Taller de
Lectura y Redacción
Copyright © 2015 por Esmeralda A. Martin Rangel
Todos los
derechos reservados
Dedicatoria
Dedico este ensayo, a los maestros que me brindaron sus
conocimientos en el ámbito de la danza a lo largo de mi práctica.
También va
dirigido a mis padres, por su apoyo incondicional desde el comienzo en esta
disciplina.
Agradecimientos
Agradezco al
profesor José Luis Velarde, por el apoyo y la paciencia que demostró en el
parcial, además de la ayuda que me brindo para la elaboración y corrección de
este trabajo.
Hipótesis
Mi objeto, es
demostrar la manera en que bailar provocó numerosos
cambios en mí, desde físicos hasta psicológicos; transmitiré mis experiencias
desde mis inicios en la disciplina y daré a conocer mi punto de vista sobre el
baile en la actualidad.
Tabla de
Contenidos
Introducción
Mi nombre es
Esmeralda Abihail Martin Rangel, tengo 16 años y resido en el noreste de México,
(Tamaulipas).
Desde pequeña, llamaban mi atención los musicales, películas o series
que involucraran una coreografía. Era impresionante observar la manera en que
un grupo de personas coordinaba sus movimientos
al ritmo de una melodía, independiente del género.
En el escenario
se rebasaban los límites, proporcionando al público un espectáculo tan perfecto
que para mí, ameritaba formar parte de él.
El propósito del baile es
proporcionar al público un show entretenido, sorprendente y creativo, de manera
que se demuestra al mismo tiempo el esfuerzo
puesto durante los ensayos, y así forman ya sea solos o en equipo un todo,
además de la satisfacción del bailarín al saber que su meta fue cumplida.
Desde la perspectiva de la sociedad, bailar,
es realizar una serie de movimientos consecutivos basándose en el ritmo y los
pasos establecidos para determinado género; sin embargo para mí y creo que para
muchos, eso solo es lo mecánico.
Cuando bailo, libero mi estrés,
debido a que mi concentración se enfoca a realizar cada movimiento, sin errores
o caídas, por un momento te olvidas de lo que pasa en tu entorno y solo sientes
libertad. Sin embargo, no todo es bueno en esta vida y en el baile, como mencioné
hace un momento, tu presentación debe de ser digna; para lograr ese objetivo
debes trabajar con dedicación cada entrenamiento.
A lo largo de mi vida, aprendí que
cuando bailo todo es mejor, lo que pase
alrededor de mí en ese momento no tiene
importancia, siempre y cuando baile un sentimiento de felicidad siempre estará
presente en mí.
El baile en el mundo
En el mundo
existen millones de personas que bailan, diferentes géneros y con diversos
propósitos, pero considero que solo un poco de ese total, lo hace por amor a la
danza.
Basándome en la sociedad a la que
pertenezco, creo que un alto porcentaje de las bailarinas o bailarines de esta
ciudad, lo hacen por crear o aparentar una persona que no son, es decir,
utilizan esta disciplina por moda, para ser uno más en el grupo de “bailarines”
y soy honesta, no estoy consciente de los sentimientos de cada persona, ni soy
la mejor bailarina, pero es claro cuando observas que el único propósito de
esas personas, es demostrar su cuerpo al público o por moda, no quedarse fuera
de una academia. Sin embargo, esos motivos han conseguido que desde la creación
del baile, su estructura se modifique por una más compleja y obscena en
ocasiones.
De
manera certera una frase dice: “Bailar no es un deporte, es un arte. No es
saber los mejores pasos, es saber usar lo que tienes. Es ser feliz con lo que
haces a diario. Bailar, no es para impresionar es para expresar”.[1]
Mencionado esto, me adentro en un tema de
controversia en la comunidad. Somos seres humanos, por lo tanto tendemos a
adoptar conductas por moda o para encajar en la sociedad, si nos trasladamos a
tiempos remotos, todo lo que sabemos hacer es porque nuestros antepasados lo
aprendían de sus prójimos. Ahora bien, en el ámbito del baile es similar, la
gran diferencia es que las personas que les apasiona el baile es porque en
verdad conocen su propósito, porque en verdad tienen esa sensación de amor,
desde la primera vez que mueven su cuerpo al ritmo de la música.
