Prof. José Luis Velarde
Dedicatoria
Me gustaría agradecer en primera a mi
profesor que me ayuda a entender el concepto básico de un ensayo personal, y
sacarme todos aquellos temores de hablar de mí misma en un ensayo. También le
agradezco a mi mamá, que me obliga a esforzarme en este parcial para salir mejor, pero quiero agradecer en especial a mi hermano mayor, quien
siempre estuvo ahí para mí y que sé que aún lo está. Él fue mi base de
inspiración para este ensayo. Siendo honesta no pude haber pedido un mejor
hermano del que ya tengo, estoy muy agradecida por lo que é siempre hizo por
mí y por la manera en que nos llevamos ahora, quien iba a decir que él se
convertiría en uno de mis mejores amigos. Y tampoco podría estar más orgullosa
de decir hasta donde ha llegado mi hermano en tan poco tiempo, no fue muy
difícil escribir sobre el tema de “los
hermanos”, ya que cuando el profesor nos pidió algo de qué hablar, no hay tema
más extenso y del que sepa más que el de mis propios hermanos. Y por supuesto,
a mis amigos a los cuales considero como hermanos.
Tabla de Contenidos
Introducción
Tal vez no todas las familias tienen grandes
integrantes o sean de las que solo están formadas por mamá, papá e hijo. Pero
hay familias en las que los padres tienen más de un hijo, esto quiere decir que
uno puede llegar a tener uno o más hermanos en su familia. En lo que llevo de
vida he notado la gran variedad de maneras en que los hermanos se llevan unos
con los otros. También sé que la edad o más bien, la diferencia de edad que se
tienen entre, ellos les designa el nombre de los hermanos mayores, los menores
o incluso los de en medio. Todo puede variar, existen casos en que los hermanos
no se llevan bien entre sí y también hay los que
además de hermanos, son mejores amigos.
Con este ensayo me gustaría demostrar
que no todos los hermanos son iguales, y que tomar un estereotipo de ellos no
es lo correcto. Todos y cada uno de ellos tienen una manera diferente de
expresar el afecto que nos tienen, no es necesario que nos lo expresen de una
manera empalagosa o muy cariñosa, sino que tenemos que aprender a detectar la manera en que ellos nos lo
demuestran y a partir de eso, debemos de aceptarlos tal y como son, ya que al
final de cuentas son nuestros hermanos, y por lo tanto, son nuestra familia.
Los hermanos son aquellos quienes forman parte de
nuestra familia. Ayudan a que no te sientas solo al momento en que cruzas por
tu infancia o pueden ser solo una sorpresa de tus padres que te dicen en el
momento en el que menos te lo esperas. Lo que me hace recordar mucho esta
frase: “Un hermano es un amigo dado por la naturaleza.”[1]
En mi caso, tengo tres hermanos, uno
mayor y dos hermanas menores, esto quiere decir que en casa no existe momento
de aburrimiento. Como hermana mayor de dos pequeñas, tengo que estar la mayor
parte del tiempo pendiente de lo que hacen y también estar al tanto de sus
travesuras, ya que si algo sale mal, la que termina siendo regañada soy yo. Por
ahora solo nos encontramos tres de cuatro hermanos en casa, mi hermano mayor
está construyendo su nueva vida lejos de casa. Sé que suelo echarlo de menos
mucho, pero sé que él está bien, ya que está haciendo lo que él más ama, sé que
es feliz y está satisfecho por lo que tiene hasta ahora. También sé que le
esperan grandes cosas en el futuro, porque sé que es capaz de muchas cosas,
además tiene un gran talento con el cual saldrá adelante.
Hermanos
mayores
Como mencioné hace poco, existen distintas clases
de hermanos. Para empezar están los que al momento de nacer, ellos ya estaban
ahí. Se les da el nombre de “hermanos mayores”. Tener un hermano mayor puede
ser algo grandioso, él podría llegar a ser uno de tus mejores amigos y alguien
del cual nunca te quisieras separar, pero al momento de existir el lado bueno
también está el lado malo, convirtiendo a tu hermano mayor en el causante de
tus peores pesadillas. A ellos no les importa si uno está ocupado o no, ellos
solo quieren que hagas lo que te piden. Al contrario, si uno decide
enfrentarlos, basta con una simple advertencia por parte del hermano mayor o en pocas palabras una breve amenaza.
