Este viernes, veinte de noviembre, fue un día especial por más de una razón, se cumplían noventa y nueve años de la revolución mexicana y en el colegio se haría un desfile revolucionario y un cuadro gimnástico de parte de los niños de preescolar, además se pondría la primera piedra de la próxima cafetería “Carpe Diem”.
Ese día se nos permitió vestir ropa casual, dejando el “tradicional” uniforme para estar más cómodos, sólo se pidió pantalón y una playera de color: verde, blanco o rojo, dependiendo de cada grupo.
El evento empezó alrededor de las nueve y media de la mañana, con honores a la bandera y después una breve pero divertida tabla gimnástica de niños de Imagina. Al concluir el evento se dio paso a la colocación de la primera piedra de lo que se convertirá en la cafetería, fue algo sencillo y breve.
El almuerzo estuvo a cargo del personal de la cafetería y de varios puestos de venta de varios grupos, desde tamales hasta nachos, todos almorzamos diferente ese día.
El resto del día fue normal, hablando después de las once y media, como si no hubiera pasado nada las clases siguieron.
Ese día se nos permitió vestir ropa casual, dejando el “tradicional” uniforme para estar más cómodos, sólo se pidió pantalón y una playera de color: verde, blanco o rojo, dependiendo de cada grupo.
El evento empezó alrededor de las nueve y media de la mañana, con honores a la bandera y después una breve pero divertida tabla gimnástica de niños de Imagina. Al concluir el evento se dio paso a la colocación de la primera piedra de lo que se convertirá en la cafetería, fue algo sencillo y breve.
El almuerzo estuvo a cargo del personal de la cafetería y de varios puestos de venta de varios grupos, desde tamales hasta nachos, todos almorzamos diferente ese día.
El resto del día fue normal, hablando después de las once y media, como si no hubiera pasado nada las clases siguieron.
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