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sábado, 24 de noviembre de 2018

No es solo una disciplina / Iliana Martínez Martínez



         Marzo 2017

Prof. José Luis Velarde
Literatura





Agradecimientos

            Quiero agradecer primero que nada a mi madre, esa señora que a pesar de tantos tropiezos nunca me ha dejado sola y que siempre me ha alentado a seguir adelante, ya que se fija en mí como lo que ella no pudo alcanzar a lograr. En segundo lugar tengo a mi prima, que sin su ayuda no me hubiera podido dar cuenta que me apasiona lo que hago y que quiero llegar lejos en este ámbito. En tercer lugar tengo a mis maestros actuales, los cuales me han enseñado que no se debe llorar en el salón de clases, se debe de llorar cuando estés afuera del escenario, que ya hayas terminado la coreografía y te hayan premiado, que es ahí cuando todo nuestro sudor, lagrimas, cansancio y esfuerzo valdrán la pena, que no todos es fácil y que se debe de luchar por una recompensa si es que quieres que tu trabajo se reconozca y quieres llegar lejos, que la palabra “no puedo” no existe y que cuando algo no nos salga debes de seguir intentando y no cerrar tu mente a que no te sale. También me parece importante mencionar al Profesor Velarde, ya que me obligo a hacer este ensayo poniéndome a prueba con algo que era un reto para mí, por la cuestión de que tengo poco tiempo y cosas así, también porque me ha enseñado muchas cosas sobre la escritura y que sin ellas no hubiera podido terminar este ensayo o estaría perdida. Otra persona que me gustaría mencionar es a mi padre, ya que sin sus dudas sobre mi arte no me habría dado la ardua tarea de demostrarle que si puedo a llegar a ser muy buena en lo que hago y que la danza no sólo es un deporte, sino que es mi vida.




Índice
Introduccion…………………………………………………………………………………………………………….………………….2
Desarrollo………………………………………………………………………………………………………………..……………..…..3





“La danza es el único arte en el que nosotros mismos somos el material del que el arte está hecho”.[1]


Hipótesis
Para este proyecto me
tomaré la ardua tarea de poder demostrar por qué el baile es tan importante en nuestra vida, de cómo llegar a un escenario difícil, de por qué el ser bailarín es complicado y puede llegar a querer dejar todo; que todo el esfuerzo que hiciste se te venga abajo solo por una crítica que te hicieron o por un trabajo mal hecho. En la vida hay obstáculos y conforme vamos creciendo, la vida nos va enseñando a superarlos y a dejarlos atrás; es cierto que a veces te da por querer abandonar todo y pensar que no mereces estar ahí, que no naciste para hacer eso, que no sirves en lo que haces, pero lo peor que puedes hacer es tener esos pensamientos, todos tenemos una razón de ser, todos tenemos nuestros ámbitos para resaltar, nadie vino sin una razón, el punto aquí es encontrarla y el porqué, porque amamos tanto lo que hacemos, porque a pesar de que nos digan que no somos buenos en ellos y que nunca podremos llegar lejos seguimos aferrados a continuar intentando, porque le dedicamos tanto tiempo, quien fue nuestra inspiración. Preguntas como estas y muchas más podremos encontrar en nuestra interminable búsqueda hacia la verdad, pero el punto de esto es saber contestarlas, que en medida que vamos avanzando ir encontrando pistas para poder seguir adelante, es importante no desalentarnos y nosotros mismos darnos ánimos para seguir, porque si no lo hacemos nosotros, ¿quién lo hará?

 