Entender a los hermanos mayores es algo complicado, claro que no tanto como a
una adolecente en pleno crecimiento, pero si es algo en lo que nos debemos
enfocar. “Los hermanos no necesitan necesariamente decirse algo el uno al otro;
pueden sentarse en una habitación, estar juntos y estar completamente cómodos
el uno con el otro.”[2]
Un hermano mayor puede ser juguetón
contigo, pero al mismo momento actúa de una manera protectora hacia ti. En mi
caso, de vez en cuando juego y me divierto con mis hermanas, debo ser paciente
ya que nuestra diferencia de edad no es muy pequeña que digamos. Cada vez que
estamos juntas intento acoplarme a sus gustos y maneras de ver las cosas, pero
también siempre trato de ver lo mejor para ellas. Me ha ocurrido varias veces,
cuando salimos, en que personas confunden a mis hermanas menores como mis
propias hijas, aunque me hacen sentir algo vieja, también me dan a entender que
las cuido tanto como una madre a sus hijos, y no me molesta que tomen eso en
cuenta.
Con mi hermano mayor es otra cosa, en
este caso yo me convierto en la menor de la historia. El duró siendo cuatro
años como hijo único, hasta el día en que nací yo. Por desgracia no tengo
muchos recuerdos de mi niñez como lo tienen algunas personas, solo suelo
recordar momentos que fueron en verdad importantes o muy sobresalientes para mí.
En fin, con mi hermano recuerdo no llevarme muy bien de pequeña, o bueno, no
teníamos muchas cosas en común. Lo cual me hizo recapacitar sobre la siguiente
frase: “¿Por qué si somos hermanos nos tratamos como enemigos?”[3]
Él y yo no hablábamos mucho, era como
si él viviera en un planeta distinto al mío, de hecho mi madre de vez en cuando
me cuenta anécdotas en donde yo soy la villana del cuento, ella me decía que yo
molestaba mucho a mi hermano y hasta un día mi mamá quiso experimentar algo
para ver si mi forma de ser con él cambiaba. Aquel día yo había tratado mal a
mi hermano y de inmediato mi mamá comenzó a gritarle a mi hermano que se fuera
de la casa para que yo ya no lo tratara mal, era obvio que todo era mentira,
solo que yo aún era muy pequeña para darme cuenta. Después de eso comencé a
llorar porque no quería que mi hermano se fuera de la casa y al parecer aprendí
mi lección, si en verdad quería que mi hermano se quedara, los días de tratarlo
mal se habían acabado, y así fue como pasó. Ya todo lo demás fueron juegos y
una que otra broma ya sea de él hacia mi o viceversa. Sin embargo los años
fueron pasando, y los gustos de cada quien también fueron cambiando, todo hasta
llegar al punto en el que él y yo nos encontramos en un mismo rango.
No recuerdo desde qué momento las
cosas cambiaron, pero ahora las cosas son diferentes. Antes que se fuera a la universidad no había día en que no habláramos, con él siempre
tengo tema de conversación y siempre son largas platicas que pueden llegar a
terminar hasta horas tarde. Yo estaba feliz de tener a un hermano mayor con el
cual me llevaba de lo mejor, un hermano quien era mi persona de apoyo, mi
consejero, mi animador y por lo visto, un gran amigo. “Me hizo aprender que: Hemos
aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces; pero no hemos
aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos”.[4]
El día en que se fue, la verdad no
sentí gran cosa, lo vi todo muy normal, como si él fuese a salir a cenar con
unos amigos o algo parecido. La única diferencia que veía es que llevaba en sus
manos sus pertenencias y algo de maletas. Todo mundo se despedía de él como si
ya no fuese a regresar, yo lo tome como una despedida normal, después de eso
hice la misma rutina de siempre, para mí nada había cambiado.
De todos modos la mayor parte del
tiempo, cuando él estaba en casa, siempre estaba en el piso de arriba encerrado
en su cuarto y en las noches recuerdo que solía dormirse muy tarde y cuando yo
estaba dormida lo único que lograba escuchar eran sus pasos por todo el pasillo
y de vez en cuando en la cocina, ya que era en la noche cuando le daba hambre.
Varias horas después de que él se había ido, pensé que la partida de mi hermano
no me había afectado tanto como lo suelen suponer las personas, pero me estaba
precipitando a todo. Fueron unas noches después cuando me di cuenta de la
realidad de las cosas, era tarde así que me fui a acostar, me parecía raro ver
todo oscuro en el piso de arriba, pero recordé que quien prendía las luces era
mi hermano, así que lo tuve que hacer yo. Pase por el cuarto de mi hermano
esperando verlo pegado al computador como de costumbre, pero en vez de eso solo
vi un cuarto vacío con una cama que no tenía ni sabanas. Comencé a sentir algo
raro, algo que no había sentido y al parecer extrañaba a mi hermano, después de
eso me fui a acostar, cuando ya todos estaban dormidos los pasos y ruidos en la
cocina que estaba acostumbrada a escuchar se habían ido, todo estaba tan
silencioso que daba algo de miedo, y fue ahí cuando me di cuenta que mi hermano
ya no estaba más. Que ya había llegado el día en el que tenía que irse de casa
a continuar su propio camino. Ahora me sentía sola, ya que sentía que la única
persona que me escuchaba y ayudaba se había ido.
Ese día me di cuenta de lo mucho que
lo iba a extrañar y que todo tiene que cambiar en algún momento, desde ese
punto yo me había convertido en la hermana mayor de la casa, las cosas
cambiaron y la que tenía que hacer todos los mandados y quehaceres de la casa
era nada más y nada menos que yo. La parte buena de esto es que cada vez que
tenemos la oportunidad de ver y pasar tiempo con mi hermano, siempre es muy
divertido y nos la pasamos genial. Todo esto me hace poner la siguiente frase: “En
el exterior crecemos. Pero no es así para hermanos y hermanas. Nos conocemos
como siempre. Conocemos nuestros corazones. Compartimos nuestras bromas
familiares privadas. Recordamos nuestros secretos familiares, penas y alegrías.
Vivimos fuera del efecto del tiempo.”[5]
Uno no se puede llegar a comunicar
bien con su hermano mayor al principio, pero poco a poco las cosas van
cambiando y es ahí cuando todos se dan cuenta de lo mucho que aprecian a sus
hermanos, y mucho más a los mayores, ya que ellos también están ahí para proteger
a sus pequeños hermanos, no es necesario que uno sea tan pequeño de edad para
que el hermano mayor quiera estar siempre protegiéndolos o querer lo mejor para
ellos, puede haber una muy pequeña diferencia de edad ya sea de uno o más años,
y los hermanos mayores siempre tendrán cuidado con sus hermanos menores, eso es
seguro.
Ser hermano mayor tiene sus ventajas y
también sus desventajas. Viendo por la parte de las ventajas, los toman a ellos
como los más independientes, y así obtienen permiso más fácil. Otra ventaja de
ellos es que son los segundos al mando, cuando los padres salen a algún mandado
o tiene algún asunto importante, quien se queda a cargo son los hermanos
mayores, se quedan a cargo de todo y se creen los dueños de la televisión, y en
casos muy comunes, creen que nos pueden mandar por cualquier cosa. Toman a uno
como esclavo o sirviente, lo que suene menos ofensivo, y de ahí nada se les
complica.
También disfrutan de hacernos bromas y
aprovecharse de que los más pequeños saben menos cosas que ellos, por eso se
les hace fácil engañarnos a cualquier hora con cualquier cosa. Ya sea
inventándonos cuentos de terror, o confundirnos para que al final ellos
obtengan lo que quieren. Ya cuando uno crece no cae tan fácil a las bromas de
sus hermanos mayores pero ellos siempre verán la manera de hacerlo. No es muy
común que un hermano muestre su afecto por su otro hermano, y si esto sucede,
es común verlo solo cuando son muy pequeños, ya cuando son grandes, su amor no
es muy notorio. “Ningún amigo como un hermano; ningún enemigo como un hermano”.[6]
Conclusiones
Todo lleva a lo mismo, así como se
mencionó antes, cada uno tiene su manera de demostrarlo, incluso hacer bromas
es una de ellas, ya si los hermanos no quieren tener nada que ver, ahí ya
cambian las cosas. Ahora, las desventajas pueden llegar a ser un poco más que
las ventajas. Al momento de ser hermano mayor, se convierte en el portador de
una gran responsabilidad, ya que ser hermano mayor implica muchas cosas.
Implica ser paciente, porque no se sabe si los hermanos menores serán unos
lindos ángeles o solo un dolor de cabeza. También se necesita ser fuerte, pero
no hablo del físico, sino de lo mental. Tiene que saber cómo tratar a sus
hermanos menores, saber cómo entenderlos y llevarse con ellos de una manera
pacífica o tan si quiera normal. Tiene que soportar los mandados que encarga la
mamá, los regaños del papá y de la mamá, entender que si uno de sus hermanos se
lastima es responsabilidad de él. Ser calmado y no un busca pleitos y así como
estas, muchas cosas más. “A veces ser un hermano es incluso mejor que ser un
superhéroe”[7]
Hermanos
de en medio
Ya se habló de los hermanos mayores, ahora siguen
los hermanos que no son ni los mayores, ni tampoco los menores, me refiero a
los llamados “hermanos de en medio”. Se sabe mucho de los hermanos mayores, y
también se identifican mucho a los menores, pero ¿qué ocurre con los hermanos
de en medio? Los hermanos de en medio tienen algo así llamada como una “mala
fama”, y esto se refiere a que no se les toma mucho en cuenta, puede que suene
algo cruel pero de alguna manera es la verdad. Los padres se enfocan en el hermano mayor por ser el primogénito y en el
menor por ser el más pequeño, pero al parecer el de en medio es que el obtiene
la menor atención, y no es por decir que los padres quieran más a los demás o
que tengan a un favorito, sino que no lo hacen a propósito o a conciencia, es
algo que no lo pueden evitar. Es triste, pero cierto y por más que intenten no
hacerlo, termina pasando lo mismo.
Claro que ser al que menos le ponen
atención tiene sus ventajas, y debo decir que son aún más que las de los
hermanos mayores y los menores. Un ejemplo muy notable sería mi hermana, que no
es la mayor y tampoco la menor. Se podría decir que yo estoy igual que ella, pero
por alguna razón me consideran más como una hermana mayor, convirtiéndola a
ella como la hermana de en medio. Siendo sincera odio lo que a veces ser la
hermana de en medio le afecta. Y no es porque la ignoremos o algo por el
estilo, sino que hay veces en que todos esos rumores de las faltas de atención
y el olvido a los hermanos de este estilo se hacen ciertas. De pequeños, cuando
solo éramos mi hermano y yo, la noticia de la llegada de un nuevo hermano
resulto grandiosa, por suerte no recibí los llamados “celos del más chico”. Al
contrario, me emocionaba mucho tener un nuevo hermano, y mucho más si era niña,
lo cual si resulto ser. Deduzco que la llegada de una nueva integrante a la
familia no me afecto de la mala manera, ya que cuando nació mi hermana yo tenía
ya alrededor de unos ocho años. Sin embargo fue pasando el tiempo, hasta que
por sorpresa mi mamá se había embarazado de nuevo, todos estábamos muy
emocionados por la noticia, incluso mi hermana menor, que aún seguía siendo la
menor, era la más emocionada de todos.es como la frase: “Siempre quise un hermano pequeño porque sentía que
yo, como hermano pequeño lo tenía que hacer todo”.[8]
Al momento en que nació mi nueva
hermana, la cual se había convertido en la nueva hermana menor y la más pequeña
de la familia, no hubo mucho cambio. Fue hasta después que las cosas comenzaron
a cambiar. De forma repentina mi hermana, la cual ya no era la más pequeña de
la familia, comenzó a bajar mucho en sus calificaciones de la escuela. Yo
quedaba sorprendida por sus calificaciones finales y como es que le estaba
yendo a ella y mucho más como no había notado lo que ocurría antes. Ahí me di
cuenta de todo y comencé a ver las cosas de distinta manera, intente ver las
cosas desde su punto de vita y al parecer las cosas eran horribles. Suerte que
mi mamá se dio cuenta de la gravedad de las cosas antes que todo empeorara.
Llegamos al punto en que mi madre y yo nos enfocábamos en poner más atención
hacia ella, darle la atención que ella necesitaba de verdad. Si miramos las
cosas como están ahora, tal vez no se note mucho el cambio, pero por lo menos
sé que hay uno. Hay veces en que a mi hermana y mi mamá pelean con frecuencia,
puede que comiencen hablando de muchas cualquier cosa, ya sea por la tarea o
algo que al parecer fue culpa de mi hermana, pero algo es seguro y es que
siempre, mi hermana termina diciendo lo mucho que no le ponemos la suficiente
atención y lo mucho que necesita que la escuchen. Siempre cuando comienzo a
escuchar los ruidos o señales que me dicen que una discusión comenzara, solo me
voy. Ya que se en que acabara todo esto. Y no es que me queje de la forma de
ser de mi hermana, sino que es como si todo se repitiera cada vez que se
enfada, tal vez al principio si le daba algo de importancia, es solo que ahora
sé que pase lo que pase, las cosas terminaran solucionándose con uno o que otro
abrazo. Temía que en un futuro ellas no se llevaran muy bien, y me refiero a
mis dos hermanas menores. Hoy en día estoy un poco más tranquila, ya que he
aprendido a que las personas pueden llegar a cambiar en cualquier momento, solo
hay que saber identificar cuando, lo cual me parece correcto agregar la
siguiente frase:
“El comienzo del amor consiste en dejar que las personas
a quienes amamos sean absolutamente ellas mismas, y en no presionarlas para que
se amolden a nuestra propia imagen. En este caso, tan sólo amaríamos el reflejo
de nosotros mismos reproducido en ellos. (No man is an Island)”.[9]
De todos modos me preocupo, ya que estamos
hablando de una de mis hermanas menores, hay veces en que si he intentado
ayudarla o estar con ella, pero siendo sincera, es como si la adolecente de la
casa fuera ella, y yo solo fuera la hermana que se queda callada y deja salir
una que otra risa inocente. La verdad no sé qué se siente ser la hermana de en
medio, o tal vez sí, pero no tanto como mi hermana, y tampoco me gustaría
saberlo. Lo único bueno de los hermanos de en medio es que a veces pueden hacer
lo que ellos quieran.
Ellos pueden tomar la falta de
atención como una pobre desventaja o una grandiosa ventaja. Por ejemplo, si tan
grave es la falta de atención, el hermano de en medio puede cometer un grave
error, ya sea rompiendo algo, arruinando el vestido favorito de mamá, sacar
malas notas en la escuela y de alguna u otra forma, los padres puede que ni
siquiera lo tomen en cuenta. Lo que importa es que ellos deben de aprender es a
cómo transformar la famosa falta de atención a un gran punto a favor. Si hacen
eso puede que ser el hermano de en medio los haga sentir mejor que todos sus
otros hermanos. Ya si uno es más sentimental y quiere verle la parte negativa a
las cosas, tendrá en cuenta la mayor parte de su vida, que fue el menos notable
en su familia y que sus padres podrán nunca llegar a preciarlos de una manera
tan importante como ellos desean.
Conclusiones
Es obvio que en toda familia es diferente este
tipo de trato hacia los hermanos de en medio, es solo que se les toma mucho
como los menos tomados en cuenta. En mi familia todos somos iguales y siempre
nos dicen que no hay favoritos, es solo que a veces surgen situaciones en donde
la más afectada es mi hermana menor, que viene siendo la de en medio, y eso me
hace dudar de ciertas cosas. Supongo que tendré que esperar a que tenga hijos y
forme mi propia familia para darme cuenta de muchas cosas, ya que si en estos
momentos hago un intento por hacer preguntas a mis padres tratando de sacar
algo de información, dudo que sea posible.
Hermanos
menores
Esta clase de hermanos corren el riesgo a perder
su puesto, y por perder su puesto me refiero a dejar de ser llamados como los
“hermanos menores”. Los hermanos menores son aquellos que fueron los últimos al
nacer, y por lógica puede tener uno o más hermanos mayores. De ellos surgen
grandes problemas, ya se causar celos hacia sus demás hermanos o ser al que más
molesten, ya que sería considerado como el más indefenso de la familia. Uno
puede llegar a batallar mucho con ellos pero al final también incluyen su parte
positiva. “No es pesado, es mi hermano”.[10]
Por un tiempo, en mi familia tenía
solo una hermana menor, pero nadie se esperaba a que en el futuro tendría dos
hermanas menores a las cuales cuidar y por lo tanto soportar día a día. Y a lo
que me refiero de “nadie se esperaba” es porque es la verdad. Cuando tenía
catorce años, mi madre se puso el compromiso y la meta de bajar de peso, por lo
tanto ella salía cada semana a sus clases de zumba. Con el tiempo ella
regresaba exhausta, lo cual era de esperarse, pero ella se daba cuenta que
todas sus compañeras notaban una diferencia en sus tallas y su respectivo peso.
Ellas iban cada vez bajando más y más, pero mi mamá era la única que no veía
ningún resultado, incluso en ocasiones se llegaba a ver un poco más grande de
lo que según ella ya lucia. Pero eso no la detuvo, ella se había comprometido
con la pérdida de peso y eso es lo que iba a hacer. Siguió haciendo de todo con
tal de bajar unos kilos de más, pero sus desilusiones la iban dejando sin ganas
con lo que transcurría el tiempo. Unos meses después podía notar como mi mamá
iba a escondidas al refrigerador en busca de algo comida. La verdad a ella la
notaba algo extraña, tenía muchos antojos y mi papá se mareaba con facilidad.
Fue una etapa algo rara para mí, nunca había visto a mis papás actuar de esa
manera, o bueno, con que yo recuerde no. En ese momento comencé a tener una
ligera sospecha que mis padres ocultaban algo, lo cual me hace reflexionar
sobre la frase: “Hay pocas razones para decir la verdad, pero para mentir el
número es infinito.”[11]
Pasaron los días y mi madre comenzó a
sentirse un poco enferma, o en otras palabras, algo débil y adolorida. Ella
estaba preocupada al igual que todos nosotros. Desconocía las causas de su
malestar, así que se tomó la oportunidad de irse a hacer unos exámenes para ver
si todo se encontraba en orden. Como eran unos exámenes rápidos que solo
servirían para saber si todo estaba bien, venían algo así como pruebas extra,
las cuales no le cobrarían por ellas, entre ellas estaba la prueba de embarazo
y como mi mamá no es de las que desperdicia las cosas, se dijo a sí misma “ya
que”. Cuando salieron los resultados, no recuerdo muy bien si esperó hasta
llegar a casa para revisarlos o se lo dijeron en donde había tomado los
exámenes. El punto es que ella estaba tranquila, pero no del todo, ya que ella
sabía muy bien que no estaba bien. Poco a poco fue descartando varias cosas de
la lista, así como la presión alta, el azúcar y demás. Mi mamá nunca se imaginó
lo que era en verdad, ya que nunca se le cruzo por la mente que lo que ella en
realidad tenía, es que estaba esperando a un nuevo bebé. Recuerdo muy bien su
expresión, era como un conjunto de todo tipo de emociones. Sus ojos reflejaban
felicidad, asombro, emoción, confusión y algo de duda. Fue cuando todo tenía
sentido para mí, podía entender ya el porqué de la mayoría de las cosas y no
era nada más y nada menos que saber que mi mamá estaba embarazada. Ya cuando mi
mamá acepto que estaba esperando a un bebé y por lo tanto a mi futuro hermano o
hermana, comenzó a preguntarse lo que pasaría ahora.
Una de las causas por las cuales se
sorprendió fue de cómo ella pudo llegar a embarazarse a esa edad, ya que bien
se sabe que entre más viejo uno es, más difícil es tener un bebé. Fuera de eso
ella no esperaba tener un bebé y sé que muchos hermanos aprovechan a molestar a
sus hermanos menores diciéndoles que ellos no fueron planeados y que fueron un
simple error por parte de los padres, claro que lo hacen solo con la intención
de molestar y saben muy bien que no es cierto, pero quien iba a pensar que en
este caso las cosas si fueran ciertas. Tal vez suene feo pero al final de
cuentas mi hermana menor no fue planeada, en cambio fue una gran sorpresa para mis
padres. Pero cabe de destacar que de no haber sido por ella no habrían pasado
varia cosas que marcan sucesos importantes. Hubo tiempos difíciles en los que
mi mamá necesitaba de alguna distracción, y que mejor que encargarse de un bebé
para mantenerse ocupada y fuerte en tanto a los obstáculos que se le iban
presentando.
La llegada de mi hermana menor me hizo
dar cuenta que las cosas siempre ocurren por una razón, y esa razón puede que
cambie muchas cosas en tanto tu manera de pensar y en tu manera de ser, lo cual
me lleva a la frase siguiente:
“Algunas veces, las personas llegan a nuestras vidas y
rápidamente nos damos cuenta de que esto pasa porque debe de ser así, para
servir un propósito, para enseñar una lección, para descubrir quiénes somos en realidad,
para enseñarnos lo que deseamos alcanzar”.[12]
Estoy agradecida por la llegada de mi hermana
menor, ya van tres años desde su nacimiento y estoy feliz por tener una hermana
a la cual tener que ir a recoger todos los días después de la escuela, a la cual
cuidar sin condición alguna, la cual no batalla para subirme al ánimo cuando me
ve un poco diferente y la que me hace sentir ese instinto materno. Con mi
primera hermana menor (la de en medio) no fue tanto así, porque yo estaba más
pequeña cuando ella nació, es por eso que no fui tan pendiente con ella como lo
soy ahora con la más pequeña.
Las ventajas de ser el hermano menor
de la casa son varias, por ejemplo esta ser reconocido como “el consentido de
la casa”, ser pequeño tal vez pueda traerte desventajas, pero al mismo tiempo
puedes sacarle provecho a las cosas. Si tu mamá tiene alguna tarea del hogar
planeada o algún trabajo pesado por hacer, te toma en cuenta como la última
opción de la lista de personas a quienes puede encargar esa tarea. Puede ser
cualquiera, pero menos el más pequeño de la casa por temor a que le pase algo.
Otro punto que pueden usar a su favor es l poder de la manipulación sobre la
mayoría de la familia, excepto de sus hermanos, ellos si se dan cuenta de lo
que ocurre en realidad. También si el hermano mayor está usando o jugando con
algo que el hermano menor quiere y su
hermano mayor no desea prestarle o compartir aquello que tanto quiere, solo
basta con un simple llanto por parte del hermano menor. De inmediato la madre o
padre llegaran y el hermano pequeño dará la excusa que su hermano lo golpeo o
que le quito aquel juguete con el que estaba jugando. Con eso el hermano mayor
obtendrá un regaño y tal vez un castigo, el cual el más pequeño disfrutara, y
el hermano menor se saldrá con la suya. Claro que al final de cuentas ambos
hermanos aprenden a llevarse así con el paso del tiempo, lo importante no es
llevárselo muy a pecho para no arruinar las cosas por una simple broma. Como
aquella frase que dice: “No hay guerra más hiriente que entre hermanos y
parientes”.[13]
Otra ventaja es que para ellos todo es
fácil, lo que desean lo reciben, si ellos no pueden con algo, uno tiene que
atenderlos lo más rápido posible, o sino comenzaran a molestar o peor aún, a
llorar. Sin embargo también tienes alguna que otra desventaja, por ser los más
pequeños, también se vuelven los más vulnerables al momento de nacer. Si le
tocó estar en una familia en la cual él o los hermanos mayores solo están
enfocados en proteger al menor, entonces no tiene nada de qué preocuparse. En
cambio, si está en una familia donde la única diversión de los hermanos mayores
es molestar a su pequeño hermano, ahí si tiene que preocuparse, pero no hay
porque alarmarse, me estoy refiriendo a las típicas bromas de hermanos. No siempre
tienen que tomar las expectativas de los golpes y las burlas, ahí ya entra un
tema más serio, pero por ahora es solo un poco de diversión entre hermanos.
