Mariana con solo quince años no tenía interés por las
redes sociales, consciente solo de su alrededor, un día se vio obligada a
utilizar una red llamada Facebook, la idea no le agradaba, llevaba años sin que
la idea de crearlo cruzara por su mente, estresada a diario por los
interminables sonidos de las notificaciones, con fuerza de voluntad evitó
utilizarla y logró no caer en la adicción, sin embargo esto no sucedió con
Instagram, lo utilizaba por horas hasta que sus ojos dolieran, su alrededor cambió.
Una pared se levantó entre su familia y ella, dejando a Mariana sola.
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