Busque lo que necesite

1000 Oldies

viernes, 16 de noviembre de 2012

Pajaritos, El juego de Geri y Saltando

Maribel Díaz Garza
3º semestre de preparatoria
Pajaritos

La conducta humana es muy predecible, nunca ha cambiado. Cuando un individuo es sui generis, siempre lo vemos como raro y nos sentimos mejor que él o ella hablando mal para que se sienta inseguro. Lo que siempre pasa es que ese individuo termina comportándose como nosotros y el ciclo se repite una y otra vez. Pero qué pasa cuando el individuo no cambia, en vez trata de integrarse, pero con su propia personalidad.

La situación anterior la vemos representada con pajaritos, al principio uno está solo en un cable, después llega otro pájaro y se pone junto a él. Empiezan a pelear porque los dos se creen dueños del cable. Al llegar otro pájaro se pelean con él también. Pájaros llegan y llegan al cable y el ciclo se va repitiendo hasta que un pájaro alto con un gran pico y plumas largas y levantadas hace un sonido diferente a los de los otros. Los pajaritos se olvidan de pelear y se empiezan a burlar del nuevo, mientras que él piensa que es aceptado y sigue haciendo los sonidos de antes, no nota que el grupo se está burlando de él y se acerca más a ellos, se pone en el medio del cable y hace que este se arquee un poco, los pajaritos siguen sin aceptarlo y de alguna forma logran tumbarlo, pero queda sostenido por sus patas. Dos de los pájaros que están en sus extremos empiezan a picarle las patas, para que se caiga, y cuando ya solo quedan dos dedos para que se caiga los pájaros se dan cuenta que están a pocos centímetros del suelo y tratan de para a los que lo están picando, mas es demasiado tarde y los pájaros salen disparados como si fueran una piedrita en una resortera. Solo se ven las plumas y uno a uno van cayendo los pajaritos pelones. El pajarote se empieza a reír de ellos y sienten pena porque ahora ellos son los raros. El que ríe al último ríe mejor. Todo esto es representado con colores brillantes, pero no chillones, un poco de música jazz para ambientar y acompañar a los parloteos de los pájaros.

El pajarote no hizo nada malo, él con las mejores intenciones llego al cable para interactuar con ellos, y los del grupo por no querer aceptarlo provocaron las consecuencias que fueron quedarse sin plumas. Lo que se debe de admirar es la seguridad del pajarote, finalmente es lo que lo lleva a ser único. La inseguridad nos empuja a comportarnos como los otros, porque de alguna forma queremos ser como ellos, en vez de buscar nuestra propia forma de ser. Juzgamos a los libros por su portada y no por su contenido. Una vez que hemos visto el contenido y no nos justa tenemos derecho a rechazarlo, porque no todas las personas son agradables, pero siempre debemos de respetarlos y si deben cambiar que lo hagan por ellos mismos no porque los empujamos a ser como nosotros.

Los cortometrajes que vimos en el salón tienen otra función además de entretener y es darnos un menaje. Como fábulas, pero más atractivos para los niños, que sin darse cuenta están entendiendo el mensaje. De esta forma son videos didácticos y si los dejamos pueden hacernos mejores personas.

El juego de Geri

¿Qué es la soledad? Una enemiga que cuando menos nos damos cuenta nos derrota o una agradable amiga. Todos los días nos enfrentamos a ella, yendo en grupo a todas partes, forjando nuevas amistades. No es malo, conocer gente, porque es parte de nuestra naturaleza relacionarnos con los de nuestra misma especie. Mas el estar solos no debería de espantarnos ni deprimirnos, al contrario existe un punto donde se necesita un poco de tiempo de calidad con nuestra mente, para darnos un respiro de las apariencias, porque con nadie somos nosotros mismos más que con nosotros.