Conclusiones
Gracias a mi hermana menor, se lo que
es tener la responsabilidad de cuidar a un ser pequeño que depende solo de las
personas que lo rodean, cuidar de alguien que es tan indefenso y con un gran
camino por delante. Y cuidarla a ella me sirve mejor para entender que tener un
hijo a esta edad no es nada fácil, así que eso se queda para después, mucho
después. No necesito del famoso proyecto de cuidar a un huevo por varias
semanas, y me pregunte ¿qué mejor que tener a un hermano menor que sirve como
ejemplo? La respuesta es, nada. No hay nada mejor que tener a un hermano menor,
y más si te hace caso y te saca una que otra sonrisa. “Hermanos menores,
aquellos que con una pequeña sonrisa te alegran el día”[14]
Amigos
que son como hermanos
A pesar de todo lo que se sabe de los hermanos,
existen las personas que no tienen ya sea la suerte o desventaja, de tener
algún hermano. Cuando uno tiene amigos que son hijos únicos, es común escuchar
de ellos el deseo de tener algún hermano, en cambio, uno que tiene cuatro
hermanos o más, se preguntan por qué ellos desean con tantas ganas tener
hermanos. Supongo que no tienen la idea de lo que implica tenerlos y solo los
que tiene hermanos entenderán. Aunque a veces uno no soporte del todo a sus
hermanos, al fin de cuentas nunca te aburren en casa, siempre tienes algo que
hacer y jamás te sientes sólo. Y ahí es donde comprendo la razón de la cual los
que son hijos únicos desean un hermano o hermana en su familia. “Los que no tienen hermanos o hermanas miran
con algún grado de envidia inocente a aquellos que los tienen.”[15]
Cuando entre a la escuela no era muy
sociable que digamos, era algo tímida y muy callada. Un día entro a la escuela
una niña común y corriente, todo seguía normal. Yo tenía mi grupo de amigas y
ella se iba a otra parte, poco tiempo después note que esa niña y yo teníamos
muchas cosas en común, me fui acercando a ella y tiempo después nos volvimos
muy buenas amigas, se podría decir que en las mejores. Cuando decidí empezar a
juntarme con ella, mi otro grupo de amigas no reacciono de la mejor manera,
ellas pensaban que al juntarme con ella, comenzaría a olvidar a las demás, lo
cual me parecía una tontería que ellas pensaran en eso. Si en realidad eran mis
amigas, no tenían el porqué de pensar de esa manera. Lo cual me recuerda a la
frase: "La buena y verdadera amistad no debe ser sospechosa en nada".[16]
Después de eso entendí que con quien
de verdad debía de estar era con ella, una amiga de verdad. Pasaron los años y
nuestra amistad se fue haciendo más y más fuerte. Por suerte su casa quedaba
cerca de la mía que hasta me podía ir caminando, iba casi todos los días a su
casa, parecía que ya vivía ahí. Sus padres eran personas geniales con las que
me llevaba muy bien, incluso algunas de mis cosas las dejaba en su casa, así
como mi bicicleta y demás. También recuerdo que hasta llegue a viajar fuera de
la ciudad con ella, la verdad la pasábamos muy bien juntas, y hasta ahora
comprendo porque siempre ella tenía tiempo para invitarme a su casa y pasar
tiempo juntas, y es que ella era hija única. Llegamos a ser tan cercanas por
esa misma razón, como ella no tenía hermanos ni hermanas, me llego a considerar
a mi como parte de su familia, era como su hermana. Disfrute mucho de su
compañía, hasta que el tiempo pasó y la primaria llego a su fin. Ella se cambió
de escuela y se mudó a otra ciudad, en la actualidad seguimos en contacto, pero
no hablamos muy seguido. Claro que la extraño, pero en la secundaria cambiaron
muchas cosas. Como en toda escuela, entraron personas nuevas a las cuales nunca
había visto antes. Las primeras semanas no tome mucho en cuanta a los nuevos,
tal vez solo uno que otro saludo, pero no pasaba de ahí. Hasta que un día, durante
el almuerzo, me senté con mis amigas como era de costumbre, la única diferencia
es que había rostros nuevos. Lo único que hice fue seguir la corriente y tratar
de ver cómo era cada uno. Pasaron los días y cada vez sentía más y más
confianza entre nosotros. Ya para segundo de secundaria, éramos más unidos que
nada, el tiempo juntos pasaba volando y o había día en el que no terminara