Capítulo 1

Explicaré  por qué existe el baile, por qué a la gente le gusta ver o practicar el baile, también diré cómo ha influido en mí. Es algo difícil ser bailarina, porque cambias muchas cosas por ensayos, por viajes o por competencias, muchas de las personas lo consideran una locura ya que prefieren salir con sus amigos y tener diversión; por otro lado, las personas que practican el baile prefieren estar en un salón lleno de espejos escuchando música, haciendo mil veces la misma coreografía con una persona gritándoles y corrigiéndolos.
Conforme vas avanzando el nivel de dificultad, va creciendo y te van exigiendo más, he ahí cuando te metes por completo al mundo de la danza. Todos sabemos que el baile o la danza es una serie de pasos guiados al compás de la música; sin embargo, si a mí me preguntaran mi opinión sobre el concepto de baile o danza, yo diría que es una manera de expresar a través de tu cuerpo lo que tu boca no puede decir, muchos jóvenes sienten esa conexión con el baile y me atrevería a decir que soy uno de ellos, en algunas ocasiones se dan cuenta de esa conexión desde muy temprana edad, otros casos es que empiezan y tarde a practicarlo, pero con esfuerzo y dedicación todo se logra y llegan a ser grandes. A lo largo de los años el baile se ha visto sobrevalorado ya que se dice que solo es para mujeres, pero también conforme han pasado los años se ha demostrado que los hombres también pueden practicarlo y llegar tan lejos como lo puede hacer una mujer. La mayoría de la gente piensa que el baile es solo un arte y dicen frases como: “Si el futbol fuera fácil se llamaría baile”, no le encuentro el sentido de ese tipo de frases, ya que en mi opinión, todos los deportes, las artes, etc. tienen sus dificultades y no sería lo mismo compararlos.
“El cuerpo puede dejar de bailar, pero la mente debe seguir danzando”[2]

El baile me ha afectado desde pequeña ya que desde que era una niña me impulsaron a caminar por el sendero de la danza, todo fue culpa de una prima, que con poca edad logró participar en obras musicales tan grandes y famosas. Recuerdo mi primera clase de baile, para mí todo era nuevo, fue algo muy bonito, también recuerdo todo lo que me hizo tomar la decisión de encaminarme por el camino del baile. La segunda persona que influyó en mí para poder iniciar con el baile fue el profesor Pablo, quien descubrió mi pasión por este arte cuando nos daban expresión corporal, fue en su taller donde me di cuenta que tenía buenas aptitudes y habilidades para lo que hacía.
Con el paso de los años, les exigí a mis padres ingresar a una escuela de baile. Empecé desde chica con este era mi doble trabajo, o al menos ese es el nombre que le pongo a lo que hago, ya que por las mañanas tengo que levantarme temprano para poder ir a la escuela, llego a mi casa a comer y a avanzarle a la tarea, de ahí me cambio para poder irme a mis clases de baile. Hoy en día, se me ha dificultado ya que así como en la escuela que cada año vas subiendo de año y de nivel pues en una academia es lo mismo; en mi caso, yo ya alcancé el rango más alto, se podría decir que mis horarios están muy bien organizados y se me ha hecho rutina de todos los días. Es algo difícil de explicar cómo es que cuando estas pequeña prefieres ir a un ensayo que a una fiesta, como cambias las cosas por sudor y a veces hasta lágrimas.

 

 

 

 “Es inmenso el placer que se experimenta en el recrear interpretando y en el sentir que se está transmitiendo al público un estado de emoción y goce.”[3]


