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lunes, 12 de octubre de 2015

“ESO” DE STEPHEN KING. Comentario:David Armando Ruiz Uribe


COMENTARIO DEL LIBRO “ESO” DE  STEPHEN KING

David Armando Ruiz Uribe
Literatura
Profesor: José Luis Velarde
En el presente texto tengo planeado recalcar algunos puntos de la famosa novela de Stephen King “Eso” y expresar la opinión de su humilde servidor. Al principio del parcial pasado el profesor nos sugirió leer una novela, con el propósito de redactar un pequeño ensayo de cinco páginas y presentarlo el día del examen y pues, henos aquí. Mi caso fue muy especial, comparado con el de los demás, ya que por alguna razón a principios de año me había dispuesto a cumplir un gran reto, el cual consistía en leer el más famoso de los libros del autor norteamericano Stephen King que se componía de 1502 páginas en total. Pero, al ir devorando capítulo por capítulo; párrafo por párrafo; letra por letra, me dije a mi mismo que no lo podría completar en tan solo un semestre, así que pospuse mi lectura y la retomé hasta este verano para concluir lo que había comenzado. Para que no se diga que no cumplo retos sin justificación alguna. Sin más preámbulos dejo mi opinión de la novela “Eso” de Stephen King, una preparación para lo que se acerca este terrorífico mes de octubre.
Desde los orígenes de la ficticia población de Derry, localizada en el estado de Maine, se puede concluir que ésta se encontraba, tal como lo dice el libro, en una sombra llena de misteriosos asesinatos y desapariciones de niños. Se dice desde el comienzo que un payaso siniestro se encuentra escondido en las alcantarillas de la localidad y que es él, la causa de todos estos males. Después de veintisiete años de tranquilidad, un juramento hace regresar a un grupo de amigos a la ciudad de su niñez para poner fin a la amenaza de Pennywise el Payaso. 
En parte, la razón por la que quise cumplir ese reto fue hacer frente al temor que me provocaba plantar cara a un libro de 1.500 páginas. El libro es largo, y no se puede negar, pero no tiene de sobra ni una sola página. Al principio me tuve un poco de flojera pero me iban animando las fantásticas reseñas que iba encontrando en el internet y todas las listas de los mejores libros de terror en donde siempre podías asegurar que este se encontraba. La verdad es que a mí, aunque haya tenido varias pausas al leerlo, se me ha hecho corto. A sí es, una novela tan completa como ésta, se me ha hecho corta. Porque si has leído alguna vez a Stephen King sabes que siempre te va a generar un apetito insaciable por completar una de sus novelas. Sumando a esto el hecho de que uno de mis peores miedos son los muñecos que se mueven y payasos diabólicos el libro me ha provocado verdaderos escalofríos.
Lo que más me ha gustado de esta novela es el cariño que expresa el autor al momento de definir cada uno de los Perdedores, el grupo de amigos que regresan a Derry para cumplir un juramento hecho veintisiete años atrás. Me llegó mucho la fuerte relación que existe entre ellos, la lealtad y la verdadera amistad que cada uno se demuestra y el gran liderazgo que va demostrando Bill el Tartamudo del grupo a lo largo del libro. Stephen King consigue hacer esta relación de una forma muy sutil, y lo hace cuando llega a detallar a los personajes en la narración. Aunque Bill es el protagonista y su venganza hacia este demonio por la muerte de su hermano pequeño George afecta mucho en la historia, el grupo de amigos al intentar acabar con Pennywise de alguna manera podemos decir que todos son protagonistas, todos cuentan con su propia historia y sus personalidades únicas. Regresando con el primer capítulo de la novela solo se logra saber que el grupo de los Perdedores se vuelve a reunir, mediante el uso de "Ha vuelto” y "lo prometiste". Y estos al primer instante no logran recordar su terrible pasado sin saber quién les está hablando, o a qué se refiere, pero de pronto sus mentes comienzan a recordar su infancia que por algún motivo olvidaron completamente. 
Las novelas de King son perfectas para llevar al cine, y ésta no es una excepción. Esto no significa que la trama avanza muy rápido y solo se fija en los las situaciones más importantes de la historia, sino que al contrario “Eso” contiene una gran cantidad de información sobre los sentimientos y pensamientos de los protagonistas, incluso hasta de Pennywise (el payaso), lo cual ayuda a que el lector visualice a la perfección la escena que le es relatada. Y esto se puede observar en las escenas de acción y terror de la novela. Con la simple aparición del payaso, Stephen King consigue rodear al lector en un ambiente de oscuridad y muerte. 
Aunque al principio al usar la combinación entre pasado y presente a lo largo de toda la novela con la excusa de que, bajo los poderes de Eso, el grupo de los perdedores pierden la memoria y la van recuperando de forma pausada me confundió un poco. A veces tardaba en saber si me encontraba en el pasado o en el presente. Pero cuando uno se acostumbra a la forma de narrar, la acaba apreciando. También debo señalar que, aunque la primera escena de la novela es muy intensa, de inmediato se van narrando escenas independientes para presentarnos a los Perdedores y algunos antecedentes en Derry en las que me sentí perdido y tuve que hacer un esfuerzo para continuar con la lectura, pero el resto del libro lo compensa. 
La única parte que no me gustó del libro fue el final, porque me pareció algo descabellado. Es bueno que un final sea inesperado, pero la forma en la que se concluyó no tenía nada que ver con el libro, teniendo en cuenta que Eso empezó siendo una payaso o criatura que asesina niños y termina siendo un monstro arácnido y para rematar la reflexión a la que invita el libro: un poderoso grito al síndrome infantil definiendo la imaginación de los niños como el arma más poderosa que puede tener una persona. 
En lo personal, estoy de acuerdo con lo que dice el personaje Burro en la película Shrek, "el miedo es la respuesta sensible a una situación desconocida. Desconocida y peligrosa" Esto le dice cuando están cruzando el puente que lleva al castillo. Lo último quizá es bueno ponerlo en duda, pero lo primero es una definición bastante cercana a la verdad. ¿Y por qué agregar la cita anterior a éste texto? Porque no sabemos si en algún lugar del mundo, el miedo es el alimento de una criatura siniestra que nos observa desde las sombras. No sabemos si las peores fantasías que puede crear tiene el cerebro del hombre pueda provocar que el monstruo despierte y nos quiera matar a todos.
Varios deben conocer perfectamente la película basada en esta obra, que aun siendo larga, no llega a abarcar todos y cada uno de los temas tocados en el libro, lo cual es una desgracia. Esta pelicula es la culpable de que muchos teman a salir solos en días de lluvia o a toparse de frente con un alegre payaso de cara blanca y ropa con pompones naranjas. A esas personas que acabaron traumatizadas con la película les digo una cosa: eso no es nada. Lean el libro. Bajo su propio riesgo. Y después, hablamos.
En conclusión, “Eso” ha sido un libro que me ha hecho pasar momentos emotivos por la inquebrantable amistad que une a los Perdedores, momentos en los que no puedes respirar por las amenazas que parecen estar en todas partes y de cada temor de los protagonistas, momentos de miedo estelarizados por el payaso asesino, momentos tristes cuando ves cómo cambian las vidas y las personas a través de los años y momentos emocionantes por la valentía con que sus protagonistas presentan la batalla contra el mal. Esto último me recordó a una frase que había escuchado en una película del El Señor de los Anillos que ví en esta semana: "incluso la persona más insignificante puede cambiar el curso del futuro". Aunque el final no fue de mi gusto si recomiendo mucho esta novela. Si nunca has probado el género literario de terror es una forma intensa y a la vez entretenida de comenzar.

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