Marzo 2018
Índice
Hipótesis……………………………………………………………………. 3
Introducción…………………………………………………………………. 4
Desarrollo……………………………………………………………………. 5
Conclusiones…………………………………………………………………. 16
Hipótesis
Este ensayo será escrito con el propósito de recordar cómo era antes de
entrar a mi actual colegio y cómo soy ahora, no solo de manera física, también
en mi manera de pensar y ver las cosas. Las personas, al momento de madurar,
comienzan a ver las cosas de diferente manera, es una etapa por la que todo ser
humano pasa, yo siento que aún no maduro, creo que esta etapa sea da en un
momento de crítico de la vida, cuando alguien te hace daño, de tal manera que
cambias para superarlo, ya que el madurar no es más que un cambio y además, me
siento cómodo con el ser humano que soy en este momento y esta etapa aún no
llega.
Mi hipótesis es demostrar que uno siempre cambia para bien o para mal.
Introducción
En estos momentos de mi vida, en
donde me han puesto a realizar escritos acerca de cómo era antes, mis
cambio de tal grado a tal grado, etc. me pongo a pensar cuales son los momentos
más importantes de nuestra vida, y cuando profundizo en esto no solo miro en mi
presente, también miro hacia mi futuro, pero había un lugar hacia donde
no miraba, el pasado, y no me daba cuenta que era la etapa más importante de
nuestras vidas, me sorprendí al darme cuenta, cuando uno es niño, es cuando uno
recibe educación de los padres, que a mi parecer es la que marcará como serás
en el futuro, por ejemplo: Si tu madre no te enseña modales de pequeño, cuando
el niño crezca no los tendrá o, si el padre no le enseña que es lo bueno y lo
malo, el niño no reconocerá si está haciendo lo correcto.
“El amor es para el niño como el sol
para las flores; no le basta pan: necesita caricias para ser bueno y ser
fuerte.”[1]
Yo de niño siempre
pensaba que el ser mayor, sería lo mejor, y solo quería que llegara el momento
en el que tuviera trabajo, una esposa, unos hermosos hijos, que mis hijos
tuvieran hijos y esas cosas. Cuando uno es niño, creo que se apresuran mucho a
crecer, hoy en día veo a los niños que me rodean, y actúan como niños que
quieren ser adultos, sus actitudes lo demuestran, pero no son más que niños,
entonces uno que lo nota se sorprende y da gracias, a que su infancia si fue
disfrutada, me refiero, a que hoy en día el juguete de un niño es una tableta
electrónica, cuando en mis tiempos, mis juguetes eran carritos de madera que me
hacia mi abuelito.
“A veces la infancia es más larga
que la vida.”[2]
Recuerdo cuando de niño salía con mis vecinos
a jugar, hasta hoy en día lo hago y me divierto muchísimo, y los niños de ahora
solo se quedan en sus casas jugando sus videojuegos de última generación (yo
también lo hago, pero yo ya viví mi infancia, y este tipo de objetos se
limitaban a la Nintendo y al Atari), con las tabletas electrónicas más caras
que pudieron comprar sus padres, etc. Aunque creo que esta situación también es
culpa de los padres, porque les dan permiso a estos objetos, que a mi parecer son
“mata infancias”[3],
estos objetos tenían como fin ser un auxiliar para las personas que trabajaban
y los mayores compradores son los padres que terminan regalándoselos como
cumpleaños o navidad a sus hijos pequeños (donde mi hijo salga que quiere uno
de estos, le regalo un carrito de madera de los que aún guardo.)
Pablo
Neruda dijo: “En mi casa he reunido juguetes pequeños y grandes,
sin los cuales no podría vivir. El niño que no juega no es niño, pero el hombre
que no juega perdió para siempre al niño que vivía en él y que le hará mucha
falta.”[4]
Los cambios siempre se
van a dar para bien o para mal, aunque me parece que los malos cambios no son
más que lecciones de vida, y notes tu error, en todo caso es una enseñanza y de
ahí vendrá un cambio positivo, creo que la etapa en la que un niño deja de ser
niño, es cuando olvida decirle a su madre todos los días que la quiere con todo
su corazón (aunque para una madre, hasta un señor de 45 años va a ser su niño),
cuando comienza a pedir ropa en sus cumpleaños en lugar de juguetes, cuando
comienza a pedir dinero para salir con sus amigos en lugar de quedarse a jugar
ese juego de mesa que todos disfrutan jugar en familia, cuando dejan de ver a
su aparato reproductor de manera graciosa y comienza a ser su mejor amigo (saben
a lo que me refiero), cuando los niños dejan de corretear a las niñas solo,
porque les gustaban, cuando tu mejor argumento en una pelea deja de ser un
arremedo con voz infantil y poner esa cara estúpida, cuando dejan de ver
Cartoon Network y optan por ver Televisa ahí te das cuenta que le niño fue mal
educado y no lo criaron bien (es broma), cuando dejan de ver Cartoon Network
por ver algo en TNT, ese momento en el que correr te da toda la flojera del
mundo ahí es cuando ya valiste, porque yo recuerdo que de niño me encantaba
correr, corría muy rápido me sentía libre y feliz, descargaba toda mi energía,
ese sentir del viento acariciando tus mejillas y revoloteando tus cabellos era
inigualable, y ahora correr me da demasiada flojera, y el único momento en el
que corro es cuando quedan 3 minutos para que timbren y yo ando en cafetería
comprando con “doña Rebe” y me dejaron al último, porque ahí las “filas” son un
montón de personas gritando como si fuera su última comida en toda su vida, me
recuerda mucho a ese capítulo de Bob Esponja donde todos los peces bajaron del
autobús para comprar “Kangreburgers”[5] y
eran millones y hacían olas de peces muy graciosas y Bob les aventaba las
hamburguesas y al final sació a todos. También cuando las películas de Disney se te
empiecen a hacer aburridas ahí si ya dejaste de ser niño.
Estos son tan solo
ejemplos, de cuando un niño deja de ser niño y ahora es todo un puberto con
“peluche en el estuche”[6]
(como dirían los chilangos) hoy en día los adolescentes también se siguen
apresurando mucho a ser adultos, en serio a veces me siento como si fuera la
única persona consciente de esto, y me pregunto ¿Nadie más ve las cosas como
yo? Pues claro que no, todos ven las cosas de diferente manera pero en serio me gustaría que se
dieran cuenta que el beber alcohol no te hace ser más “chido” a mí la verdad me
aterra beber alcohol, no por el hecho de que me hace mal ni nada de eso, sino
porque siento que en el momento en el que sea como los demás que en las fiestas
se embriagan peor que los tíos en las quinceañeras de sus sobrinas, perderé lo
poco que me queda de mi infancia así que eso mejor lo dejo para cuando me
sienta preparado para dar ese paso, por ahora no.
Como dijo Emma Watson: “Niños que fuman y beben
desde los 14; creen ganar madurez, lo cual llega sola, y en realidad han
perdido infancia, la cual nunca vuelve.”[7]
Estoy en total acuerdo con esta frase, pienso que
el tomar alcohol a esta edad no es más que mera moda, lo hacen para sentirse
cómodo con sus amigos, me refiero, a que como sus amigos toman, dice algo como
“Claro, no hay problema, porque no” pero además de que esto a futuro te puede
generar problemas como el alcoholismo (y una panzota que en el año del caldo te
vas a poder quitar), pero eso es un tema a parte. Lo que intento dar a conocer
es que no está bien, ni es legal, por infortunio, estamos en México y esto es
ignorado de una manera abrumadora y creo que también es culpa de los padres por
no vigilarlos, los padres deberían hacerse cargo de sus hijos y no dejarlos
hacer lo que quieran mientras vivan en su casa.