Muchos no saben el gran esfuerzo que un bailarín o una bailarina debe de hacer para poder llegar hasta el escenario. Es muy diferente prepararte para una competencia que prepararte para un festival anual o una presentación en algún lugar. Cuando tenemos el festival anual, empezamos a prepararnos desde abril y la presentación viene siendo hasta julio, toma tiempo prepararse para este tipo de eventos, ya que no solo somos los grupos grandes, si no también están los niños pequeños; es trabajar con niños y niñas con edades a partir de los 2 años, los cuales nunca sabes si tienen ganas de trabajar o solo quieren ir a jugar; es muy difícil poner una coreografía ya que no tienen buena retención y se les olvida lo que les vamos poniendo; en el grupo de las babys, que nos las más chiquitas, no es muy difícil lograr que te pongan atención, ya que apenas y alzas la voz y estas ya estas calladas o sentadas, no necesitamos medidas de castigos para este grupo.
El grupo que sigue es el de los junior’s, que a diferencia de las baby’s les vale si gritas y si ya no puedes más con el dolor de garganta, en este grupo es fácil manipular ya que apenas hablamos de la maestra, la que es la jefa de ahí y hacen las cosas pero rápido, a veces también nos hacen un mugrero de coreografía y tenemos que andar atrás de ellos diciéndoles qué deben de hacer y cómo deben de ir los brazos, las piernas, etc., y por más simple que parezcan los pasos para ellos son los más difíciles que puede haber.
En el otro salón están los preteens, que son jóvenes a partir de los 10 años hasta los 13 o 14, esta edad se conoce como la rebeldía, nunca tienen ganas de trabajar y quieren hacer lo que ellos quieren, son un nivel intermedio es la edad cuando vas viendo que a una clase no vas a jugar si no a aprender y a trabajar, empiezan a tener ese tipo de inspiraciones y empiezan a ver las cosas de manera diferente, todavía a esa edad tenemos que andar gritando y diciéndoles cómo deben de hacer las cosas y lo que está bien y lo que está mal.
 Luego van las del nivel intermedio-avanzado, son las de edades entre los 14 y los 16 años, este grupo es caracterizado por creerse superior a los demás, que por ser del nivel intermedio-avanzado tienen derecho a corregir y a decir y hacer lo que ellas quieran, sin embargo las auxiliares y maestras estamos para ponerles los pies en las tierra, hacerles ver que todavía arriba de ellas hay un grupo mayor, también son identificadas por siempre tener flojera y hacer las cosas mal, no es que yo las haga perfectas, pero a comparación de ellas lo hacemos mucho mejor.
Hasta el final está el grupo de las grandes, o grupo de las avanzadas, caracterizadas por ser el grupo con mayor ánimo que nada, por siempre estar jugando y casi nunca tomarse las cosas en serio, pero no todo es juego, también tenemos nuestros ratos de responsabilidades y de hacer las cosas como se deben, somos las responsables de poner el ejemplo para las niñas que están antes de nosotras.
 En general, nos toma de dos a tres semanas poder hacer de dos a tres coreografías, casi siempre deben de ser 6 o 7 coreografías por grupo, para poner las coreografías de las babys utilizamos las canciones más alegres y más simples que podamos encontrar, para los Juniors utilizamos las canciones un poco más repetitivas y con pasos fáciles, porque si les pones canciones rápidas no se entendería lo que están haciendo. A los preteens les ponemos canciones más alegres y movidas con pasos un poco más complicados, para las teens tenemos las mejores canciones y los mejores pasos, porque se dice que son las que más se lucen cuando lo bailan. En cambio a nosotras las youngs nos ponen coreografías más avanzadas, con canciones más rápidas y con mayor dificultad, o pueden ser lentas, que tienes que adivinar en donde van los contrastes y los acentos.  A partir de esto y muchas cosas más tenemos que pasar para poder llegar hasta el escenario, sin mencionar el tremendo gastadero de dinero que tenemos que hacer para poder comprar más de un vestuario para más de una coreografía, y todo esto solo para llegar a una recompensa, algo con lo que vivimos felices, sentirnos bien en el festival anual, que no nos equivoquemos al hacer nuestras coreografías, que todas vayamos en la misma sintonía y que al finalizar la función, cuando se cierra el telón y bajas del escenario, las personas que te fueron a ver puedan decirte: “Lo hiciste muy bonito, parece que ni te pesa hacerlo”, eso para una bailarina significa demasiado ya que el propósito de estas es hacer que en el escenario se vean estéticas y ligeras, su propósito principal es evitar que la audiencia note que tan cansada te encuentras en ese momento, que para llegar a ese escenario tuviste que soportar muchos gritos y el inmenso cansancio de hacerlo una y otra vez, los eternos ensayos hasta altas horas de la noche o despertar en las mañanas muy temprano.  Todo esto es lo que la audiencia no debe de sospechar, porque como bailarina tenemos la obligación de que cuando nos vean bailar sientan lo que nosotros sentimos, tenemos ese arduo trabajo de decir lo sobre lo que trata la canción sin decir una sola palabra, y digo arduo trabajo porque no es fácil transmitir el significado de una canción a la audiencia, ya que no todos son fáciles de enredar, no todos pueden caer con la misma facilidad, como ha dicho la mayoría de la gente: “cada cabeza es un mundo, por lo tanto cada quien piensa diferente”, dicho lo anterior se puede demostrar que así como hay personas que pueden estar interesados o que les gusta ver o admirar un recital de baile, hay personas que no les llama la atención, que no les interesa en lo absoluto, que para ellos es pura basura, y nuestro objetivo es que esas personas que piensan que el arte es basura salgan con una sonrisa del teatro o el lugar en el que fue a vernos.

