Emiliano Castillo Núñez
El clima de Victoria es casi insoportable en los años recientes. El aire acondicionado ya es casi una necesidad, aunque no se encuentre al alcance de todos.
Hace más de un año visité Canadá en pleno verano y me sorprendí al llegar, pues hacía más frío que en el invierno de Victoria. Esa razón es suficiente para querer vivir allá, el problema no es solo en México o Tamaulipas, en todo el mundo la temperatura sube y no mostramos señas de poder detenerlo, a pesar de los esfuerzos de activistas y personas de todo el mundo preocupadas por el medio ambiente.
El sol causa cada vez más daño a nuestra piel y nuestra salud, ni siquiera dan ganas de salir en la tarde por la intensidad del sol, solo la gente que no tiene otro medio de transporte sale a caminar, o algunas personas muy temprano o ya de noche. No debería de ser así, la gente necesita poder salir a la calle cuando quiera.
Si la escasez de agua continúa por el calor, es posible que no nos quede agua en algún punto de nuestro futuro, aunque yo creo que para cuando eso ocurra ya habremos colonizado otros planetas y eso nos podría salvar.
Tal vez nada de eso suceda y nuestra existencia empieza y termina aquí en la Tierra. Tal vez cualquier lugar que visitemos tiene como destino que nos acabemos sus recursos. Así que necesitamos una solución a largo plazo.
Los efectos del sol se pueden ver en cualquier parte, incluso en los campos de entrenamiento hay personas que no lo aguantan y se insolan, y se vuelve más frecuente porque los rayos UV entran en una atmósfera más delgada.
No creo que halla una verdadera solución, lo que debemos hacer es no acelerar el proceso tomando ciertas medidas preventivas, la mayoría son por sentido común y son muy simples. Como apagar las luces al salir de una habitación. También podemos desconectar los aparatos eléctricos que no se ocupen y no usar de ninguna manera productos en aerosol.
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