“Todo niño viene al mundo con cierto sentido del
amor, pero depende de los padres, de los amigos, que este amor salve o condene.”[8]
Yo nací en Tampico,
vivía en una casa de un piso y un patio gigante, recuerdo que a mi madre le
encantaba plantar en ese patio, teníamos muchas mascotas incluso y no nos
limitábamos a solo tener perros, teníamos iguanas, tortugas, patos e incluso
llegamos a tener un pajarito. A lado teníamos a unos vecinos y del otro a un solar,
un día llegaron unos pollitos a la casa y pues como a mí me encanta los
animales le imploré a mi madre para que los conserváramos, y nos duraron solo
un día, porque al día siguiente llego mi vecina con su hija diciéndonos que los
pollitos eran de ella y que si se los podíamos devolver, yo claro que no quería
que mis pollitos se fueran, pero igual se los dimos entonces le agarré odio a
la niña por quitarme mis pollos (aunque fueran de ella), y a las finales la
niña la cual odie 20 min. Se volvió una de mis mejores amigas y la vecina se
volvió en mi tía y la comadre de mi madre. Y desde ese día hasta que me tuve
que mudar recuerdo que todos los días al levantarme, le decía a mi madre, “¿puedo
invitar a Mary Fer?”[9] Y
casi a diario era jugar todos los días con ella en mi casa o en la suya,
después de juntarnos durante bastante tiempo, nuestros hermanos decidieron
conocerse y también se volvieron amigos y los 4 juntos jugábamos, pero como
éramos los menores pues nos molestaban bien chido y nosotros a ellos, recuerdo
que una vez jugamos a las escondidas en mi casa con las luces apagadas y era de
noche entonces estaba todo oscurísimo y era el turno de mi hermano el buscar y
yo y Mary Fer nos escondimos juntos y cuando mi hermano se acercó lo espantamos
y se dio una vuelta mortal hacia atrás para al final caer en la cama, todos
lloramos de la risa y hasta ahora lo recordamos muy bien, también nos contaban
historias de terror y una vez traíamos máscaras y nos dijeron que si nos las
quedábamos hasta en la noche se nos quedarían pegadas para siempre y por eso le
tenía miedo a las máscaras.
“Los niños son el recurso más importante del mundo
y la mejor esperanza para el futuro.”[10]
Vivimos muchos cumple años juntos y recuerdo
que en los míos rentábamos inflables grandísimos y como el cumpleaños de mi
hermano y el mío estaban muy cerca nos hacían el cumpleaños doble por así
decirlo aunque solo le regalaban cosas a él y hasta el mío me regalaban a
mí, Mary Fer una vez rento uno en el
suyo y también era grande con una resbaladilla y jugábamos a aventarnos y en
una de esas la aventé muy fuerte y callo de cabeza y lloró y me sentí tan mal que yo también me aventé
de cabeza y lloramos ambos, y me terminaron regañando, también recuerdo que una
vez me pico el ojo y me dolió bastante y le pegué en el estómago y le saqué el
aire, a mí me daba igual si era hombre y mujer
los golpeaba a ambos porque pues era un niño, pero después de ese
día mis papas hablaron conmigo y me dijeron que estaba mal que a las niñas no
se les pegaba y esas cosas (obvio no me salvé de la “regañada”).
“Lo que pongas en los primeros años de tu vida
quedará en ella hasta más allá de la muerte.”[11]
Creo que a pesar de todo,
Mary Fer es una de las mejores amigas que he tenido la quiero bastante, también
recuerdo que ella junto con mi madre pasaban a la escuela por mí y me sentía
bien padre porque era como, “miren todos a mi amiga que pasa por mí y ustedes
no ineptos. ¡Ja!” y así, me hubiera encantado seguir viviendo ahí pero por el
trabajo de mi papá tuvimos que mudarnos a Cd. Victoria, aunque aún teníamos la
casa en Tampico y antes íbamos cada fin de semana y siempre veía a Mary Fer,
pero con el tiempo decidimos mudarnos de casa y para eso tuvimos que vender la
casa en Tampico y pues ya no podemos llegar ahí y llegamos con mi abuela y en
pocas ocasiones veo a Mary Fer, pero cuando nos vemos lo hacemos como si fuera
la última.