“El bailarín del futuro será aquel cuyo cuerpo y alma hayan crecido tan armoniosamente juntos, que el lenguaje natural del alma se habrá convertido en el movimiento del cuerpo humano. El bailarín no pertenecerá entonces a nación alguna sino a la humanidad.” [4]

En la vida todos tenemos sueños cuando somos pequeños y en medida que vamos creciendo se van convirtiendo en metas, dichas metas te hacen ver lo que quieres hacer en tu vida y cuán lejos quieres llegar, cuando empiezas a trabajar en esas metas empiezas a recorrer un largo camino para alcanzarlas, y te vas poniendo tus metas a corto plaza, en el camino puedes llegar a toparte con muchos obstáculos, para eso tenemos que aprender a sacarle la vuelta y seguir adelante, ya que si te caes una vez no significa que ya no eres bueno y que tienes que dejar de practicarlo; si te caes te levantas, te sacudes y vuelves a empezar. Cuando te equivocas y te caes, cuando eres bailarín es fácil que todo el tiempo te estén criticando, pero nadie sabe el sacrificio que implica bailar, esquinzarse un tobillo, estar horas y horas tratando de que salgan 4 cuentas coordinadas. Detrás de un bailarín hay un adolescente perdido por cumplir un sueño, perdemos novios/as y amigos/as, también perdemos momentos familiares y salidas; días, semanas o meses enteros haciendo ensayos, tratando de que la coreografía asignada sea digna de nuestro agrado y del agrado de la maestra. Dejamos el alma todos los días para mejorar y superarnos, cada vez que estamos en el salón de clase y repetimos la misma cuenta y la misma coreografía, así sea mil veces siempre buscamos mejorar en lo que hacemos, pero la gente no ve eso, solo se fija que bailamos en un escenario lleno de luces y vestuarios llamativos, cuando detrás de eso hay más que solo un bonito rostro y gente moviéndose, si nos ponemos a pensar el sacrificio sería 3 veces más pesado que lo que la gente piensa. He ahí cuando digo que las personas son de mente cerrada, se limitan a ver que va más allá de las cosas, lo que hay detrás de cada paso, de cada canción, porque para cada canción existe un porqué, no es solo porque esté de moda o porque se escucha bonita, cada coreografía tiene su contexto; en si una bailarina no es ella cuando baila, tiene el don de transformarse en la persona que tiene que ser según el contexto de la coreografía, tiene que olvidar quien es en verdad y sentir y escuchar la música, para una bailarina es muy importante el oído, es una de las herramientas más importantes que podemos tener, ya que gracias a él sabemos a qué tiempos entrar, que acentos vamos a hacer y qué persona vamos a interpretar. En mi opinión, una vez que eres bailarina nunca más vuelves a ser un ser humano cualquiera, te conviertes en una persona apasionada, con una sonrisa diferente, con los pies llenos de callos, con una postura elegante y con alas en lugar de brazos, también me atrevo a decir que cuando eres bailarina cambias salidas por ensayos, el estilo por el sudor en todo el cuerpo, noches de fiesta por noches de presentación, ropa de moda que todas las chicas usan por vestuarios costosos que no sabes si volverás a usar, pero al final de cuentas no importa todo lo que hemos tenido que dejar atrás por el simple hecho de obtener el gran amor y satisfacción de dar lo mejor de una persona en el escenario. Los bailarines son las personas más dinámicas y llenas de valor sobre la faz de la tierra, ya que tienen que lidiar con más rechazos en un año que lo que la mayoría de las personas en toda su vida, cada día se enfrentan al reto financiero de vivir con trabajos temporales, con la falta de respeto de la gente que creen que deben obtener trabajos “reales”, y su propio miedo de no volver a trabajar nunca más. Cada día tiene que ignorar la posibilidad de que esa visión, meta o sueño a la que han dedicado toda su vida es un sueño muy lejano, con cada año que pasa, muchos de ellos miran, mientras las otras personas de su edad obtienen los valores de una vida “normal”, el coche, la familia, los amigos, las fiestas; sin embargo ellos se mantienen aferrados a un sueño sin importar los sacrificios, y he aquí la pregunta que la mayoría de la gente no logra entender, ¿Por qué? Porque ellos están dispuestos a dar su vida entera por momento, a aquella línea, gesto, sonrisa, o interpretación que le robe el alma al público. Los bailarines son personas que han probado el sabor de la vida en ese momento detenido en el tiempo, es como si por un segundo, por un pequeño instante se detuviera y fuéramos dueños de él, cuando entregan su espíritu creativo y tocan el corazón de alguien más, en ese instante, estuvieron más cerca de la magia y la perfección de lo que nadie más pudo estar, y en sus corazones saben que dedicarse a ese momento vale mil vidas más. 
Pero quién dijo que bailar solo traía emociones de libertad al ser humano, si los estudios realizados por el Colegio de Medicina de Albert Einstein de la ciudad de Nueva York revelan que el baile disminuye el riesgo de demencia senil más que cualquier otra actividad física y más que resolver crucigramas. Bailar en grupo o en pareja estrecha los lazos sociales, y aprender pasos mejora la capacidad intelectual, así como también se ha demostrado que al bailar desarrollas la coordinación y te obliga a usar los dos hemisferios del cerebro, por lo que hace que ambos hemisferios estén desarrollados de manera igualitaria; por otro lado, cuando aprendes una coreografía, tienes que memorizar tiempos, acentos, melodías, pasos y demás, por lo tanto esto hace que mejores tu capacidad de retener las cosas, hace que tengas una mejor memoria, además que te ayuda a ser organizado en tus tiempos y con las cosas que tienes que hacer durante tu día.

