DILES
QUE NO ME MATEN
JUAN
RULFO
Comentario de Alejandra Obregón Perales
Este cuento no me agradó mucho no se la razón exacta pero
se me hizo demasiado cliché, una persona mata a otra y un hijo adolorido busca
venganza.
Me recordó un poco a Punisher, claro que en su caso matan
a toda su familia, y al final él consigue su venganza, aunque él dice que no es
venganza sino que es un castigo.
La venganza es un tópico literario sobre explotado, a mi
parecer todo ese ojo por ojo y diente
por diente, suele tornarse un poco aburrido con el tiempo.
Tengo que recalcar el hecho de que ese Juvencio Nava era
muy bueno escondiéndose y “escapando de la muerte”, este hombre no tenía
ninguna intención de morir.
Otro personaje que llama mi atención es Justino el hijo
de Nava el cual por alguna razón actúa con indiferencia hacia la muerte de su
padre, tal vez porque sabe que éste cometió un delito grave y debe pagar por
ello; por otro lado, le da miedo pensar que al tratar de ayudar a su padre
puedan acusarlo de que es cómplice y lo arrastren en una sed de venganza en la
cual no tiene que ver, también se aprecia su preocupación por su familia si
algo le llegara a pasar a él, ¿Quién cuidaría de ellos?.
También está el coronel que es el hijo de Don Lupe, la
persona a la que Nava mató, éste muestra su rabia contenida durante años hacia
aquel que le arrebató sus raíces; al final se compadece un poco de Nava y lo
emborracha para que morir no le duela tanto.
Creo que la moraleja de este cuento es que no importa
cuánto te esfuerces por huir de los errores de tu pasado, éstos te van a
encontrar y el “karma” te dará una buena patada en el trasero.
Tenemos que afrontar siempre las consecuencias de
nuestros actos y debemos asumir responsabilidad por aquellos que hicimos mal, y
a veces aunque tratemos de enmendar lo hecho tendremos que pagar.
Nava no pensó en nadie más que en él, siempre y en todo momento,
creo que era alguien muy egoísta, pues su compadre Don Lupe no tenía ninguna
obligación de dejar que sus animales pastaran en su potrero, pues estas tierras
eran su patrimonio y Nava debía esforzarse por buscar el sustento de sus
animales y su familia, él mismo. Tampoco pensó en la familia del hombre que
había matado, pues la esposa de Dan Lupe muere de tristeza y los hijos quedan
huérfanos. También muestra egoísmo cuando no le importa la suerte de la familia
de su hijo, si a éste llegara a pasarle algo por ayudarle, a Juvencio Nava sólo
le importaba no morir. Aunque creo que también ya había muerto un poco por que
vivía con miedo de que lo mataran y debía esconderse entre el monte para que no
lo hallaran por largos periodos de tiempo, comiendo solo verduras y tal vez
pasando frío. Creo que vivir con miedos y sobresaltos tampoco es vivir.
Juan Rulfo era un hombre mexicano que escribía sobre
México y que usaba el lenguaje de los campesinos en sus escritos, es un
vocabulario sencillo.
No es muy de mi gusto esta clase de cuentos pero de todo
se puede sacar algo bueno.
Aprendí que siempre hay que pensar en las consecuencias
de nuestros actos, dejar de pensar en cómo nos afectan las cosas sólo a
nosotros y pensar como le afectarán nuestras decisiones y acciones a los demás,
incluso nuestras palabras pueden tener efecto en las personas, con ellas
también se puede herir a alguien y tal vez ni siquiera nos percatemos en ese
momento hasta que sea tarde y hayamos matado una amistad.
Debemos estar conscientes que si cometemos una falta u
obramos mal, tarde o temprano pagaremos las consecuencias de nuestras acciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario