personas.
Comparar es parte de nuestro instinto y parte del razonamiento deductivo que conduce a la investigación y al descubrimiento.
Es ciencia pura decir que algo grande necesita de algo chico para ser grande.
Me recuerda a un cuento infantil donde un lobo feroz (no hablo del de Caperucita roja), acecha a los animales del bosque. Se enfrenta a un conejo, y le dice, “Soy el más grande del bosque”. Después se topa con una perdiz, y le dice, “Soy el más grande del bosque”. Al último, aparece un animal verde de ojos saltones, parecido a una tortuga, y le repite el mensaje. El animalito le grita al lobo que irá por su mamá. El lobo ríe a carcajadas, y de pronto, ve una sombra inmensa, y siente la presencia de alguien a sus espaldas. Resulta que es la mamá dinosaurio del bebé dinosaurio.
Para darnos una idea del miedo que pudo haber sentido el lobo, la hoja del libro sólo mostraba las patas de la ofendida mamá dinosaurio, en cambio el lobo aparecía completo.

Cito un poema original de Giacomo Leopardi, versión de Carlos López S.

El infinito
Canto XII
Amé siempre esta colina,
y el cerco que me impide ver
más allá del horizonte.
Mirando a lo lejos los espacios ilimitados,
los sobrehumanos silencios y su profunda quietud,
me encuentro con mis pensamientos,
y mi corazón no se asusta.


Escucho los silbidos del viento sobre los campos,
y en medio del infinito silencio tanteo mi voz:
me subyuga lo eterno, las estaciones muertas,
la realidad presente y todos sus sonidos.
Así, a través de esta inmensidad se ahoga mi pensamiento:
y naufrago dulcemente en este mar.


El poema refiere cómo cada quien es infinito.
Son tantas cosas que pensamos, hacemos, escuchamos y vemos que llenaríamos millones de novelas, diccionarios y anecdotarios hasta con la simple existencia del humano más sencillo. Esto concuerda con lo dicho líneas atrás; lo grande puede ser pequeño y lo pequeño podría ser infinito.
Después de leer varios conceptos del infinito me propongo complementarlos con una definición propia:

 El infinito es tanto que no puedo verlo.
El infinito es invisible a pesar de que nos rodea.
Es como el aire o las fantasías de un niño.