muriendo de la risa por cualquier cosa. Gracias a ellos conservo grandes
historias que me alegran o causan nostalgia al momento de recordarlas. De hecho
mi primer reporte fue a causa de uno de mis amigos, recuerdo que ese mismo día
el prefecto pasó por los salones a indicar que de ahí en adelante estaba
prohibido entrar o subirse al área de los juegos. No fue gran cosa, y no le
puse mucha atención, ya que yo nunca me subía a los juegos. Cuando el receso
comenzó, mi amigo tuvo la idea de ir hacia los juegos, y en ese momento olvide
por completo lo que nos habían dicho durante la mañana. El llego a subirse a un
juego que daba vueltas, pero yo estaba algo llena y suelo marearme muy fácil,
así que solo preferí recostarme en la resbaladilla. Dos amigas nos acompañaban,
en eso, llego el prefecto y nos llamó la atención, una de nuestras amigas vio
la oportunidad y se fue. Íbamos tres hacia la dirección con la subdirectora, al
final terminamos saliendo de la dirección con un reporte cada quien. Así fue
como obtuve mi primer reporte, por subirme a los juegos, da pena pero es
cierto, solo que ahora cada vez que me preguntan o me lo recuerdan, es un
recuerdo que siempre me divierte. Y así como esta, existen muchas más
historias, y todo gracias a mis amigos.
Me di cuenta que en el mundo hay
personas quienes entienden mi manera de ser, no critican mi sentido de humor y
personas con quienes, en vez que me prohíban hacer cualquier locura, ellos me
ayudan a hacerla. "Es parentesco sin sangre una amistad verdadera".[17]
Conclusiones
Tener a verdaderos amigos, no solo
cambia las cosas, sino que también cambian a uno mismo. En la secundaria conocí
a mi primer mejor amigo, me volví menos tímida, hablaba con mayor facilidad y
me llevaba mejor con todos de una manera más fácil. Me sorprende que a pesar de
todo y después de casi cuatro años, esos amigos siguen ahí para mí, y sé que
cuando tengo un problema ya se a quienes recurrir. Solo espero seguir en
contacto con ellos cuando entre a la universidad. “Se puede vivir sin tener
hermanos pero no se puede vivir sin tener amigos”.[18]
Me sorprende haber encontrado a
personas que fueran tan parecidas a mí, en tanto a la forma de ser o de
congeniar bien. Estoy agradecida por haber encontrado a amigos tan asombrosos
como los que tengo ahora, amigos a los que puedo llamar familia.
[1] - Legouve Jean Baptiste. De
http://www.lifeder.com/frases-hermanos/
[2] - Dicaprio Leonardo. De
http://www.lifeder.com/frases-hermanos/
[3] -Anónimo, consultado el 21 de febrero de la
pagina http://www.sabidurias.com/proverbio/es/37715/annimo/por-que-si-somos-hermanos-nos-tratamos-como-enemigos
[4] Luther King, Martin. Consultado el
22 de febrero en http://www.sabidurias.com/autor/martin-luther-king/es/588
[5] - Ortega Clara. Consultado el 22 de
febrero en http://www.lifeder.com/frases-hermanos/
[6] -Proverbio indio. Consultado el 23
de febrero en http://www.proverbia.net/citastema.asp?tematica=258
[7] - Brown, Marc. Consultada el 23 de
febrero en http://www.lifeder.com/frases-hermanos/
[8] - Pierce Paul. Consultado el 24 de
febrero en http://www.lifeder.com/frases-hermanos/
[10] -Autor desconocido. Consultado y
citado el 24 de febrero en http://www.lifeder.com/frases-hermanos/
[11] -Zafon, Carlos Ruiz del libro "La Sombra del Viento"
consultado el 26 de febrero en http://frases-citas.euroresidentes.com/2006/10/frases-interesantes.html
[12] -Shoshan. Consultado el 26 de
febrero. De “Euroresidentes interactivo” en http://www.mis-frases.org/frases/ver/16353
[15] - Boswell, James. Consultado el 24
de febrero en http://www.lifeder.com/frases-hermanos/
[16] - Saavedra, Miguel de Cervantes. Consultada
el 27 de febrero en http://literatura.about.com/od/citasportema/a/Citas-Sobre-La-Amistad.htm
[17] - Calderón de la Barca, Pedro.
Consultado el 27 de febrero en http://literatura.about.com/od/citasportema/a/Citas-Sobre-La-Amistad.htm
[18]- Anónimo. Consultado el 27 de
febrero en
http://www.sabidurias.com/proverbio/es/40806/annimo/se-puede-vivir-sin-tener-hermanos-pero-no-se-puede-vivir-sin-tene-amigos
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