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jueves, 27 de enero de 2011

Un invierno sin frío /Anette Narváez Leal /1º de secundaria

Desde hace pocos años, las temperaturas en el medio ambiente se han vuelto locas. En verano las playas quedan vacías, porque todo el mundo está en sus hogares bajo seis cobijas, y en invierno el polo norte se derrite, mientras que toda la gente sale de sus hogares a comerse una nieve.

También afecta a las personas, un amigo me contó que un baño le habló, que a su tío se lo llevaron seres extraños fuera lo común; seres que sólo ves en películas y muchas cosas más que al escucharlas piensas, “este sujeto se ha vuelto loco” y todo eso ocurre por lo que les había contado anteriormente.

Cuenta la leyenda que todo lo que está pasando fue por culpa de unas brujas traviesas. Mi abuelo me contó que ellas solo salen en la noche, mientras que en el día se esconden en largas y oscuras cavernas donde solo alcanza a pasar un simple y delgado rayo de luz.

Para hacer sus pócimas, ese rayo de luz es parte de los ingredientes, si quieres convertir a alguien en rana, tendrás que mezclar sangre de rana, uñas de un muerto, baba de la bruja de la izquierda y la luz del Sol para que así, tras dejarla reposar, puedas obtener la pócima.

“Como ésa y más” me dijo mi abuelo, la verdad no sé como sabe todo eso, pero yo simplemente escuchaba.

Un día, cuenta mi abuelo, que las brujas solicitaban una integrante más, porque la carga de hacer tantas pócimas en un solo día, era como levantar una tonelada de piedras con un solo dedo del pie.

Después de días y largas noches esperando a que llegara la indicada, por arte de magia, les llegó por fin la que estaban buscando. Era una bruja muy bajita, el pelo negro y áspero como si se acabara de levantar, las uñas de las manos eran largas, gruesas y sucias y llevaba consigo un sombrero muy picudo. Ella llegó con su escoba viendo hacia abajo, y cuando levantó la cabeza, tenía una mirada muy profunda que daba miedo.

Las brujas le dieron la bienvenida y le explicaron claramente lo que tenía que hacer y ella sin más por decir empezó su labor. Su primera pócima fue la de “Conviértete en un loco”. Sí le salió bien, pero a mitad de la elaboración, cuando iba por otro ingrediente, derramó toda la pócima en el suelo y provocó muchos daños. Todas las brujas se volvieron locas, pero lo más feo fue que volvió loca a la Tierra, provocando cambios bruscos de temperatura como los que ocurren hoy en día.

Y dicen que antes de que salga el Sol las brujas salen de su caverna y deciden qué clima van a poner, puede ser caliente en época de invierno o frio en época de verano, puede ser templado o puede ser lluvioso en una estación del año que no corresponda.

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