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viernes, 22 de agosto de 2014

DILES QUE NO ME MATEN / JUAN RULFO / Comentario de Alejandra Obregón Perales

DILES QUE NO ME MATEN
JUAN RULFO
Comentario de Alejandra Obregón Perales
Este cuento no me agradó mucho no se la razón exacta pero se me hizo demasiado cliché, una persona mata a otra y un hijo adolorido busca venganza.
Me recordó un poco a Punisher, claro que en su caso matan a toda su familia, y al final él consigue su venganza, aunque él dice que no es venganza sino que es un castigo.
La venganza es un tópico literario sobre explotado, a mi parecer todo ese ojo por ojo y  diente por diente, suele tornarse un poco aburrido con el tiempo.
Tengo que recalcar el hecho de que ese Juvencio Nava era muy bueno escondiéndose y “escapando de la muerte”, este hombre no tenía ninguna intención de morir.
Otro personaje que llama mi atención es Justino el hijo de Nava el cual por alguna razón actúa con indiferencia hacia la muerte de su padre, tal vez porque sabe que éste cometió un delito grave y debe pagar por ello; por otro lado, le da miedo pensar que al tratar de ayudar a su padre puedan acusarlo de que es cómplice y lo arrastren en una sed de venganza en la cual no tiene que ver, también se aprecia su preocupación por su familia si algo le llegara a pasar a él, ¿Quién cuidaría de ellos?.
También está el coronel que es el hijo de Don Lupe, la persona a la que Nava mató, éste muestra su rabia contenida durante años hacia aquel que le arrebató sus raíces; al final se compadece un poco de Nava y lo emborracha para que morir no le duela tanto.
Creo que la moraleja de este cuento es que no importa cuánto te esfuerces por huir de los errores de tu pasado, éstos te van a encontrar y el “karma” te dará una buena patada en el trasero.
Tenemos que afrontar siempre las consecuencias de nuestros actos y debemos asumir responsabilidad por aquellos que hicimos mal, y a veces aunque tratemos de enmendar lo hecho tendremos que pagar.
Nava no pensó en nadie más que en él, siempre y en todo momento, creo que era alguien muy egoísta, pues su compadre Don Lupe no tenía ninguna obligación de dejar que sus animales pastaran en su potrero, pues estas tierras eran su patrimonio y Nava debía esforzarse por buscar el sustento de sus animales y su familia, él mismo. Tampoco pensó en la familia del hombre que había matado, pues la esposa de Dan Lupe muere de tristeza y los hijos quedan huérfanos. También muestra egoísmo cuando no le importa la suerte de la familia de su hijo, si a éste llegara a pasarle algo por ayudarle, a Juvencio Nava sólo le importaba no morir. Aunque creo que también ya había muerto un poco por que vivía con miedo de que lo mataran y debía esconderse entre el monte para que no lo hallaran por largos periodos de tiempo, comiendo solo verduras y tal vez pasando frío. Creo que vivir con miedos y sobresaltos tampoco es vivir.
Juan Rulfo era un hombre mexicano que escribía sobre México y que usaba el lenguaje de los campesinos en sus escritos, es un vocabulario sencillo.
No es muy de mi gusto esta clase de cuentos pero de todo se puede sacar algo bueno.
Aprendí que siempre hay que pensar en las consecuencias de nuestros actos, dejar de pensar en cómo nos afectan las cosas sólo a nosotros y pensar como le afectarán nuestras decisiones y acciones a los demás, incluso nuestras palabras pueden tener efecto en las personas, con ellas también se puede herir a alguien y tal vez ni siquiera nos percatemos en ese momento hasta que sea tarde y hayamos matado una amistad.

Debemos estar conscientes que si cometemos una falta u obramos mal, tarde o temprano pagaremos las consecuencias de nuestras acciones.

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