Vivimos
en un mundo de diversidad cultural, cada región establece sus propias
costumbres y tradiciones, incluyendo el baile.
Cerrándome
a mi país que es un poco liberal por la influencia de otros, sabremos que con
el paso del tiempo la danza modifica los bailes tradicionales y adopta bailes
procedentes de países extranjeros, condición que dio pie a pasos o
coreografías, que en su mayoría no son baile, simplemente son conjuntos de
movimientos sin ritmo, sin sentimientos, sin amor por lo que haces.
Mi
experiencia en el baile
Cuando tenía 5 años ingresé a la “Casa del Arte” a
clases de jazz y ballet, ese fue el momento en que comenzó mi atracción y amor
por el baile. En esa institución, asistí alrededor de un año seis meses con mi
prima-hermana, desde entonces juntas en todo lo relacionado a esta disciplina. La
clase era dirigida por la maestra Yesica y su hermana. Las clases eran intensas
para mí, pues nos preparábamos para el festival de verano (final de cursos).
Llegó
el día, recuerdo que los nervios recorrían mi cuerpo desde que me maquillaban, solo
podía pensar en lo qué pasaría si me equivocaba, el ridículo que podía hacer en
el escenario y cómo el público o mis compañeras se burlarían de mí. Para
calmarme le conté a mi mamá lo que sentía y ella me ayudó diciéndome que todo
estaría bien. Después del mediodía yo estaba lista para entrar en la puerta de
artistas y como es costumbre toda mi familia estaba presente, grabando cada
cosa que pasaba. Ése fue mi primer festival en el Teatro Amalia G. de Castillo
L., viene a mi memoria que yo lo veía como un laberinto imponente, tal vez por
mi tamaño.
Al
llegar al camerino, coloqué mis cosas en el tocador y comencé a cambiar mi ropa
por el vestuario para la primer canción.
Canciones
previas a mi participación, yo me encontraba nerviosa en las piernas de teatro
(telas negras que dividen en 4 secciones el escenario) con mis compañeras.
Se apagaron las luces, entrar y colocarnos en
nuestras posiciones fueron las instrucciones de mi maestra. Comenzamos a
bailar, todo salió como lo planeado. Cada una de mis compañeras siguió el orden
y las formaciones establecidas, por suerte no tuvimos errores tan notorios.
Ésa
fue mi primera experiencia en el escenario y sin lugar a dudas fue una de las
mejores sensaciones que he tenido.
Es indescriptible la satisfacción, al
saber que todo el esfuerzo y dedicación entregada es apreciado por un público, quienes
lo expresan mediante aplausos. Tiempo después de mi primer festival me retiré,
pues estábamos en espera de mi hermano menor.
Alrededor de 2 años no figuré en ninguna disciplina.
No
fue hasta tercero de primaria, cuando comencé a subir de peso, razón que llevó
a mis papas a reintegrarme la misma, esta vez en una
diferente academia llamada Mirshdance.
Un enero 23 ingresé a esa academia, a la edad
de siete años, me integré al grupo de baby´s. Era un sistema de enseñanza muy diferente al anterior, debido al
reducido número de alumnas en ese tiempo.
Mirsha Hinojosa era el nombre de la maestra titular y dueña de la
academia, trabajaba en conjunto con cuatro auxiliares; Regina, María José,
Paola y Patricia quienes tenían entre 15 y 18 años.
Me acoplé con gran facilidad por la vocación de todas las maestras y por
la forma de relacionarse de la mayoría de las alumnas, es decir la calidez con
la que me recibieron a pesar de su corta edad era sorprendente, cualquier grupo
de niñas a esa edad tarda en recibir a una integrante. Dos días después de que
ingresé, mi prima también entro a esa categoría.
En el mes de junio, comenzamos a ensayar las
coreografías establecidas para el 6° festival de la academia.