“Quienes comparten nuestra niñez, nunca parecen
crecer.”[12]
Cuando sea grande, solo
espero poder recordar esos grandes momentos de mi vida y las personas que lo
compartieron conmigo, a mí de chiquito me llevaban a la iglesia y así, yo era
bien católico y con forme el paso del tiempo pues me dejo de atraer eso y deje
de creer, pero en una de esas misas me dijeron que no debía temerle a la muerte
pues dios decía que ya era mi hora, y eso fue lo único que me dejo la religión
esa frase solo que la adapte a no debes temerle a la muerte porque en el destino
estaba escrito, comencé a creer que todo pasa por algo y es obra del destino y
el destino ya está escrito y no se puede cambiar, lo que intento decir es que
conforme creces te vas dando cuenta que las cosas que nos decían de pequeños
dejan de tener sentido y al final conforme a la experiencia que uno va
adquiriendo va adaptando sus ideas, es parte de la madurez y parte de los
cambios en nuestras vidas que no van a ser los únicos, muchas personas le
tienen temor a las cambios, como yo lo tenía antes, y yo lo tenía por qué
pensaba que el cambiar es dejar de ser tú y que te convertirías en otra persona
y dejarías a atrás a la persona con la viviste todo el tiempo y por otra parte
también le temía a que cuando cambiara nadie me volvería a ver como era antes o
no me aceptaría como antes y eso era mi miedo, preguntándole a otras personas
que coincidían con este miedo me dijeron que no era que tuvieran miedo si no
que les gustaba su forma de ser como eran pero había de talles de ellos de los
que no les gustaban y me quedo pensando, pero solo tienes que cambiar eso de
ti, no toda tu forma de ser, pero cada quien tiene sus pensares.
Como cita la frase, la vida es un cambio
y hay que adaptarse a los cambios y si no quieres adaptarte cambia tú.
“He
rezado por mi niñez, y ha vuelto a mí, y siento que sigue siendo tan pesada
como antes, y que no ha servido de nada hacerme mayor.”[14]
Los niños de hoy en día no podrán experimentar esa felicidad que nosotros
tuvimos, la felicidad de ellos ahora son los celulares y esas máquinas,
recuerdo que nuestra felicidad era cuando llegábamos a casa de la abuela y nos
tenía lista la comida más deliciosa del mundo recién hecha solo para sentarnos
y comer, era cuando nos caíamos, llorábamos, venia nuestra madre con un líquido
que tenía un aplicador plano y te lo ponía en tu raspada y ardía como el quinto
infierno, era cuando la familia entera se unía para jugar un juego de mesa
donde tu peor enemigo era tu hermano y tu aliado siempre era tu madre y te
aventaba dinerito en secreto para que no perdieras, era salir de vacaciones con
toda la familia, tíos, primos y todos y todos jugaban juntos sin temor alguno,
era cuando te levantabas por las mañanas y olías ese olor particular que te
hacía levantarte de buen humor, salías de tu habitación para ver de dónde
provenía, y había mil “hot cakes” y llorabas de felicidad y comías como un
cerdo, era cuando tu madre te regañaba en casa de tu abuela y tu abuela venía a
intervenir y la regañada terminaba siendo tu madre, era ir en el coche y que en
la radio sonara “la calle de las sirenas” “caraluna” “asereje”, etc., era ir a
cursos de verano y que odiaras a tus padres por hacerlo y también a la maestra
(en mi caso, parecía orco esa mujer, era una gruñona), era subir a los más alto
de los árboles y gritarle a tu madre para que te viera pensando en que estaría
alegre por ti pero solo te gritaba que te bajaras de una manera histérica y
cuando te bajabas te daban la “regañiza”[15]
de tu vida, era levantarse a las 9 a.m. a ver “art attack” y siempre le decías
