iBoy
Una reflexión
Juan López Salas
En
nuestros días está muy de moda el hecho de mezclar la tecnología con cualquier
cosa: al inicio del día despiertas con una alarma, la cual está configurada en
tu celular, después desayunas viendo la televisión o escuchando la radio;
durante la jornada laboral o escolar pasas algún tiempo mandando mensajes de
texto o accesando a Facebook (casi siempre para ver publicaciones tontas y sin
sentido que no hacen más que distraerte y hacerte perder tiempo); por la tarde
al hacer tarea o seguir trabajando, usas la computadora y el internet para
encontrar información y consultar sitios de interés, además de otro rato de
entretenimiento en las redes sociales; en la noche ves la televisión o utilizas
la mensajería instantánea para comunicarte con tus amigos, y configuras una
alarma para el día siguiente. La tecnología ya forma parte de nuestras vidas, y
es tanta su importancia en la sociedad actual que se ha vuelto parte de la
cultura también, pues se dan clases de computación en las escuelas, se imparten
cursos acerca del correcto uso de las redes sociales y la seguridad
informática, incluso se han escrito canciones, poemas y libros sobre
tecnología, los cuales abordan no sólo la parte técnica y teórica de ésta, sino
también la añaden como parte de la trama y la ficción. Una de esas obras acerca
de la tecnología es iBoy, una obra del autor juvenil Kevin Brooks que aborda
este tema a la perfección y lo combina con tópicos populares entre la gente,
más que nada los jóvenes: amor, divorcio de los padres, crisis de personalidad,
el muy famoso bullying, entre otros.
En este
libro, Kevin Brooks se las arregla para enseñar a los jóvenes a no involucrarse
con ciertas personas y tomar buenas decisiones, pues el personaje principal de
la historia comienza siendo un ente fácil de manipular y un seguidor de los
chicos mayores, los “rudos” de su barrio. Con este libro se pueden identificar
muchos, ya que, a pesar de los elementos de
ficción que incluye y las faltas de coherencia científica que en algunas
partes se puede observar, también tiene altos niveles de realismo y las
situaciones que presenta son las cualquier adolescente podría vivir en el
ambiente que lo rodea, sin importar de dónde sea, su clase social, sus notas
académicas o su nivel de educación.
A
grandes rasgos, iBoy trata sobre Tom Harvey, un joven proveniente de los
barrios bajos de Inglaterra que no hace nada especial y sigue una rutina
consistente en "escuela, casa, repetir procedimiento". Tom no tiene
muchos amigos (salvo su vecina Lucy, de quien está enamorado), no es ni bueno
ni malo en cuanto a su aprovechamiento académico, en fin, es un chico normal. Su vida sigue su curso
habitual hasta que una pandilla local decide hacerle una broma a Harvey,
llamándolo desde la azotea de un edificio muy alto y lanzándole un iPhone, el
cual describe un movimiento en caída libre directo a la cabeza de Tom,
dejándolo inconsciente y malherido. Al despertar en el hospital, Tom descubre
que el incidente le otorgó ciertos “poderes tecnológicos”, como interceptar
e-mails y SMS, hackear cuentas de bancos, hacer búsquedas en internet, grabar
videos, tomar fotografías, hacer llamadas y permanecer conectado a la red,
convirtiéndolo en un chico mitad humano y mitad teléfono celular, algo así como
un ciborg. Tom, entonces, comienza a hacer uso de sus poderes para resolver sus
problemas y alcanzar sus objetivos, pero cuando se entera de que algo malo le
ha pasado a Lucy, decide convertirse en una especie de héroe y salir al rescate
de su amada; sin peleas ni golpes, más bien con la información y las redes. Las
acciones que empieza a llevar a cabo lo convierten poco a poco en el chico más
temido del barrio, un antihéroe cibernético y misterioso que aterroriza a las
pandillas: se convierte en iBoy.