Trabajé muy duro, en verdad quería que mi lugar fuera en la fila
delantera, era mi sueño que mis padres me vieran en la primera fila, era una
niña y yo en ese momento solo anhelaba llegar a ser una bailarina profesional,
por tanto actuaba como una.
Como era de costumbre, al llegar el día del festival los nervios recorrían mi cuerpo, esta vez con
mayor intensidad, ya que el número de canciones era mayor que el de a última ocasión, seis con exactitud. Una de ellas aun
presente en mi memoria.
Fue un festival lleno de anécdotas. Una de ellas sucedió cuando yo me encontraba
en el camerino lista para salir al escenario, por mi prisa dejé un vestuario
muy cerca de los focos que se encuentran
alrededor del espejo, cuando
regresé me lleve una sorpresa, mi vestuario estaba quemado en toda la
parte trasera.
Otra de ellas dio lugar, en la presentación final, todos teníamos que
estar formados en parte delantera de la escenografía, corrí para no retrasarme
y me caí en el primer descanso de las escaleras, pues traía puestos mis zapatos
de tap, mi peinado quedo hecho un
desastre y mi vestuario por surte solo se ensució.
Los festivales siete y ocho fueron como de
costumbre, es decir, siguieron el mismo programa, a diferencia de las presentaciones pasadas,
las coreografías eran más rítmicas y movidas.
Considero que la razón fue la llegada de mi maestro Omar, una persona
muy especial que figurará más adelante.
El noveno
festival, fue uno de mis favoritos, en
ese tiempo la academia tenía un mayor número de alumnas, incluyendo a mi
hermano y mi primo, quienes tenían una participación en el género de Hip-Hop que el de los últimos años.
A mi parecer, fue el más creativo,
pintoresco y entretenido, las dos
funciones se llenaron por completo, algo muy inusual en la academia.
La maestra decidió integrar jóvenes al grupo de las Young’s, su
participación era más extensa que la de otros años, esa vez bailaban dos coreografías y la
presentación final. En esa ocasión recibí un golpe muy duro en la cabeza,
debido a mi déficit de atención; en el final nuestro grupo tenía que salir de la
parte trasera de los asientos, lanzábamos luces neones de diversos colores al
público, quien al final nos acompañaría con moviéndolas al ritmo de la música.
Mi emoción fue mayor a mi concentración a los movimientos de mi compañera en la
parte frontal, por tanto cuando yo corría y lanzaba las luces, todas se
detuvieron, por la oscuridad no vi la acción y mi cabeza se estampó contra la
suya. Por fortuna no existen testigos.
El décimo y onceavo festival, fueron
rutinarios, a mi parecer no tuvieron algo en especial, claro está que lo disfrutaba mas no contienen
tantas anécdotas como los anteriores.
Mi
último festival en la academia, sin duda fue uno de los que más disfrute, las
coreografías tenían más contenido,
transmitían más, los maestros eran
diferentes y las coreografías lo reflejaban.
Mi favorita fue un remix creado por mi maestro Jonathan, al principio
compartí el escenario solo con él, de manera gradual mis compañeras se
integraban. En verdad disfrute esa canción, el público expreso su asombro con
comentarios posteriores al evento.
Después de cierto tiempo de inactividad, me integre
a una academia diferente llamada BRODAS la cual tendrá lugar más adelante.
Competencias
Mi deseo a lo
largo de los años en la academia era participar en una competencia. Alrededor
de 3 veces se presentó la oportunidad y por diversos motivos no se lograba mi asistencia.
Fue en 2012, la primera vez que mi deseo se cumplió. El nombre de la cadena de competencias era Dance Educators of América, la convocatoria se lanzó en noviembre del año
anterior. Les conté a mis papás sobre la situación, como respuesta dijeron que conversarían a solas y días después me darían a conocer la decisión. Por fortuna, la
respuesta fue afirmativa, me sentí muy
entusiasmada y con una gran felicidad en ese momento. Por obvias razones, el
permiso tenía como condición mantener
una buena conducta, ayudar más de lo habitual en los labores de la casas y no bajar mis calificaciones.