No te sientas tan grande, puedes ser un simple átomo o una simple célula


Taller de Lectura y Redacción II
Gerardo Carmona Gómez

La última clase el profesor preguntó respecto a una de las representaciones de nuestro sistema solar. Después de eso, leímos un texto referente al tema, en el cual se describía cómo el autor intentó hacer un modelo a escala del Sistema Solar. En la escala utilizada en el experimento del texto, un milímetro representaba un kilómetro; el resultado abarcaba a todo el Continente Americano, quedé maravillado con la exagerada distancia dentro de un mismo sistema.
En algunas de sus reflexiones, el astrofísico Carl Sagan (1934-1996), refería la inmensidad del cosmos en el que nos encontramos. Hablaba respecto a las miles de millones de galaxias, en las cuales hay billones de sistemas solares, entre los que está el planeta que habitamos. Debido a la enorme cantidad de planetas existentes, es muy probable que haya otros seres en el universo, que pueden ser más grandes que nosotros, no humanoides, con distintas habilidades; o quizás más pequeños, imperceptibles, las posibilidades son tan grandes como el universo mismo. ¿Qué es lo que conocemos como grande?, ¿y lo pequeño? Me parece que muchos utilizamos un punto de comparación muy subjetivo. Dada la inmensidad del cosmos, ¿no somos nosotros diminutos? Si el universo es tan inmenso y el hombre está consciente de ello, ¿por qué sigue llamando grande a algo que está presente en su mundo? ¿No debería basarse, más bien, en lo más grande que conoce para hacer una comparación más objetiva?
¿Y no somos, acaso, los átomos que conforman a las células de una galaxia? Claro, en este caso los átomos serían diferentes para todas las células.
El humano suele definir como grande a lo que es mayor que él mismo o aquello que tiene una medida superior a la que él está acostumbrado. Por el contrario, le llama pequeños a todo lo que está por debajo de una medida promedio.
Pequeño puede interpretarse como un sinónimo de inferior, de menor importancia o menor efecto sobre su entorno, pero, todo lo grande está conformado por lo pequeño. Uno puede pensar “claro, está conformado por lo pequeño en grandes magnitudes, entonces, algo pequeño no es de tanta relevancia...”, evidente, pero eso no quiere decir que algo pequeño no pueda traer cambios mayores. Verbi gratia, un virus no benévolo tiene la capacidad suficiente como para dañar o incluso exterminar a una población. Entonces, no se necesita ser tan grande para lograr un cambio radical.
¿Y si un grano de arena es un asteroide para otros seres vivos?
El profesor también hizo referencia a los cuentos de ciencia ficción en los que un individuo de la especie humana se encogía lo suficiente como para caber en un átomo, el cuál representaba un sistema solar al estar formando un compuesto con otro. Eso me hizo percatarme de la similitud del planeta en el que vivimos con un átomo. El planeta Tierra está orbitado por una luna, además de estar compuesto, en su mayoría, de agua; los átomos de hidrógeno (principal componente del agua), son orbitados por un electrón. Simple coincidencia.
A aquel que esté leyendo esto: fíjese al lado del punto y a aparte de este párrafo, ¿puede verlo? ¿No? ¡Es un átomo! ¡Y otro! ¡Y otro más! Dudo que llegue a terminar de contarlos. Qué genial, todo eso es tan pequeño, hace que mi autoestima aumente, “soy más grande, soy superior”, pero luego recuerdo el resto del universo; no importa, siempre ha sido así.
El día en que escribí esto, me corté. Fue una herida larga pero no profunda. Dado el tema, comencé a pensar en cómo las plaquetas se unían para cerrar la herida, y recordé que si no contaban con los recursos necesarios, la herida tardaba más en sanar. ¿No trae algo más a la mente? En la vida diaria, cuando un país es dañado por un fenómeno natural y no cuenta con los suficientes recursos, difícilmente sale adelante. ¿Las “sociedades” microscópicas y las de nuestro tamaño no actúan de manera similar?
Si corro mi dedo en un área determinada de esta hoja, ¿estaría matando seres microscópicos? Corriendo el dedo a cierta velocidad se genera calor; la masa de los seres en tan poca que se consumirían muy pronto, ¿o no? ¡Rayos! Ya no podré hacer nada sin sentirme culpable.
Imaginen que fuésemos un poco más pequeños que una viuda negra (la araña), podríamos montar cucarachas y escarabajos, que en algún tiempo podrían haber formado parte de las guerras; el país con los insectos más agresivos domesticados sería temido por los demás.
Debido a su tamaño, más humanos habitarían la tierra. Quizás las razas no estarían distribuidas como lo están ahora. La alimentación del ser humano sería un poco distinta, pues algunas especies de animales no se habrían extinto, además de que los niveles de toxicidad en productos que comemos en la actualidad tienen la posibilidad de ser dañinos.
El contenido de un salero cualquiera podría ser el equivalente a una pequeña mina. Sí, sobrarían los recursos.
Pero, ¿serían los seres unicelulares visibles para nosotros si fuésemos así de pequeños? No, todavía no. Se puede pensar en tamaños menores o en mayores, resultando vidas muy diferentes a cada medida notablemente distinta.
Si fuese del tamaño de una bacteria, la altura de esta tinta sobre la hoja sería una enorme montaña, me sentiría tan orgulloso escalándola. ¿Qué es eso? ¿Estornudo? Oh, chispas. Moriré ahogado.
Ahora, ¿una canica no es un planeta infestado de seres unicelulares? ¿Qué sucedería si este “planeta” fuese habitado por vida inteligente? ¿Y si hay vida inteligente diminuta para nosotros, que se encuentra conspirando para acabar con la humanidad? Como mencioné antes, algo pequeño puede producir consecuencias enormes; no debemos subestimar sus poderes, debemos de ser más amables con nuestros compañeros unicelulares y con los más pequeños. Espero que si esa vida es inteligente, comprenda la necesidad de sobrevivir de esta especie.
¿Existe, entonces, la posibilidad de que los átomos sean mundos no explorados por el humano como se sugería en algunos cuentos? Porque de ser así, nadie puede quejarse de que yo sea una persona floja, ya que estoy siempre cargando a un universo conmigo, es algo desgastante.

jueves, 15 de marzo de 2012

La pequeñez infinita / JLV

Siempre digo a mis alumnos que más que crear escritores sólo busco proporcionarles los elementos necesarios para favorecer su desenvolvimiento en el mundo.
Con frecuencia añado que mejorar el léxico y la escritura también representa entender mejor las matemáticas, la física o la biología; disciplinas que muchos ni siquiera relacionan con el lenguaje.
Así que busqué un ejercicio donde pudieran combinarse diversos conocimientos.
El primer paso fue hablar de nuestro Sistema Solar y juzgar las representaciones trucadas que lo comprimen dentro de una página tamaño carta.
Inspirados en el blog de César Piloto analizamos qué ocurriría si un kilómetro fuera equivalente a un milímetro y el Sol se ubicara en San Luis Potosí.

Las medidas obtenidas necesitan todo el Continente Americano para representarse, pues verán que en la imagen no aparecen las órbitas de todos los planetas del Sistema Solar.
Recuerden que decidimos incluir al excluido Plutón.
Tras leer el texto hablamos de lo infinito y  lo pequeño; de las galaxias y los átomos. Comenté que muchas historias de la ciencia ficción de la década de los veinte y los treinta analizaron qué ocurriría si una persona empequeñeciera tanto como para ver a los átomos y sus combinaciones como sistemas solares.
Hablamos de la película "Hombres de negro" donde una galaxia cabe en el dije que porta un gato como adorno.
Recordamos los micromundos aparecidos en Horton, la historia de Theodor Seuss Geisel.
Para complementar lo platicado ayer, por favor accedan a la siguiente presentación realizada por la NASA donde podremos maravillarnos con la inmensidad de lo infinito y la enormidad de lo pequeño.

La información proporcionada (distancia promedio de los planetas al Sol)  les permitirá realizar lo solicitado:
1.- Eligir una escala diferente a la del ejemplo y representar la distancia a la que se ubicarían los planetas. Por favor coloquen al Sol en cualquier ciudad del mundo.
Espero que no se repitan escalas.
Espero que no se repitan ciudades.
2.- Escribir una composición de tres cuartillas (en word) donde reflexionen sobre los temas analizados.
Por favor imprímanla y péguenla en el cuaderno.

Entrega martes 20 de marzo de 2012.

martes, 13 de marzo de 2012

Fragmento de "El mundo y sus demonios" / Carl Sagan

(...)
En la Universidad de Chicago también tuve la suerte de encontrarme con un programa de educación general diseñado por Robert M. Hutchins en el que la ciencia se presentaba como parte integral del maravilloso tapiz del conocimiento humano. Se consideraba impensable que un aspirante a físico no conociera a Platón, Aristóteles, Bach, Shakespeare, Gibbon, Malinowski y Freud... entre otros. En una clase de introducción a la ciencia se nos presentó de modo tan irresistible el punto de vista de Tolomeo de que el Sol giraba alrededor de la Tierra que muchos estudiantes tuvieron que replantearse su confianza en Copérnico. La categoría de los profesores en el programa de Hutchins no tenía casi nada que ver con la investigación; al contrario —a diferencia de lo que es habitual en las universidades norteamericanas de hoy—, se valoraba a los profesores por su manera de enseñar, por su capacidad de transmitir información e inspirar a la futura generación.

En este ambiente embriagador pude rellenar algunas lagunas de mi educación. Se me aclararon muchos aspectos que me habían parecido profundamente misteriosos, y no sólo en la ciencia. También fui testigo de primera mano de la alegría que sentían los que tenían el privilegio de descubrir algo sobre el funcionamiento del universo.
(...)

Carl Sagan. El mundo y sus demonios.
Título original: The Demond-haunted Worid.
Editorial Planeta 2000.

jueves, 1 de marzo de 2012

Guías para exámenes de febrero

Taller de Lectura y Redacción
Signos de puntuación (todos los signos) y propiedades.
Textos persuasivos. Bloques 4 y 5.
¿Cómo aplicarías el circuito del habla a los textos persuasivos?
PD
No olviden presentar terminado el ejercicio:
"¿Qué imagen tengo de mí como escritor?"
Imprímanlo y péguenlo en el cuaderno después del trabajo realizado el miércoles.

Etimologías grecolatinas
Vocablos latinos.
Números latinos.
Vocabulario en general.
Dejamos el tema de cómo hacer preguntas para el tercer parcial.

Literatura II
Definiciones de prosa.
Lo objetivo y lo subjetivo.
Funciones de la poesía.
Definiciones de poesía.
Arte mayor y Arte menor.
Subgéneros poéticos.
Poetas destacados.
Figuras retóricas vistas en clase.
Métrica.
Ritmo.
Rima.
Conteo.
Condiciones sociales hispanoamericanas.
Mimicry.
Para tercer parcial quedan los poetas españoles y el teatro griego.