En lo
personal me gusta mucho la literatura de ciencia ficción, crecí con la Guerra
de los Mundos, Fahrenheit 451, algunas obras de Isaac Asimov y casi todos los
libros de Julio Verne. Es por esto que iBoy me llamó tanto la atención, pues
además de que habla sobre la tecnología moderna y hace referencia a situaciones
que se relacionan conmigo, forma parte de una gran gama de libros que jamás
olvidaré debido a su argumento fantástico, tambaleante entre una clásica
historia de amor imposible que termina dándose (pero adaptada al mundo actual)
y una aventura llena de acción, emoción, misterio y suspenso que te mantienen
atrapado de principio a fin. De hecho, en la actualidad pocos libros te hacen
sentir eso, la mayor parte de la literatura moderna ofrece nada más que libros
de autosuperación, género que veo bastante inútil, siendo sincero.
Este
libro se puede considerar también como educativo, pues al inicio de cada
capítulo (los cuales están numerados en código binario) se incluyen datos sobre
diferentes temas, como tecnología, ciencia, literatura y cultura general:
fragmentos de poemas y libros, proverbios antiguos, frases, código binario,
información sobre procesadores, datos de teléfonos celulares de nueva
generación y alta calidad, etc. Al leer este libro aprendí mucho, y me gustó
que el autor incluyera estos extras a los capítulos, ya que de esta forma te
incita al conocimiento, la investigación y la búsqueda de más respuestas en
diferentes fuentes de información. Después de leerlo no sólo quedé conmocionado
por la gran historia que cuenta, también me volví más culto y tengo más
conocimientos de muchos temas, de tecnología en particular.
En
cuanto al aspecto literario, me fascinó el estilo y la forma de escribir del
autor. Kevin Brooks es uno de mis autores favoritos, y aunque sólo he leído
algunos de sus libros, entre ellos The Bunker Diary y Being, siempre me gusta
abrir sus libros en una página aleatoria y leer un fragmento, pues el sólo
hecho de analizar el texto y sentir su fluidez, coherencia, firmeza y seguridad
me trae mucho placer.
En
ocasiones otros autores son tan redundantes, descriptivos o incluso lentos al
expresar las ideas, que se vuelve muy pesado leer sus textos y llega un momento
en el que debes dejarlo porque ya no puedes más. No es el caso de Kevin Brooks,
él tiene mucha facilidad de palabra, describe a los personajes, los escenarios
y las acciones en la historia de una forma tan natural que te mantiene apegado
al libro y no puedes dejar de leer. Además, entiende a su público y sabe cómo
piensan los jóvenes, por lo que usa los recursos literarios necesarios para
llamar su atención (humor, ironía y una que otra crítica a las autoridades que
los lectores jamás podrían expresar por sí mismos). El autor se gana a su
público mediante el buen uso de la lengua y, más que nada, el gran
planteamiento del argumento, sin huecos ni información extra, algo que admiro
mucho de este autor, pues he leído muchas obras que no te aclaran el final, y
otras que te dan tanta información que una parte de ésta no concuerda con el
desenlace, pero Kevin Brooks logra superar todo eso.
La
historia de iBoy es genial, digna de ser llevada a la pantalla grande y de convertirse
en una película de culto. Comienza contándote las desventuras del torpe y
escuálido chico inglés Tom Harvey que no mataría ni a una mosca, y culmina
mostrándote su lado más oscuro, actuando así gracias a que fue llevado a sus
límites, arrastrado a un abismo de problemas, tormentos, pruebas insuperables y
torturas interminables. De la historia de Tom aprendí a ser perseverante y
nunca darme por vencido, pues él tuvo que pasar por muchas situaciones que
ponían en riesgo a su familia, su educación, a la mujer que amaba y su propia
vida, pero Tom jamás sucumbió y siempre siguió adelante ante las adversidades.
Claro, él tenía poderes cibernéticos, de cierta forma debió ser más fácil para
él.