El lunes de la siguiente semana comenzamos a
ensayar l coreografía establecida, llevaba por nombre Boys Will Be Boys y era
interpretada por la cantante paulina rubio, el coreógrafo fue el maestro Omar en
colaboración de la auxiliar Regina y la
maestra titular Mirsha.
Se presentaron dificultades como
la contratación del transporte, la del hotel , entre otras; sin embargo la más
sobresaliente fue la económica. El viaje es organizado por la academia, por tanto es en grupo, es decir nos
hospedamos, viajamos y es el mismo tiempo de estancia juntas.
Con el objetivo de favorecer la
economía de las familias, los padres y
el personal de la academia decidieron llevar a cabo una serie de eventos para la
recaudación de fondos, estos incluían una rifa, una carrera, venta de diversos postres entre otras.
Las ganancias aportaron
alrededor de dos mil pesos a cada una de
las alumnas inscritas en la competencia.
Los ensayos cada vez aumentaban su exigencia, al grado de
entrenar en los fines de semana ocho horas al día.
El 24 de marzo del mismo año, comenzaba aquel viaje. El punto de
partida fue en la academia, a las 8:00p.m.,
me acompañaban mi mama y mi
hermano, incluyendo a mis prima quien también participaría, su hermano y mama.
El traslado fue muy largo, pero
a la vez inolvidable, miles de experiencias van grabadas en mi mente, en
realidad fue uno de los mejores viajes que eh realizado.
La
primera parada previa a nuestro destino,
fue en la iglesia de Zapopan, era una tradición de la academia ir a dicho lugar
para agradecer que nuestro traslado fuera seguro y sin complicaciones.
Posterior a ello, fuimos a
almorzar a un lugar en Guadalajara que se llama San Juan de Dios, aprovechamos
la estancia para realizar compras en las zonas turísticas de ahí. Dos horas
después, nos trasladamos al hotel Fiesta Americana, mismo que era sede de
la competencia, es decir en ese lugar se impartirían los cursos implícitos en
el paquete de la compañía.
Ese día por la tarde
comenzaban los cursos, son clases
impartidas por maestros extranjeros, quienes son bailarines profesionales y han
participado en espectáculos de artistas como Madonna, One Direction y Beyonce.
La primera
clase fue la de Ballet, el maestro se llama Daniel Catanach y es originario de
Francia, es el más estricto y con mayor experiencia. Fue una clase llena de
elegancia y arte clásico.
Cambiamos de manera drástica de
género musical, pues la siguiente clase era de Hip-Hop, a diferencia de la primera, fue espontanea, divertida y
muy urbana, además, el estilo para impartir la clase del maestro era única,
su nombre es Jason Lee, quien es
procedente de Tokio. La canción de la coreografía era una mezcla de rap
con un ritmo lento, esta, fue compuesta por él mismo.
La penúltima clase fue la de
Lirico contemporáneo, Jhenn Shead es el nombre de la maestra titular, no fue mi
favorita, sin embargo fue la más interactiva y conocí gente de diferentes
partes del país y del continente.
La ultima clase fue la de Tap, la maestra Kelly era Canadiense y era
bailarina de Beyonce, es mi ídolo, es una gran persona y excelente bailarina,
espero algún día coincidir en un evento del mismo tipo.
El día siguiente eran las
competencias, nos despertamos a las 4:00a.m.,
debido al itinerario tan saturado de las personas que nos iban a peinar y
maquillar, razón que llevo a varias madres a peinar a sus hijas. Dos horas
después, nos trasladamos al teatro donde se llevarían a cabo las competencias,
nuestra estancia en ese lugar previo a nuestra participación, fue de alrededor
de cinco horas.
En ese tiempo, realizamos sesiones fotográficas
grupales, y nos preparamos para nuestro número.
