MUJER
DE PIE
YAZUTAKA
TSUTSI
Comentario de Alejandra Obregón Perales
Me parece muy inquietante la manera en que Yasutaka
Tsutsi ve el futuro, un mundo en el que no puedes expresarte ni compartir tus
ideas, un mundo en el que si te quejas o das tu opinión, te inyectan una
sustancia que te convierte en un árbol.
También le hacen esto a todo aquel que rompa la ley, que
desafié a la autoridad o que haga mucho ruido o cause molestias.
En la actualidad la libre expresión es censurada o
modificada. En Rusia por ejemplo si te sorprenden hablando mal sobre el gobierno
eres encarcelado o asesinado; algo muy parecido sucede en México, si das tu
opinión sobre temas “delicados”, te asesinan disfrazando el motivo principal
con un robo o un secuestro.
Me parece muy hipócrita por parte del gobierno decir que
hay libertad de expresión en México cuando la verdad es muy distinta.
El cuento es algo triste ya que si tienes ideas radicales
aparte de que te convierten en árbol te hacen una lobotomía, ésta es una
operación en la que literalmente te pican un lóbulo de tu cerebro, solía
practicarse esta cirugía en los pacientes que padecían de ciertas enfermedades
como la esquizofrenia, la ansiedad, la depresión y el desorden
obsesivo-compulsivo, supongo que a mí me tendrían que hacer una porque me
rehusaría a convertirme en un triste y patético árbol.
El final de esta historia me sorprendió: “Yo soy un poste
hombre junto al camino. Tú también eres un hombre poste junto al camino. Pero
¡Que importa! Los dos en este mundo. Hierbas secas que nunca florecen”.
Siento que lo que quiso decir el autor con esto es que a
veces nosotros solo somos personas con miedo de decir lo que en realidad
pensamos y que vivimos una constante negación de lo que sucede alrededor de
nosotros, sólo nos quedamos ahí parados sin hacer nada para mejorar la
situación, preferimos no sentir nada y no pensar en nada y poco a poco nos
convertimos en árboles.
Esta historia no tiene el típico final feliz, esto nos
demuestra que a veces no puedes hacer nada, no puedes jugar a ser el héroe y
siempre ganar, a veces también se pierde.
Pero creo que también es importante decir que a pesar de
que las cosas no siempre salen como nosotros las planeamos o queremos, es
necesario seguir intentándolo, tal vez replanteando el problema, con nuevas
estrategias, con la experiencia de lo que pasamos, pero con la firmeza de
conseguir lo que nos propusimos, tal vez tardemos en llegar a nuestra meta,
pero la dedicación y el esfuerzo siempre tienen una recompensa.
Consideremos también que quizá lo que planteamos no era
factible o no era lo correcto para nosotros, también hay que tener la valentía
para reconocerlo y buscar nuevos horizontes, pero jamás quedarnos inertes, sin
metas, sin sueños que logar.
A veces es necesario desafiar los límites que nos pone
nuestra propia mente pensando que no lo lograremos, que lo que pensamos hacer
no sirve, que fracasaremos y que es mejor no intentarlo, debemos arriesgarnos y
aprender de que lo nos muestre el camino para lograrlo.
Pensemos que sería de nuestro mundo sin todos esos
grandes inventores que tuvieron que repetir una y otra vez sus inventos,
replantear sus hipótesis, que se equivocaron hasta el cansancio y sin embargo
creyeron en ellos y en lo que conseguirían si eran persistentes. Gente que se
negó a ser como los demás para hacer de este mundo un mejor lugar para vivir.
Creo que aún quedan cosas por hacer, nuestras circunstancias no son las de
aquellos días, pero hay nuevos problemas que atender, nuevas enfermedades que
curar, nuevos retos por lograr.
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