Literatura II
Mónica Olvera López
Me es algo difícil expresarme sobre este tema, ya que no soy madre, pero viéndolo desde el punto de vista de hija llego a la conclusión de que, lo que dice Gibrán es cierto. Cada individuo tiene una personalidad y pensamiento propio y, a cierta edad es imposible para los padres controlar lo que sus hijos hacen.
A veces los padres son muy controladores y tratan de decidir el curso de la vida y los pensamientos de sus hijos, pero no pueden comprender que tal vez esto hace que sus hijos se sientan presionados por cumplir con sus deseos y expectativas, o crean la idea de que son rebeldes o malagradecidos, pero en realidad sólo tratan de expresar y hacer lo que en verdad quieren.
Cada cabeza es un mundo y es imposible que sean iguales padre e hijo; no creo que se pueda imponer la manera de pensar en una persona, simplemente hay que aceptar y respetar el hecho de que todos somos diferentes.
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