Llegó la hora y salimos al
escenario, bailamos como grupo, no tuvimos errores perceptibles por el público,
bailamos en equipo y entregamos todo de nosotras, cuando salimos todas
coincidimos en esos aspectos, nos encontrábamos conformes con nuestro desenlace
y estábamos ansiosas esperando la premiación de nuestra categoría.
Después de una hora, fue el turno
de nuestras compañeras del grupo Young’s,
las apoyamos de manera recíproca y las alentamos sin parar.
Alrededor de las 11:00 p.m., fueron
las premiaciones, esperábamos con deseo los resultados; y por fortuna obtuvimos
primer lugar con medalla de oro en nuestra categoría. No contuvimos nuestro
júbilo y al salir del escenario gritamos y saltamos sin parar, la mayoría de mi
equipo era primeriza incluyéndome, por tanto experimentamos una grata sensación
de ganar un mérito por nuestra cuenta.
El siguiente viaje fue similar al
anterior, opuesto a él, las competencias pertenecían a la cadena de Sheer Talent LTD, el destino era e miso
al igual que el tiempo de duración. En esta particular ocasión mi hermano y mi
primo figurarían en la competencia, con el grupo M-Boys,
El número de alumnas de selección, aumentó a
cincuenta. Este viaje fue más divertido e interactivo, uno de los protagonistas fue nuestro maestro
Omar, su extrovertida personalidad hizo este viaje inolvidable.
En los cursos, se impartieron los
mismos géneros con diferentes maestros, la mayoría de los integrantes del grupo
mayor al nuestro y del de los más pequeños, fueron acreedores a una beca con
destino a New York, incluyendo a mi
primo.
Nuestro grupo competía en dos
categorías, pues nuestra coreografía así lo ameritaba, era una mezcla de Jazz y Pomps. Era la tercera ocasión que
la competencia era fuera de la ciudad, la emoción no era la misma que la
primera vez, la preparación fue más dura y los resultados fueron notorios, obtuvimos primer lugar en nuestra categoría, medalla de platino y un
premio especial a trabajo en equipo.
Amigos
En el baile no
solo se conocen personas o se interactúa
con ellos solo en la disciplina, en mi caso y creo en el de la mayoría, las
amistades que se fomentan son para toda la vida, uno de los factores más
influyentes, es nuestro amor por el mismo arte.
Pasamos gran parte de nuestro tiempo
preparándonos, motivo que da pie a forjar amistades. Compartimos experiencias, vivimos
triunfos y derrotas juntas, nos ayudamos, corregimos nuestros errores
basándonos en el conocimiento de la otra, en ese momento te das cuenta que una amistad
no es solo confiar y recibir tus sentimientos y acciones con la otra persona, si no ayudar de manera recíproca
por el tiempo que sea necesario.
Como seres humanos con el tiempo,
nuestra mentalidad, forma de ver las acciones y comportamientos de las personas
cambia, en base a ello elegimos a las personas con las que queremos compartir nuestro tiempo,
nuestras opiniones y los más importante, tener ese sentimiento mutuo por una persona que no es parte de tu familia,
sin embargo siempre está para ti, en los momentos más inesperados.
A lo largo de mi estancia en esta disciplina,
conocí demasiadas personas, cada una de ellas con personalidades muy diferentes, al principio la convivencia era mutua, es
decir, como grupo nos llevábamos bien, sin embargo fuimos creciendo juntas y
después de tanto tiempo comienzas a ver la verdadera forma de ser de cada
persona y es ahí donde tú eliges a que círculo pertenecer.
Considero que amistades verdaderas y que surgieron de este hobby,
tengo tres, son personas que aprecio
mucho y que considero parte de mi familia, compartimos la fidelidad
a la danza y tenemos una gusto en común, un gusto que se convierte en un
estilo de vida,
A todas les tengo un gran cariño,
comenzare por Salma, una niña muy simpática y divertida, hace que el momento más
triste sea divertido, siempre ve el lado positivo de las cosas, la empatía es
algo que la define.
Andrea, la persona más extrovertida
que conozco, su forma rara y madura a la vez de ver las cosas es algo
característico de ella, es una persona servicial.
Por último y no menos importante
esta Ángela, mi prima, casi una hermana,
es indescriptible el cariño que tengo hacia ella, nuestro amor por el
mismo arte hace que nuestra unión sea mas sólida, la ayuda mutua y las
experiencias compartidas forjaron una amistad como ninguna.
Describiré lo
anterior con la siguiente frase: “La vida no es nada sin amistad”[2]
Profesores
Un maestro o maestra para mí, es una
persona que te guía por un camino de
conocimientos, el mismo que te abrirá las puertas para adentrarte en un mundo
de saberes y posibilidades en tu futuro.
En
el baile eh tenido muchos profesores, la mayoría excelentes en este ámbito, a
pesar de ello, la llegada a mi vida de dos maestros marcaron mi experiencia
en la danza.
Uno
de ellos se llama Omar Hernández López, es una persona alegre, directa y
sincera, expresa sus opiniones sin temor a los comentarios provenientes de los
demás, es increíble su entrega hacia este arte. Nunca conocí a una persona con
esa vocación, con esa gran habilidad para fomentar el amor por la danza en
personas de todas las edades.
Lo conocí cuando mi edad era de 12 años, a pesar de ello, su manera estricta de trabajar
no cambio conmigo ni con ninguna de las
alumnas, poco a poco su dureza me fue enseñando que para conseguir un objetivo
en el baile tenía que trabajar arduo cada
ensayo, sin distracciones, dedicándole toda mi pasión por lo que hacía,
a la vez divirtiéndome con lo que hago, sintiendo cada paso, cada movimiento,
sin seguir técnica alguna.
La
siguiente frase me recuerda a el: “Un profesor trabaja para la eternidad: nadie
puede decir donde acaba su influencia”[3]
La
maestra Regina Lozano Ibarra, es
auxiliar de mi anterior academia, Y
pertenece a ella desde hace más de 12 años. A pesar de su corta edad, comparada con la del resto de los profesores, su carisma y disciplina le abrieron puertas
en este ámbito. Considero que una persona de esa edad tiene como prioridad las
fiestas o salidas frecuentes con su grupo de amigos, sin embargo para ella el baile era
indispensable en su vida. Tenía mucha paciencia y tolerancia, no cualquier persona se adapta a la forma de
enseñanza de cada grupo con edades diferentes,
pues cambia en su totalidad la forma de dirigirse a un grupo. Le tengo
un gran cariño, ella me vio en mis
peores momentos, me vio crecer en la
disciplina y siempre se mantuvo ahí para apoyarme si era necesario, es una
persona que de una manera más sutil te expresa críticas en tus áreas de
oportunidad y además de ello contribuye a
tu mejora. Compartimos muchas experiencias juntas y para mí y toda mi
familia, ella es y siempre será una de
mis mejores maestras.
Como alguna vez alguien dijo: ”Un recuerdo con aprecio a los maestros
brillantes, pero con gratitud a los que tocaron nuestros sentimientos”[4]
Cambios
De pequeña fui una niña muy tímida, para mí era difícil tener amistades o
convivir con la gente desconocida. Desde
que me integre a la disciplina, desapareció mi timidez poco a poco, un factor que contribuyó fueron mis
presentaciones, el bailar en público no
es fácil, centenas de personas observan tus movimientos y son más perceptibles
tus errores ante ellos.
En el ámbito académico, mejoro mi área de oportunidad frente al
grupo, es decir, a partir de ese cambio, fue más fácil para mi
exponer un tema sin sentir tantos nervios.
Mejoró mi concentración y
disciplina, para lograr formar parte y
tener un buen desempeño en los dos mi obligación era dedicarme por completo y
entregar todo a cada ámbito.
Otro cambio
evidente fue mi físico, como mencioné mi peso aumentó recién ingrese a la
primaria, este disminuyó de manera
abismal cuando ingrese a la secundaria, fue evidente mi crecimiento.
¿Baile o vida
social?
Soy bailarín, he cambiado citas por ensayos, el
estilo por el sudor en todo el cuerpo, noches de fiesta por una presentación,
ropa de moda por un vestuario y no me importa nada de lo que eh tenido que
dejar por el amor y la satisfacción de dar lo mejor de mí en el baile, sé que
los verdaderos amigos lo entenderán.[5]
Partiré de esta frase para
desarrollar el siguiente tema en base a mi experiencia.
A nuestra edad, muchas de las personas consideran como
prioridad las fiestas, el deseo de vivir
los momentos a una etapa más temprana, quieren
vivir sin ninguna presión, sólo cumplir con la escolaridad y pasar el resto del
día sin ninguna actividad determinada.
Cuando comencé a bailar,
mi corta edad me impedía pensar sobre las complicaciones que se presentarían a
lo largo de mi vida si continuaba en la disciplina. Al entrar a la secundaria, el ritmo académico
aumento, a tal punto que era imposible asistir a un ensayo.
Así poco a poco aprendí
a organizar mi itinerario, a pesar de ello, se presentaron casos de elección,
es decir me veía obligada a decidir entre un evento social y una presentación, mi postura siempre fue y
será la misma, prefiero hacer lo que me gusta a pasar un momento poco grato y
en un ambiente incómodo. Defino incómodo, como un ambiente donde personas en
apenas (de mi edad), aparentan tener la suficiente madurez para embriagarse.
En la parte que refiere “sé que los verdaderos amigos lo
entenderán”, expresare que es muy certera, como personas, la mayoría del
tiempo juzgamos por la primera impresión, o por nuestros conocimientos sobre
algo, creemos que todo es correcto a nuestra manera, por desgracia no es así, es
molesto que una persona critique sin conocer los sentimientos de la otra. Es
correcto, solo pocos entienden, solo los más allegados, aquellos que conocen tu
amor por ese arte.
Como lo menciona la
frase, no me arrepiento de los sacrificios realizados, pues nada se compara a
esa grata sensación que recorre tu cuerpo cuando una o un grupo de personas aprecian
lo que realizas, lo aluden y es entonces cuando todos tus sacrificios valen la
pena.
BRODAS
Considero que para pertenecer a un grupo, necesitas sentirte parte de él,
se necesita tener ese sentimiento mutuo alumno maestro, que te empuje a seguir
perteneciendo a él. Pocas veces ese lazo perdura muchos años y creo que ese fue
mi caso.
Por esa y otras razones
decidí abandonar mi estancia en Mirshdance.
Me mantuve alrededor de medio año inactiva.
Estaba consciente de la
existencia de la academia Brodas, tras
varios eventos en los que competimos, era un grupo fuerte, bailaban con
determinación, un grupo original. Sus coreografías se convertían en un
espectáculo, siempre siguiendo los paradigmas que el baile establecida.
En octubre de 2016,
decidí integrarme a este grupo, y creo es la mejor decisión que pude tomar. Sus
ideas innovadoras te motivan a que tu estancia sea duradera, el método de enseñanza es diferente y funcional,
proporcionándote seguridad a la vez que reduce tu índice de error frente a un
público.
Cada día de la semana,
la clase es impartida por un maestro diferente,
se establece una coreografía y es repetida hasta que un porcentaje
considerable de las alumnas la dominan.
Posterior a ello, el grupo se divide en secciones y cada grupo pasa a bailar la
coreografía frente a sus compañeros. Es de mi agrado este método, creo que es
útil y reduce tus nervios al momento que pisas por primera vez un escenario.
Su mentalidad la refiero
con la siguiente frase:: “Mi objetivo no es enseñar el método que todo el mundo
debería seguir para utilizar bien su razón si no únicamente mostrar como he
tratado de utilizar bien la mía.”[6]
Espero formar parte de
este proyecto por muchos, años y considero que sin importar el lugar donde
estés o más bien a la academia que pertenezcas mientras realices lo que te
gusta no existirá una complicación que impida que continúes sintiendo ese amor
por la danza.
[1] Shead, J. Pinerest, recuperado de
https://www.pinterest.com/pin/52917364349632022/, visto el 22 de enero 2017.
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