Los afortunados que son capaces de permanecer consigo mismos por algún tiempo y divertirse son personas como Geri. Quien como un viejito con una agenda nada apretada, va a parque a jugar una partida de ajedrez. Al encontrarse ahí se da cuenta que no hay nadie, o quizá ya lo sabía y por eso le gusta ir a esa hora. Él pareciera no percatarse de que no tendrá con quien jugar y abre su tablero, acomoda todas las fichas y se pone sus lentes. Realiza su primer movimiento, y para sorprendernos se levanta de la silla y se sienta en la de enfrente, pero ahora sin anteojos y mostrando los dientes, este Geri era agresivo y burlón. Mientras que el otro era sumiso y tranquilo. La partida continúa y se ve como Geri se va cambiando de una silla a otra, hasta que solo muestran cuando hacen los movimientos. Para cada movimiento que realiza el Geri de los lentes; Geri con dientes lo contra ataca y lo acorrala hasta hacer jaque mate. Geri sumiso estremecido por saber que ya no puede hacer más parece estar teniendo un paro cardiaco y se baja hasta el suelo. Geri con dientes se asoma para ver que le paso, en es Geri con lentes se levanta y voltea el tablero. Al incorporarse Geri con dientes no se da cuenta que esta volteado y Geri con lentes tira el rey mostrándose burlón y agresivo. El otro Geri (antes agresivo) no sabe que pasó y no lo puede creer porque pensaba que ya tenía el juego en la mano. Geri con lentes le pide la dentadura y el otro no tiene más remedio que dársela, se la pone Geri con lentes y se empieza a reír. La cámara se va alejando y se ve a Geri solo en el parque.

Existe un punto donde sientes que son dos personas completamente diferentes, o al menos eso pensaba al ver este cortometraje cuando era más pequeña. De alguna forma muestra los dos lados de una persona, porque las apariencias engañan. Siempre por más tranquila que se vea, puede tener un lado agresivo que deciden no mostrarnos, pero ahí está. Así Geri más inteligente que si contraparte muestra ese lado agresivo hasta el final, haciendo trampa.

Pueden venir dos pensamientos a la mente, ¿Qué tan solitario puede estar alguien? O que persona con más capacidad para permanecer solo y aun así divertirse, ni siquiera porque está jugando un juego de dos se detiene a esperar que alguien aparezca, sino que se crea una personalidad alterna con quien jugar. Hay dos formas de tratar a la soledad ¿Cómo la tratas tú?
Saltando

Al presentarse una situación complicada qué es lo que haces normalmente, buscar una forma de remediarla, viendo el lado positivo el lado positivo o te frustras y dejas que la situación te lleve con ella, amargándote y entristeciéndote la vida. El borreguito que protagoniza este cortometraje aprendió a ver el lado positivo.

Aparece un campo con muchos animales, unos topos, un búho y un borreguito bailador, feliz de la vida con su lana esponjosa y blanca. Bailaba como tap o irlandés, quizá una mezcla de ambos. Los animales disfrutaban al verlo bailar. De repente llegaron los humanos y lo pelaron todito, quedando completamente pelón y rosadito. Los topos empezaron a burlarse de él y se deprimió, con eso comienza a llover. Siempre que algo malo pasa que nos causa tristeza, llueve, en todas las películas y ya de tan asociado que lo tenemos que cuando llueve nos deprimimos nosotros. Una luz viene llegando alegrando el camino es un conejo enorme con astas de venado y saltando como si tuviera resortes, levantando todo. Llega con el borreguito y le pregunta que qué tiene, al explicarle el conejo-venado de gran tamaño no entiende cuál es el motivo por el que esta así. Qué tiene que ver que ya no tenga lana y este rosado, si comoquiera tiene piernas, brazos, cabeza y todo. Le dice que todavía puede saltar, agarra su pata y la hace revotar, el borreguito comienza a saltar y su cara de tristeza va cambiando por una sonrisa. Los topos son levantados por la fuerza de su saltar, y ya no se ríen mas. Después en el invierno volvió a llenarse de lana, pero igual seguía saltando. Comprendió que estando pelón o lleno de lana no pasaba nada diferente, pues nada le faltaba y siempre podía saltar.

Este cortometraje es una fábula en su totalidad. A veces nos aferramos tanto a que nos falta algo que no notamos todo lo que tenemos. Siempre hay que ver el lado positivo aún cuando en el momento parezca que no hay. Por ejemplo con el borreguito, como el clima había cambiado iba a hacer más calor, es mejor no tener tanta lana como en el invierno, da menos calor y se pueden mover más fácilmente. Necesitamos a alguien que con sus propios ojos vea las situación y nos digan ¿Cuál es el gran problema? Saltar puede significar seguir con la vida, no necesariamente significa que siempre podemos saltar literalmente. Es el avanzar sin ningún problema o con problemas pero enfrentándolos.

Siempre cuando ocurra una situación vamos a tener la vista de una hormiga, cuando en realidad es del tamaño de un edificio. Desde nuestro punto de vista aumentamos los problemas que viendo todo el edificio son pequeñeces insignificantes. Por eso hay que dejar que alguien amplié nuestra vista y ver desde donde ellos ven para enriquecer nuestro pensamiento.

La próxima vez que pases por una situación difícil recuerda que siempre habrá un conejo-venado de gran tamaño que te dirá que todavía puedes saltar.

No hay comentarios: