Marzo 2017
Concurso de Composición y Ensayo
Dedicatoria
Se
lo dedico a mis padres por darme este gusto tan hermoso.
A
todas las personas que aman viajar.
Agradecimientos
Gracias profesor José Luis Velarde por darme el empujón para
realizar este ensayo.
Gracias mami por toda tu ayuda, sin ti nunca hubiera tenido
la inspiración para concluir mi trabajo.
Gracias papá por impulsarme a seguir adelante, por provocar
la curiosidad suficiente para siempre querer descubrir lugares nuevos y
disfrutar los momentos.
Hipótesis
Hablaré sobre mis experiencias durante los viajes y
cuestionaré qué es lo que más me gusta, qué es lo que odio, mis sentimientos
sobre las vivencias y los cambios que los viajes producen en mí.
Este ensayo no tiene fines científicos, en lo personal se podría decir que un
diario.
Con sinceridad digo que se me hizo algo difícil comenzar con
el ensayo, ya que este no era el primer tema del que quería hablar, pero decidí
cambiarlo porque no sentía que fuera algo mío, no
sentía que me identificara. Elegí viajes porque es algo que me
gusta, que hago con frecuencia y quiero seguir haciendo durante toda mi vida.
Thomas Mann define viaje de la siguiente forma:
Dos jornadas de viaje
alejan al hombre- y con mucha más razón al joven cuyas débiles raíces no han
profundizado aún en la existencia- de su universo cotidiano, de todo lo que él
consideraba sus deberes, intereses, preocupaciones y esperanzas; le alejan
infinitamente más de lo que pudo imaginar en el coche que le conducía a la
estación. El espacio que, girando y huyendo, se interpone entre él y su punto
de procedencia, desarrolla fuerzas que se cree reservadas al tiempo. Hora tras
hora, el espacio determina transformaciones interiores muy semejantes a las que
provoca el tiempo, pero de manera alguna las supera. Igual que éste, crea el
olvido; pero lo hace desprendiendo a la persona humana de sus contingencias
para transportarla a un estado de libertad inicial; incluso del pedante y el
burgués hace, de un solo golpe, una especie de vagabundo. El tiempo, según se
dice, es el Leteo. Pero el aire de las lejanías es un brebaje semejante, y si
su efecto es menos radical, es en cambio mucho más rápido.[1]
Viajar es lo más maravilloso que el ser humano pueda hacer, conocer
nuevos lugares, otras culturas, diferente gastronomía, es como viajar a otro
mundo y no tenemos que ir muy lejos; México tiene lugares asombrosos llenos de
color y vida. “El que está acostumbrado a viajar,
sabe que siempre es necesario partir algún día”.[2]
Me gusta mucho esta frase, porque para mí es importante estar en movimiento,
siempre hacer alguna actividad que nos lleve algún fin positivo. En mí el fin
es llegar a mi casa o mejor llegar al hotel y pensar en todo lo nuevo que
aprendí con mi aventura, en pensar en lo que antes desconocía y eso se lo
agradezco a mi abuelo por contarme que cuando él era joven siempre escribía
todo lo que él hacía en su cuaderno de viaje. Una vez me contó la primera vez
que fue a Nueva York en el año 1953, nunca se me va a olvidar esa anécdota,
porque me lo leyó con tanta pasión y me describía hasta el último detalle que
sentía que yo estaba ahí, fue mágico e inigualable. Eso es lo que quiero hacer,
terminar mis días contándoles inolvidables aventuras a mis nietos y quiero que
se sientan como yo lo hice aquella vez.
Algunas veces pienso en buscarme un
trabajo que implique viajar, tal vez como azafata, pero al final del día me retractó, porque sería trabajo y
aún largo plazo dejaría de disfrutarlo, lo vería más como una obligación y
perdería el encanto. Siento que es mejor trabajar (en lo que me gusta)
arduamente para darme el lujo de viajar, pues no dejaré que mis padres lo hagan
por mí si yo soy capaz de hacerlo.
Índice
Agradecimiento
Hipótesis
Capítulo 1
¿Por qué me gusta viajar?
¿Por qué me gusta viajar?
Capítulo 2
La grandeza de México
La grandeza de México
2.1
Nuevo León y su zona metropolitana
2.2
Puerto Vallarta
2.3
Querétaro
2.4
Tequila
2.5
Sam Miguel de Allende, Dolores Hidalgo y Peña de Bernal
2.6
Guadalajara
2.7
Cancún
2.8
Recuerdos
2.8.1
San Juan de los Lagos, Guadalajara, León
2.8.2
Zacatecas
2.8.3
Mazatlán
Capítulo 3
Viajar
3.1 Indispensable para un viaje
3.1 Indispensable para un viaje
3.2 Desventajas de
viajar
3.3
Viajes en familia
Capitulo 4
Futuro
4.1 Tomorrowland
4.2 Viajar de Mochilazo
Al
final
Capítulo 1
¿Por qué me gusta
viajar?