a tu madre si podría comprarte las coas necesarias para poder hacerlo, pero los
materiales no eran nada fáciles de conseguir casi que pedían un cuerno e unicornio,
un corazón de gato y las monedas de oro al final del arcoíris y ese engrudo que
por más que lo intentabas hacer jamás en la vida te salió, era levantarte por
las mañanas con la emoción de que no sabes que hacer el día de hoy (ahora todo
es rutinario), cuando me pongo a recordar todos estos momentos me entra
bastante nostalgia y melancolía y me entran esos deseos de volver a ser niño,
porque el deseo más grande de un adulto siempre será el volver a ser niño,
cuando el amor era que la niña que te gustaba era tu peor enemiga, porque bien
se dice que “del odio al amor solo hay un paso”, y era por eso que la
molestabas, recuerdo haber visto una imagen donde dos niños estaban hablando y
decía el niño: “Te amo”, la niña le contestaba: “¿Cómo un adulto?, el niño le
respondía: “No, eso no es amor, los adultos siempre mienten, yo te amo de
verdad”[16],
entonces me puse a pensar y es muy cierto, el único amor verdadero siempre va a
ser el de un niño, porque los niños no
tienen definido ese concepto de amor, y creo que así debe ser.
“Aprendemos
a amar no cuando encontramos a la persona perfecta, sino cuando llegamos a ver
de manera perfecta a una persona imperfecta.”[17]
El amor no debería ser un concepto si no como una enfermedad, que no haya
cura y que no haya remedio, una vez que te enamores no hay vuelta atrás y la
única manera en la que te puedes curar es que te rompan el corazón, “el amor
debería ser como un helado, si lo dejas mucho tiempo sin comerlo, se derretirá
y si lo metes al congelador, solo permanecerá congelado, así que es mejor que
lo disfrutes en el momento.”[18]
“El mejor olor,
el del pan; el mejor sabor, el de la sal; el mejor amor, el de los niños.”[19]
Creo que nunca
podremos volver a esos tiempos, porque como dije antes, la vida es un cambio, y
este cambio afecto a las nuevas generaciones, ahora que lo pienso creo que
estas épocas aún pueden volver, me refiero a que las generaciones que si les tocó
vivir esto, eduquen a sus hijos de tal manera que hagan vivir las mismas cosas
que nosotros vivimos, es nuestra única esperanza, porque los niños son el
futuro donde estaremos todos bajo los pies de los niños tarde o temprano, esos
niños se volverán adultos y estos adultos en grandes personas.
“En
cada niño nace la humanidad.”[20]
Recuerdo los momentos en los que las únicas preocupaciones eran no pisar
las rayitas del suelo o colorear sin salirme del dibujo, hablo de la infancia,
cuando no importaba como te vestías o si le gustabas a los demás, te daba igual
como te veían los demás porque simplemente a ti te gustaba como vestías, cuando
la peor tragedia era cuando te decían: “le voy a decir a mi mamá”[21]
o cuando todos te molestaba y comenzaban a cantar “quiere llorar quiere llorar”[22]
y eso era bien extraño porque te daban más ganas de llorar y terminabas
llorando, cuando cometías un error súper tonto y comenzaban a cantar “Ándale,
chiquitito, vas a ver”[23]
y eso me ponía demasiado nervioso y ya estaba pensando en cómo iba a ser mi funeral. Recuerdo que cuando era
pequeño ponía los brazos dentro de mi camiseta y decía a la gente que no tenía
brazos pensando que me creerían y me darían una moneda o algo así. Y cuando
jugaba videojuegos y sabía que estaba a punto de perder lo reiniciaba porque no
tenía más opciones más que reiniciarlo. También me acuerdo que tenía un montón
de peluches y a todos les ponía nombres y dormía con todos porque sentía que se
iban a poner tristes si los dejaba solo. Recuerdo que tenía la pluma de cuatro
colores y siempre intenté bajarlos todos a la vez y nunca pude. También me