También
aprendí a valorar a tu familia y amigos. En el libro, Tom perdió a su madre
cuando era pequeño, y jamás conoció a su padre (¿o sí?... lean el libro). Vivió
casi toda su vida con su abuela y hablaba con Lucy todos los días, pero no
apreciaba el tiempo con esas personas que amaba. Fue hasta que entró en la
guerra de pandillas cuando comenzaron a amenazar a sus conocidos y personas cercanas,
y casi perdió a su abuela por esa causa. Con éstos hechos el autor me hizo
reflexionar, y he comenzado a aprovechar mejor el tiempo con mi familia amigos, evitando peleas y reconciliándome con
los otros en caso de que ocurra una. Casi nunca elijo quedarme en casa a usar
la computadora o ver la televisión sobre salir con mis amigos o asistir a una
cena familiar, prefiero la convivencia con mis seres queridos y un poco de
tiempo fuera de mi casa.
Algo más
que iBoy me enseñó fue a ser más extrovertido, no tener vergüenza de hacer
cosas que jamás he hecho, y no tener miedo de hablar y conocer gente. Hace
tiempo tuve muchos conflictos, internos y externos, gracias a estos temores que
existían en mí, pero pasaron los años y muchos factores influyeron en mí, entre
ellos el propio hecho de leer iBoy, y ahora ya no tengo esos temores más. He
aprendido a expresarme más, a no tener miedo de la sociedad y hacerme su amigo, pues de esa forma puedo
relacionarme con los demás de una forma más sencilla y eficaz, y los demás se
sienten cómodos hablando conmigo, cosa que me ha ayudado a hacer nuevos amigos
y amigas.
Fuera
del conocimiento que de una forma u otra hace que obtengas, o de los largos
capítulos llenos de suspenso y acción, e incluso de la excelente historia y sus
partes bien definidas y descritas, lo que más me hizo pensar y que no puedo
olvidar de este libro es el destino. Quizá habla de esto de forma indirecta y
casi imperceptible, pero al final de cuentas se resume en esto: Cada quien
forma su propio destino, y no importa si eres hombre, mujer, rico, pobre, alto,
bajo, europeo, americano, una persona normal o un chico ciborg… todos tienen un
destino inevitable que deben descubrir, y ese destino es de cada persona, no
debe ser forzado u obligado por otros, es tu propio destino y tú lo formas como
quieres. Tom Harvey pudo haberse ido a vivir a otro lado del mundo, lejos del
peligro de su vecindario y en un lugar mejor para desarrollarse. También pudo
haberse unido a las fuerzas policiales o afiliado con el gobierno para ayudar a
erradicar el crimen en Inglaterra. O tan sólo se pudo haber unido a una
pandilla, la cual se habría vuelto muy conocida, y a la vez peligrosa, por la
sola presencia de Tom ahí, no se diga de lo que pudo haber hecho con sus
poderes dentro de una pandilla. Había muchas opciones de las cuales elegir,
pero Tom tenía una meta: darles una mejor vida a Lucy y a su abuela, por lo que
hizo las acciones correctas y dignas del objetivo que deseaba cumplir.
Este
libro me marcó mucho, pues lo leí por primera vez al entrar a secundaria y fue
uno de los primeros libros que leí y entendí a la perfección, ya que en la
primaria en ocasiones leía por tareas u obligación de la escuela y no
disfrutaba los libros al máximo. Yo recomiendo mucho este libro, en especial a
los lectores jóvenes, pues se ambienta en un entorno similar al que ellos
viven, les permite comprenderlo mejor y tomarlo como un ejemplo a seguir en su
vida, gracias a las situaciones que presenta y los personajes con los que se
pueden identificar. Como dije antes, este libro me ayudó a superar ciertos
temores y fobias que me impedían desarrollarme bien, es por eso que lo
recomiendo mucho.
Es el
tipo de libro que puedes leer una y otra vez sin cansarte ni aburrirte. Está en
mi colección de favoritos y tiene mucho valor para mí, por lo que me gustaría
que todos lo leyeran y compartieran ese sentimiento conmigo.
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