Viajamos:
Porque nos protege de uno de los
narcóticos más nocivos de la vida: la rutina.
Porque acentúa nuestra curiosidad y
ahoga nuestro conformismo.
Porque nos enseña a adaptarnos muy rápido a los cambios, y eso en la vida es
mucho más útil que cualquier licenciatura.
Porque nos recuerda que mientras
tengamos ganas de aprender, tendremos ganas de vivir.
Porque borra de un plumazo todos los
prejuicios que otros intentan inculcarnos.
Porque nos da la oportunidad de
conocernos cada día un poquito más a nosotros mismos.
Porque el ritmo al que nos somete
siempre nos deja tiempo suficiente para poder disfrutar de
las puestas de sol.
Porque nos hace sentir una libertad
que no hemos conseguido experimentar de otra manera.
Porque nos brinda la posibilidad de
darnos cuenta de que nuestro punto de vista es igual de válido que el de las
personas de los países que visitamos.
Porque nos concede el inmenso placer
de despertarnos cada día en un lugar diferente.
Porque nos permite llegar a aquellos
lugares a los que soñábamos ir cuando éramos niños.
Porque nos coloca personas
interesantes a las que conocer en cada esquina.
Porque pone a prueba cada día nuestra
capacidad de entender el mundo.
Porque hace posible que otras
religiones nos parezcan más verosímiles.
Porque nos da fuerzas para entender
todo aquello que nos parece incomprensible de los países a los que vamos.
Porque nos otorga la convicción de
que todo es mucho más sencillo de lo que parece en un principio.[3]
Viajar
es salir de la rutina, conocer lugares y saber lo maravilloso que pueden ser.
Mi papá siempre me dice que es mejor conocer para que no nos piquen los ojos,
que nadie te pueda engañar. Toda la vida me ha dicho “Primero conoce tu país y
luego te vas al extranjero” y sí me pongo a pensar, porque tiene la
razón porque hay gente que ha viajado por todo el mundo y te cuenta historias
fantásticas, pero cuando preguntas por México se quedan callados y yo no quiero
ser como ellos. La frase de mi padre me recuerda mucho a las palabras del
dramaturgo italiano Carlos Goldoni (1707-1793)”Un viajero sabio nunca desprecia
su propio país”.[4]
Mí existen seis razones por la cuales me gusta viajar:
1.
No más preocupaciones:
cuando viajo dejo atrás todo las cosas malas, miedos y problemas que pueda
tener, eso hace que me libere de todo aquello que me detiene y me permite
disfrutar.
2.
Hacer lo que quieres: Cuando viajó puedo hacer lo que se me
antoje; si quiero dormir, comer, ir a la playa o centros comerciales todo el
día y sobre todo relajarme, puedo hacerlo, porque el tiempo no es problema.
3.
Ver y probar cosas diferentes; lo siempre hago cuando estoy
de camino a mi destino es mentalizarme en probar nuevas experiencias y no
criticar antes de hacerlo, porque hacía disfrutaré al máximo todo lo que me
pase. Plinio el Joven describe a la perfección mi tercera razón sobre mi gusto
sobre el viaje: “Por naturaleza, los hombres gustan de ver cosas nuevas y de
viajar”[5]
4.
Compartir buenos momentos con las personas que te acompañan:
Siempre viajó con mi familia y una que otra vez con una amiga. Cada vez que
salimos de vacaciones son nuevas experiencias
y como dije al inicio creas nuevos momentos que son inolvidables.
5.
No estrés: al momento que me subo al carro dejó todo lo que
me preocupa y con ello me causa estrés. Cuando llegó al hotel está prohibido
pensar en esos problemas y es mejor porque cuando llego a mi casa y vuelvo a
pensar en ellos ya tienen una solución.
6.
Justificar todo con "Estoy de vacaciones" Mi mamá
me dio la idea para desarrollar esta idea y tiene razón en todo. Este es el que
más me gusta, porque consiste en no hacer nada porque estas de vacaciones.
Le
pregunto a mi mamá si de toda la vida tengo este gusto y si es
algo que desde pequeña me gusta hacer, me contó que cuando salimos siempre me
ponía como loca a brincar por toda la casa y quería que el tiempo se me pasará
rápido para que llegue el día y así podernos ir. Lo que más me gusta de todo es
dormirme en el viaje no sé en qué consista, pero me duermo tan rico cuando
estoy en el carro que cuando me subo y apenas estamos saliendo de la casa y ya
me estoy quedando dormida. Me despierto por ratos y me luego me vuelvo a
dormir, así es todo el viaje. Las palabras de Jules Renard se adaptan muy bien
a lo que siempre hago. “Comer bien, dormir bien, ir donde se desea, permanecer
donde interese, no quejarse nunca y, sobre todo, huir como de la peste de los
principales monumentos de la ciudad”.[6]
Capítulo 2
La grandeza de México
México tiene cosas malas al igual que
buenas, para mí esas cosas buenas son sus paradisiacos lugares y sus magnifica
cultura. Tiene lugares majestuosos como lo son sus grandes montañas,
paradisiacas playas, sus selvas llenas de biodiversidad y sus grandes ciudades
donde podemos ver la modernidad en donde
lo viejo (antiguos edificios, centros históricos) y lo nuevo (la industria y
las grandes corporaciones) conviven.
No hay en el mundo
mañanas más bellas que estas mañanas de México. Todo lo azul, y lo verde, y lo
alegre, y lo diáfano, y lo espléndido de la vida libre y sana se nos mete
dentro. Diríase que respiramos en una gran selva, dorada por la luz del sol,
pero cargada aún de nocturnos efluvios; que a través de nuestras venas se
despeña un agua fresca y tumultuosa; que el viento que nos da en la frente trae
por igual la resina de los montes y el salitre de las playas; que nuestra vista
se aguza para ver más lejos que nadie, y que aquello que vemos, todo, todo,
tiene un ritmo, una concordia, una vibración y un silencio incomparables. Un
solo impulso nos domina: vivir, vivir apresurada y libre mente, sin renuncias;
no morir nunca para despertar al otro día y reanudar el placer interrumpido
-que sólo podría aborrecerse la muerte por privarnos de esta luz; y de este
juvenil ardor de la tierra; y de esta lluvia de colores.[7]
A lo largo de mi vida viajé a
diversos lugares de México de los cuales aprendí muchas cosas. En este capítulo
hablaré sobre mis experiencias y como me cambiaron:
2.1 Nuevo León y su zona metropolitana
Ir a Monterrey dejo de tener cierta emoción, porque siempre
voy y en vacaciones aún más. Recuerdo la primera vez que fui a Monterrey tenía
siete años y mis papás me llevaron a Plaza Sésamo, fue el mejor día de mi vida.
Ahora voy cada mes y algunas veces siento que vivo ahí. En fin, lo que hago cuando voy es ir a los centros
comerciales que son edificios llenos de gente y comercio, algunas veces me
estreso, pero se me pasa porque siempre me compro algo. Otra cosa que hago es
ir a los parques de diversiones, Bosque Mágico es
mi favorito, porque los juegos mecánicos son lo mejor, la comida no es buena
pero lo demás si lo es. No tengo mucho que decir de la zona metropolitana, son
ciudades muy bonitas, llenas de gente, y de muchas cosas muy interesantes. “Un
viaje de mil millas comienza con el primer paso”.[8]
(Lao-Tsé, 570 a.C.-490 a.C.)
2.2 Puerto Vallarta
“Siempre llegamos al sitio donde nos
esperaban”.[9]
La primera vez que fui
tenía cinco años, no me acuerdo mucho de ello. La segunda vez fue el año
pasado, para ser exacta en julio, lo
primero que diré es que el viaje a Vallarta se
me hizo eterno porque era la primera vez que hacía un viaje tan largo y pasar
ocho horas sentada fue un sufrir, pero al final valió la pena porque cuando llegué a
la ciudad mi mamá me dijo que nada era como antes. “Los
viajes sirven para conocer las costumbres de los distintos pueblos y para
despojarse del prejuicio de que sólo es la propia patria se puede vivir de la
manera a que uno está acostumbrado”.[10]
Este viaje
fue el mejor que me pudo pasar, pues conocí nuevas personas, hice cosas que
nunca antes había hecho y fui a lugares que ni siquiera recordaba. Cada vez que
voy de vacaciones, en los hoteles en donde me
quedo son resort (todo
incluido) y eso es lo mejor que puede pasar, porque puedes comer lo que quieras
cuando quieras. Mientras más pasaban los días más aumentaban
mis ganas de quedarme ahí para siempre. En el hotel Barceló
(ahí fue donde me quedé) había actividades para todas las
edades, se clasificaban en niños, adolescentes, adultos y adultos mayores, mi
hermanita Marthí me contó que sus actividades eran geniales, pues salía a
caminar a la costa con sus amigos del hotel y realizaban juegos para ganar
premios, ya fueran postres o artesanías. Para mí lo mejor fueron las
actividades para adolescentes, porque estaba con gente de mi edad y la mayoría
teníamos gustos muy similares.
En las
actividades conocí a mucha gente que provenía de diferentes partes del mundo,
para mí eso fue lo mejor, porque hacíamos dinámicas en donde contábamos las
cosas más raras que se hacían en sus países, las tradiciones y que era lo
mejor, tengo que admitir que al principio del juego era aburrido pero luego se
tornó más entretenido; por ejemplo en el grupo había una muchacha que era de
Australia, ella nos contó que en su país hay una leyenda de un monstruo llamado
Bunyip nos dijo que es como un
primo del monstruo del lago Ness pero este se aparece en los bosques y platicó
que cuando era chica su mamá la asustaba diciendo que vendría Bunyip por
ella y se la comería, ella siempre se moría de miedo al escuchar a su mamá
diciendo eso.
Cuando se
terminaban las horas de actividades todos nos separábamos y no nos veíamos
hasta el día siguiente, pero con él que siempre convivía era con un muchacho
que era de Rusia. Hablar con él tenía sus
ventajas; la primera era que practicaba mi inglés,
porque él solo hablaba inglés y
ruso, la segunda era que aprendía algo de ruso y él un poco de español. Él y yo
siempre estábamos juntos, era demasiado gracioso, nunca pude pronunciar su
nombre así que lo llamaba ruso, porque
en serio su nombre era imposible. Era divertido cuando se enojaba, pues
empezaba a “hablar” (según él, pero para mí era
como si estuviera gritando) en ruso y lo mejor era que él siempre bebía vodka,
tenía 17 años, pero en Rusia es legal beber desde los 15 años (con sinceridad
digo que no lo creo) y a parte el vodka en Rusia es como tomar café, cuando se embriagaba era lo mejor, en serio
se ponía a hacer un millón de idioteces que
valían y valen oro puro,
lo mejor era preguntarle si estaba borracho y él siempre decía que él no tomaba
así que eso era algo imposible y al rato decía que dejaría de tomar mientas
seguía bebiendo.
Extraño
mucho a ruso, es una persona que nunca voy a olvidar. Recuerdo él día en que se
debía ir fue algo muy triste, nos prometimos volvernos a ver y nunca dejarnos
de hablar. En la actualidad, aún hablamos por FaceTime
y sobre todo en vacaciones por la diferencia de horarios. Admito
que desarrollar este párrafo fue más complicado de lo que pensaba, pero pude
encontrar una frase que hace este párrafo memorable, la encontré en Tumblr y
lo primero que pensé fue en Ruso “Te vuelvo a leer, te vuelvo a sentir y te
vuelvo a extrañar”[11].
Los días
siguientes también fueron muy divertidos, Paola y yo anduvimos en un kajak
en mar
abierto y nos subimos a un barco para ir a islas en las cuales la única forma
de llegar a ellas era por barco. El mar fue lo mejor, era azul y en algunos
lugares era cristalina, tuve la oportunidad de bucear con peces y fue
grandioso. En las noches salíamos a recorrer la ciudad o a buscar algún
espectáculo, lo mejor era cuando había shows en la zona costera, porque
se iluminaba el cielo con luces de colores. Puerto Vallarta fue lo mejor que me
pudo pasar, algún día volveré y me quedaré un
mes si se puede.
2.3
Querétaro
Es
una ciudad en la que se respira arte y modernidad, cada edificio es un cofre en
el que se esconden maravillosos tesoros históricos. Para mí ir de vacaciones a
Querétaro fue de las mejores cosas que me pudo pasar. Llegar a esta ciudad son
cinco horas de camino aunque se me pasan las horas volando, porque me duermo todo el trayecto (de ida y
regreso).
Querétaro lo conocí ya grande (nunca
fui de niña), me hospedé en el hotel Holiday Inn que se ubica en el centro histórico, el hotel era muy bonito y tenía una alberca
impresionante lo único que no me gustó fue que el hotel tenía demasiada gente y no se disfrutaba lo suficiente. El primer
día tuve la oportunidad de ir a muchos museos, como: El museo de la muerte trata sobre
las diferentes visiones que tenían los periodos históricos sobre la muerte y el
que más me gustó fue el museo del arte de Querétaro, mi familia y yo tomamos un tour por el lugar, nos contaron que
antes fue un convento y que lo más importante era el agua, porque significaba
la gracia que salva al hombre de la muerte eterna y el pecado. El segundo día
fuimos a recorrer el centro histórico que es lo más impresionante que se pueda
ver, porque está lleno de color y vida. Lo más divertido que nos pasó fue cuando
queríamos tomar el recorrido por toda la ciudad (en el centro hay un millón de
plazas e iglesias) el objetivo era llegar a la plaza armada, no
teníamos batería suficiente en los celulares para buscar en internet cómo
llegar así que optamos por preguntar por direcciones, una señora fue muy amable
en decirnos el camino y no era tan complicado sólo debíamos caminar 5 cuadras
hacia el norte, cansado, porque en Querétaro las cuadras son inmensas, nosotros
caminamos hacia el Sur. Mi mamá estaba súper enojada y fastidiada, mis hermanas
cansadas y mi papá y yo ya no sabíamos que hacer íbamos a tener el bus, dejamos
de caminar y pedimos un taxi ya que no podíamos caminar más. Llegamos justo a
tiempo para subirnos al autobús y tomar el tour, después de todo nos tocó ir en un autobús de dos
pisos y nuestros asientos estaban en el segundo piso. Durante el recorrido fuimos a plaza fundadores
donde nos contaron sobre unas espinas en forma de cruces que están en el
convento, lo mejor que me paso fue que un hombre estaba vendiendo pedo de monja, son unos chocolates
envinamos, pero nos asombramos por el nombre y mi mamá se agarró a reír. Lo más
importante fue ver los acueductos, porque nos tocó verlo en la noche y
estaban iluminados, la señorita guía nos contó la historia de la construcción
de los acueductos, es una historia de amor entre Juan Antonio de Urrutia y una
monja llamando Sor Marcela, el señor se enamoró de ella y le dijo que le podía
pedir lo que quisiera a lo que ella respondió que la ciudad necesitaba agua,
así fue como se empezó la construcción.
Querétaro es la cuidad que más me
gusta y quisiera vivir ahí algún día. Me gusta tanto la idea de tener todo,
tiene su zona industrial, las plazas comerciales y su centro histórico, todo está en balance y por ello me
encanta. [13]
2.4 Tequila
“Viajar
no debería ser un lujo, sino simplemente un estilo de vida”.[14]
Es un pueblo
ubicado en el estado de Jalisco, se llama así por ser el lugar de origen de
muchas marcas tequileras como José Cuervo, Sauza, Orendain, entre otros. Sólo
estuve ahí un fin de Semana, en lo que pude hacer fue ir a los museos de las
casas tequileras. El primero fue José Cuervo en el museo estaban todas las
botellas que han hecho a lo largo del tiempo desde la primera hasta la más
nueva y sobre todo las ediciones especiales, que muchas de ellas están en venta
por muy altos precios. Después visitamos a la tequila Sauza, en lo personal me
pareció mucho mejor casa Sauza, porque todas sus instalaciones estaban en la
hacienda del fundador. Hicimos el recorrido por la fábrica, contándonos como hacen
su tequila. A la hora de comer, el lugar tenía un buffet el cual no estaba muy caro y había mucha variedad. En
la noche nos quedamos en un hotel muy bonito, mi mamá y yo nos dimos una
escapada en la noche para ver el pueblo, había un espectáculo de luces. No
disfrute lo suficiente y algún día volveré.
2.5 San
Miguel de Allende, Dolores Hidalgo, Tequisquiapan y Peña de Bernal
Cuatro
pueblos catalogados como mágicos, los cuatro pueblos los recorrí en un día ya
que están a menos de una hora entre ellos.
El primer lugar al que fui es Peña
de Bernal, cuando llegamos mi hermana, mi madrina, mi tía y yo queríamos subir
a la cima del cuello volcánico, pero mi hermana Paola se sintió mal así que
tuvimos que bajar. Aun así hasta donde llegamos la vista era increíble. Lo
bueno de bajar es que mi papá compró unos nachos y se los dio a Paola para que
se empezará a sentir bien.
Después nos fuimos a San Miguel de
Allende, la última vez que fui tenía seis años. Ahora todo cambió mucho cuando entramos a
la ciudad lo primero que pude ver fue Liverpool, mi mamá me dijo que hace años era un pueblo donde lo único que
había era pollo feliz. Hicimos un recorrido por el centro tomamos unas cuantas fotos y
pudimos comprar recuerdo. No quisimos perder mucho tiempo para poder ir a
Tequisquiapan y comer. Ya todos teníamos mucha hambre así que en lugar de
recorrer el pueblo optamos por comer, el restaurante era el más recomendado de
la ciudad, pero no era tan bueno. Este pueblo tiene grandes estructuras, eran
de ladrillo y me gustaron mucho.
El último lugar fue Dolores Hidalgo,
en este pueblo su especialidad es el helado, venden de todo los sabores. En la
plaza principal hay demasiado puestos de helados, el helado que comí estaba tan
rico, pero no sé qué sabor era, porque le dije al señor que me diera el más
rico según él. Nunca le pregunté el nombre. Lo más divertido fue que era temporada de
quinceañeras, ya que un solo día tres quinceañeras en el mismo pueblo.
2.6 Guadalajara
Estuve casi una semana en Guadalajara, se supone que solo nos
quedaríamos solo una noche, porque nos quedaba de paso para llegar a Puerto
Vallarta. La mayoría de la semana nos la pasamos Zapopan, pude ir al estadio
Jalisco y a la catedral de Guadalajara. Lo mejor fue poder ir a los outlet me compré tanta ropa que ni
siquiera me cabía en la maleta. No pude conocer tan bien la ciudad, pero sé que
pronto volveré.
2.7 Cancún
“Una vez al
año ve a algún lugar en el que nunca hayas estado antes”.[17]
La mejor navidad de mi vida. Todo comenzó con un
corto viaje a Monterrey, no pude dormir en el viaje, porque estaba tan nerviosa
por subirme a un avión (ya que era mi primera vez), tantas película que vi
sobre accidentes tuvieron efecto ese día.
Nunca había pasado por revisión de un
aeropuerto, por un momento pensé que se iba activar la alarma y todo
mundo me volteara a ver, pero no pasó. Antes del despegue estaba tan nerviosa,
un hombre dijo que todos los accidentes fatales ocurren en el momento del despegue así
que me moría de miedo. El avión despego, mi
tranquilidad regresó y pude dormir a gusto.
Cuando llegue a Cancún fue
grandioso, el aeropuerto era enorme y había mucha gente (sobre todo extranjeros).
El hotel era enorme, había cinco albercas y el mar era precioso. Lo que más
recuerdo del hotel fue la comida y sobre toda las cosas el sushi de arrachera.
2.8
Recuerdos
"No se
recuerdan los días, se recuerdan los momentos.”[18]
Le quise
poner recuerdos, porque no recuerdo muchas cosas o mejor dicho nada de estos
viajes. Tengo que dar créditos a mis padres por ayudarme a escribir este
pequeño fragmento de capítulo. Es muy importante para mí, porque de aquí nace
mi amor por el viaje y siempre querer aprender más.
2.8.1 San
Juan de los Lagos, Guadalajara, León
Cuando tenía tres años hicimos este
viaje hermoso por todos estos hermosos lugares yo era muy pequeña y todos los
recuerdos que tengo son los que me cuentan mis papas que visitamos a la Virgen
de San Juan de los Lagos y de ahí nos fuimos al centro de Guadalajara tomamos
muchas fotos en el Teatro Degollado y una anécdota
“Fuimos a la tienda Andrea y ahí me puse a llorar porque
quería unos tenis además todos se estaban comprando zapatos y a mí no me compraban así que
me puse a llorar y llorar”
2.8.2
Zacatecas
Cuando
cumplí cuatro años pasamos las fiestas de Fin de Año en El Rincón
del Minero un pequeño hotel del centro de la ciudad fueron unas fiestas
hermosas. Además realizamos un recorrido por
el centro de la ciudad en un tranvía.
2.8.3 Mazatlán
Estas fueron unas bellas vacaciones que realizamos
a Mazatlán como aquí
ya soy más grandecita
ya me divierto mucho más llegamos al Ocean Palace un bonito hotel cerca del
mar ahí me divertí mucho en la alberca tenía un tobogán de piedra casi todo el día me la pasaba en la alberca
también nos íbamos a la playa donde jugaba con mi hermana y mis papas , también
me acuerdo que visitamos el Acuario donde nos tomamos muchas fotos, yo me tomé una foto con un tiburón
iba pasando justo detrás de mí cuando se tomó la foto, se ve impresionante. También realizamos un pequeño
recorrido en una lancha donde nos
llevaron a conocer la Isla de Patos, nadamos en el Océano Pacifico, fue una
experiencia súper fabulosa.
Capítulo 3
Viajar
3.1 Indispensable para
un viaje
"Nadie
debe viajar hasta que no haya aprendido el idioma del país que visita. De lo
contrario se convierte voluntariamente en un bebé, tan indefenso y ridículo.”[20] Lo más importante que
hago antes de viajar es empacar (hacer la maleta), es de las cosas a que le dedico
una semana antes para que no se me vaya a olvidar nada. Para mí hay cinco puntos fundamentales para
organizar mi maleta:
•
Documentos personales
Siempre es bueno llevar
a la mano una copia del CURP o alguna credencial escolar porque hacen descuento
en museos y paseos.
•
Tecnología
Es una parte fundamental
para viajar; cámara fotográfica para capturar los momentos importantes, celular
por si te pierdes o para usar el GPS para hallar lugares, audífonos para no
aburrirnos en el trayecto, pagar los datos (internet) del celular para no tener
límites y sobre todo cargadores y pilas
portátiles.
•
Botiquín
Mi mamá siempre lleva un
pequeño botiquín donde siempre lleva tempra, paracetamol,
aspirinas, ibuprofeno, curitas por si nos salen ampollas,
agua oxigenada y algunas vendas.
•
Higiene
Es bueno comprar un set
de viaje, en donde vienen shampoo, acondicionador, cotonetes, un cepillo de
dientes, pasta dental y un pequeño set de costura. Siempre acostumbro a
comprarme uno, así ya no me preocupo por ello.
•
Ropa
Este punto depende mucho
del destino al que vayas, la temporada y el tipo de viaje que realizarás, pero
lo que siempre debes de llevar son: traje de baño, suéter y chamarra ligera,
tenis y una muda para salir por la noche, con zapatos incluidos. No importa si
vas a un lugar tropical siempre debes de llevar un suéter al igual que si vas a
un lugar frío debes llevar un traje de
baño, porque uno nunca sabe que es lo que puede pasar, lo digo por experiencia
propia.
3.2 Desventajas
de viajar
“Cuando se viaja en avión
solamente existen dos clases de emociones: el aburrimiento y el terror”.[21] No
hay terrible desventajas porque para mí
viajar es algo grandioso aunque no salga como lo haya planeado, pero existen
cosas que siempre me pasan como olvidar los audífonos o que se te haya quedado
el cargador. Segundo, depender del GPS para llegar a tu destino. Son la muerte,
te llevan a calles equivocadas o
confunden lugares y lo peor es que nunca son exactos, por ejemplo si el GPS te
marca que ya has llegado a tu destino en la vida real aún faltan diez minutos
de camino. También es estresante estar escuchando la voz de las personas que te
dan las instrucciones.
3.3 Viajes
en familia
Cuando viajas con toda tu familia, viajar con tus abuelos, primos, tíos,
mascotas (mi primo tiene un gato y le viaja con él a todos lados). La dinámica
es sencilla, si eres joven y delgado
toca cajuela.
Ir en la
cajuela es algo divertido y no tanto; Primero vas bien apretado por las maletas
y por las demás personas, segundo disfrutas más, porque
puedes acomodar las maletas y hacerte una cama así te duermes todo el viaje.
Otra situación es que nunca de los nunca se ponen de acuerdo para ir a algún
lugar, siempre hay pero y quejas. Como dice Benjamin Disraeli “Viajar
nos enseña tolerancia”[22] y
para ser sincera nos enseñamos a mantener la paciencia y no querer insultar a
toda tu familia por no ponerse de acuerdo. Algunas veces, cuando llevamos más
de una hora sin decidir nada me pongo a repetir una y otra vez en mi mente “Son
tu familia y debes amarlos aunque sean tercos”.
Al final no
todo es tan malo, porque también se crean situaciones muy divertidas y
memorables que hacen que vuelvas a viajar con ellos. No tiendo a viajar mucho
con toda mi familia, siempre somos mis padres, mis hermanas y yo, así que al
principio es frustrante y desgastados, pero mi recompensa por realizar estos
tipos de viajes es conocer y apreciar más a mi familia. Citando a Mark Twain
“He descubierto que no hay forma más segura de saber si amas u odias a alguien
que hacer un viaje con él”[23]
admito que tiene razón, por momentos me fastidian y me alejo, pero siempre los
amare y vuelvo.
Capítulo 4
Futuro
“Dijeron que todo lo que existe es
soñado por la Tierra Madre, que cada estrella sueña a sus habitantes y que todo
lo que ocurre en el universo es una ilusión, puros sueños dentro de otros
sueños”.[24]
Empecé citando La
Ciudad de las Bestias por mi rara conexión y apego a ella, el libro
cuanta la historia de Alexander Cold y su asombro aventura por el Amazonas
donde él describe un nuevo mundo, mucho más allá de sólo la exuberante selva.
La novela la leí cuando tenía ocho años y logró cambiar mi visión sobre conocer
lugares a los cuales nunca he ido, despertó mi curiosidad y fortaleció a uno de
mis más grandes sueños. Ciudad de las Bestias
es el primer escalón para llegar a lograr lo que más anhelo.
El sueño más grande que pueda tener
es viajar por todo el mundo. Quiero ver el mundo entero, conocer cada cultura
que pueda existir, escuchar todas las lenguas que se hablan en este planeta.
Mis metas de vida están conectas, si no cumplo una no podré cumplir las demás,
viajar por el mundo es la recompensa de haber cumplido con las otras, es la
calma después de la tormenta. Desde mi perspectiva lo veo así, esforzarme,
trabajar duro hasta sudar la gota gorda para poder descasar en la cima.
Tengo una lista de lugares que serán
los primeros que visaré. Iniciando en Nueva York, desde pequeña siempre vi lo
grande e impresionante que es así que quiero comprobarlo con mis propios ojos,
creo que lo primero que haré es tomarme una foto en la estatua a la libertad
para después ir a Times Square, conocer el Empire State y terminar el día en Central Park. Otro estado que quiero conocer es
California, recorrer desde Los ángeles hasta San Francisco, lo que más me urge
conocer es el parque Disney California Aventure es
mi sueño conocerlo y aunque suene infantil quiero ver a las princesas, a Mickey Mouse y ver el espectáculo de fuegos
artificiales que se hace toda las noches. También quiero ir a la playa de Santa
Monica para después conocer a Los Ángeles y poder ver el paseo de la fama de Hollywood e ir al parque de Universal
Studios.
Viajar a Latinoamérica
sólo me interesa dos por el momento que son Brasil y Argentina. Brasil,
quiero ir en tiempos de carnaval, porque me llaman mucho la atención y en los
video que veo que están llenos de gente pasándola bien sobre todo en las playas
y también quiero ver al Cristo Redentor. Después iría a Argentina, para ser
exacta iría a Ushuaia, también conocida como el fin del mundo, porque es el
donde se acaba el continente y está cerca de la Antártida. No conozco mucho de
esta ciudad, sé que está rodeada de montañas donde puedes hacer caminatas o
escalar las montañas, mi abuelo fue quien me dijo que el mejor viaje que podía
hacer era ir al fin del mundo y eso haré.
“Lo importante es viajar. Los amigos
e incluso el amor, se hacen en el camino”.[25]
De
América hasta Asia, algún día quiero ir a India a hacer yoga. Hay tres ciudades
que se consideran como las más importantes en cuanto al desarrollo de la
espiritualidad y de la mente que son Uttaranchal donde muchas personas van a
buscar la tranquilidad y la calma interna, Kerala es donde se encuentras los
más famosos centros para realizar meditaciones o mejorar técnicas y Bihar donde
está la más famosa escuela de yoga Bihar School of Yoga.
También iría a meditar al Taj Mahal.
4.1 Tomorrowland
Es el festival de música
electrónica más grande del mundo, es festejado en Bélgica cada año y dura tres
días. También se celebra en Brasil y en Estados Unidos. Desde que vi una
transmisión en directo del concierto supe que algún día debería ir. Personas de
todo el mundo festejan la unidad y el amor hacia la música y yo quiero formar
parte. Algún día iré y podré formar parte de aquella mágica experiencia llena
de amor, música y colores.
4.2 Viajar de mochilazo
“Aquel
que quiere viajar feliz, debe viajar ligero”.[27]
Quiero recorrer Europa con una
mochila y sin destino, ir a donde el corazón diga, no preocuparme por nada y
vivir el momento. Siento que sería algo complicado, porque estoy acostumbrada a
siempre querer organizar todo y que nada falle, por eso quiero hacer un viaje
sin un horario ni organización. Quiero un viaje libre, conociendo por mi cuenta.
Hace tiempo leí un blog de una mujer que se fue a Asia de mochilazo y ella
aseguro que fue lo mejor que pudo hacer en su vida, porque se sentía libre
poder ir a donde quisiera sin que nada la detuviera, no se preocupada por el
futuro al estar pensando en donde dormiría o que comería, ella sólo disfrutaba
el momento.
Su historia me inspiró a querer
hacer lo mismo, admito que será un reto, pero lo acepto.
Al final
“La
persona que soy es el resultado de mis vivencias anteriores”.[28]
Para concluir mí trabajo.
Los lugares que visité estarán para
siempre en mi memoria y jamás olvidaré los momentos que viví, porque cada viaje
por más pequeño que sea ha marcado mi vida, mi forma de ser y mi perspectiva
sobre todo lo que me rodea. Haré todo lo que este a mi alcance para poder
lograr cada una de mis metas y así poder tener mi recompensa. También quiero
poder viajar con mis padres que iniciaron este gran amor a conocer mi país para
poder conocer el mundo y anhelo poder ir al fin del mundo con mi abuelo para
que él pueda volver a vivir sus experiencia otra vez y yo poderlo hacer con él.
Pienso viajar toda mi vida para
cuando sea mayor poder contar inigualables anécdotas y poder acabar mis días
sabiendo que conocí cada parte de mi país y del mundo.
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