acuerdo que cuando un juego de la Nintendo dejaba de funcionar no nos
preocupábamos nada más le soplábamos al cartucho y ya estaba arreglado. Me
acuerdo que me ponía detrás de la puerta o bajo la cama y esperaba a que alguien pasaba pero nunca pasaban así
que me iba de ahí. Cuando me quedaba a dormir con Mary Fer o nuestros intentos
siempre nos hacíamos los dormidos esperando que dijeran “Míralos ya están
dormidos, hay que dejarlos ahí”[24]
¡pero no! Cuando nos hacíamos los dormidos se nos salían risas y carcajadas y
era como ¡cállate! Ahí viene y siempre nos descubrían y nuestros planes eran
arruinados. Siempre pensé que la luna me seguía y ahora que me recuerdo me
ponía en el patio con la cabeza hacia arriba mirando a la luna y corría en
círculos porque pensé que me seguía. Recuerdo que cuando salíamos de viaje y en
la carretera comenzaba a llover veía a las gotas que pasaban por el vidrio de
manera horizontal y hacia como si fueran carreritas entre las gotas de lluvia y
como unas se unían con otras y hacían unas mega gotas de agua. Cuando usaba la
computadora nada mas era para entrar a Paint y hacer un dibujo para mi madre y
siempre lo guardaba en una carpeta que se llamaba “obras de arte”[25].
Me acuerdo que afuera de la primaria había muchos puestecitos y había uno donde
vendían los “Tamagotchi” y me compraba uno cada vez que se me moría otro era la
única cosa que cuidaba cuando era pequeño. Enserio, cuando éramos pequeños no
esperábamos a crecer, ¿En que estábamos pensando? Ahora echo de menos mi
infancia, pero cómo dice mi papá, “la infancia son solo recuerdos debes vivir
en el aquí y ahora.”[26]
¿Cómo empezar?, no lo sé, solo escribo esto por
necesidad, la necesidad de desahogarme, de hacerme despertar, de recordarme
quien soy o recordar quién fui.
Tantos años luz de distancia se interponen entre mí
y el niño que fui.
¿Existe una vuelta atrás, o ya es demasiado tarde?,
¿En qué me he convertido?, ¿Cómo ha pasado esto?, ¿Cuando me convertí en lo que
soy ahora? ¿Cómo he ido dejando que sucediera y no parar esta metamorfosis, que
en mi caso considero peor que la de Kafka?
Cuando miro al pasado veo a un niño, lleno de
ignorante orgullo, que no se dejaba amedrentar por el mundo que le hostigaba,
siempre se tenía a él, sus sueños, su valoración, un abanico de posibilidades
ante él, un mundo que conocer, el poder de hacer todo, lo que quisiese, la vida
le abría sus seductoras piernas, para que él la tomase a su gusto, podía hacer
lo que se propusiera.
Su familia siempre estuvo a sus pies, su padre, su
madre, sus abuelos, su hermano, le concedieron todo el amor, cariño, y la
atención que un ser mortal puede ofrecer.
Él lo cogió, y encontró un sitio perfecto para
guardarlo, su corazón. Lo calentaba y le proporcionaba todo lo necesario para
vivir, un motor para ser feliz, con todo aquello bastaba...
Me sentía completo. Los pájaros cantaban para mí y
el Sol salía solo para saludarme....
Salir a desaparecer...[27]
Este y otros textos me hacen ver, que no era el único que se sentía así de
pequeño, como un mocoso sin propósito, de hecho
de pequeño llegue a pensar que yo
era el único ser viviente en el mundo y los demás eran robots creados para
convivir conmigo, creo que cuando uno es niño su imaginación no tiene límites,
nunca escucharon la frase “Solo 3 personas dicen la verdad, los niños, los
borrachos y los locos”[28]
Esta frase siempre la escuché de mi abuelita, porque siempre decía algo y nunca
me creían y mi abuelita la decía, creo que mi abuelita era la única que creía
mis disparates, le estoy muy agradecido a mi abuela por ser mi abuela y por
todas sus enseñanzas.
La anécdota que en serio nunca olvidare fue un día que estaba con mi prima
pequeña llamada “Rosario” y estábamos súper aburridos, entonces pues buscábamos
que hacer y agarramos un montón de periódicos y las muñecas de mi primita,
entonces nos metimos a su casa de juguete era una casa grande donde cambiamos
nosotros, pero pequeña comparada con un adulto, solo entraban niños, y pues
éramos bien canijos y tomamos un encendedor y quemamos a las muñecas y con el
periódico y pues cuando se terminaban de quemar las apagábamos, pero en una de
esas nos llamaron comer y según nosotros
la habíamos apagado y no, entonces la casita se empezó a consumir en llamas y
como era de plástico se estaba derritiendo y todos estábamos asustados y más mi
primita y yo pensábamos que nos iban a matar nuestros padres y así, y pues mis
tíos y todos estaban también bien espantados porque todo se estaba quemando y
casi se pasa al árbol, pero mi abuelito llego con la manguera y me abuelita con
otra y entre los dos apagaron el fuego, estaba todo el plástico derretido en el suelo
y paso mi perro, y se le quedo plástico pegado entre las patas y lloro porque
le dolió y cuando todo esto pasó, pues todos estaban que pasó y quien fue, y mi
primita y yo, si no preguntan nada, te quedas callada, y ella pues dijo que
estaba bien, pero luego empezó a llorar y le preguntaron qué ¿qué había pasado?
y pues ya le conto que habíamos sido nosotros, y pues yo también lo conté y ni
nos regañaron porque andaban bien asustados y pues fue bien traumánte, jamás
había tenido tanto miedo.
“Los
niños adivinan qué personas los aman. Es un don natural que con el tiempo se
pierde.”[29]
De pequeño tu sentías quien te amaba y quien no, era
súper fácil detectarlo muchas personas te hacían sentir amado y otras muchas te
hacían sentir horrible, y así era como te dabas cuenta de que personas eran los
buenas para quedarse y cuales solo debían ser desechadas de tu vida.
“El
único vicio que no puede ser perdonado es el de la hipocresía. El
arrepentimiento del hipócrita es hipocresía en sí misma.”[30]
Mis conclusiones son que cada etapa de nuestra vida son maravillosas porque
nos dejan enseñanzas, nos dejan recuerdo maravillosos, amigos entrañables,
lazos irrompibles, y debemos entender que no todo es permanente la vida está en
constante cambio, al igual que nosotros, pero debemos tener la certeza que todo
es perfecto y es pera nuestro crecimiento y evolución, yo de mi niñez me quedo
con los momentos amargo, y felices, ya que esto me hace más fuerte, y de
pequeño aprende a no dejar que nadie me robe la felicidad, que los amigos se
cuentan con los dedos de una mano, a no dejarse vencer por los demás, a
aceptarlos como son, a ver las personas por su belleza interior y sé que los
próximos cambios que vienen, serán maravillosos y esplendidos y los voy a
aprovechar al máximo, y de ellos aprenderé mil y un cosas nuevas, nunca hay que
dejar morir al niño que llevamos dentro, porque el niño interior es el que ama
sin condiciones, el que no tiene rencores, el que sabe perdonar de corazón.
[2] Ana María Matute (1926-2014)
Novelista española.
[4] Pablo Neruda (1904-1973) Poeta
chileno.
[8] Graham Greene (1904-1991) Novelista
británico.
[10] John Fitzgerald Kennedy (1917-1963)
Político estadounidense.
[11] Anónimo
[14] Rainer María Rilke (1875-1926)
Escritor austríaco.
[17] Sam Keen (1931-?) Escritor,
profesor y filósofo americano.
[22] Niños Molestosos
[27] INFANCIA por quiensoyyo tomado de: http://tustextos.com/quiensoyyo/infancia/
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