        “Billy, ¿Y tú que sientes cuando bailas?... -Siento como electricidad, si, como electricidad” [5]

Esta frase, cada vez que la escucho me pone a pensar en qué siento yo cuando bailo, por qué bailo, para qué o para quién bailo, y la verdad es que cuando bailo, ya sea en un salón de clases o en un escenario me siento libre, me siento con la libertad de ser o de sacar a mi verdadera yo, porque es el único espacio en el que yo estoy segura, en el que sé que puedo dejar de fingir una falsa sonrisa que a veces tengo para disfrazar todo lo que atormenta soy libre de ser quien yo quiero, soy libre de elegir qué paso va después o antes, a qué tiempos los haré y todo gracias a que nadie juzgará mi trabajo, porque es mío; sin embargo, siempre habrá  personas que solo querrán ayudarte y verte crecer en lo que haces, y para eso estarán, para ayudarte y guiarte, pero no pueden elegir por ti, eres tu quien pone tus limites, quien hace que lo imposible se convierta en posible. Hay personas que sienten tanto la música que al bailarla todas sus emociones están ahí concentradas en ese tiempo, en ese conjunto de movimientos, que al momento de subir al escenario se convierten en personas que no son, me atrevería a decir que yo soy una de esas personas, y más cuando me gusta la música, cuando una historia detrás de todo lo que estas bailando te da más de mil razones para continuar, para por darte por vencido, porque al poner un pie en el escenario te transformas en la persona que vivió esa historia, empiezas a sentir un cosquilleo en el estómago, tus manos empiezan a sudar y de un segundo a otro empieza la música, tu mente esta tan acostumbrada a ella que al momento de escucharla es de manera automática que empieza a sentir el ritmo, esa dichosa electricidad va recorriendo desde la punta de tus pies hasta el último y más delgado cabello que tienes pegado en la cabeza. El subir a un escenario puede ser lo más aterrador que puede haber en la tierra, por otro lado puede ser la cosa más maravillosa de todo el mundo, todo depende de cómo lo veamos, por ejemplo, a una bailarina que apenas va empezando y si es su primera vez arriba de un escenario, va a estar nerviosa y aterrada ya que lo vera muy grande, sin embargo si ponemos a una bailarina que ya es costumbre estar arriba de escenarios y que los maneja muy bien, pues si puede que le den nervios, pero solo al principio, ya después se siente como si estuviera bailando entre un colchón de nubes. Te sientes tan especial en ese momento, como si todos tuvieran sus ojos en ti, solo tú, nadie más existe más que tú, no hay nadie más importante en ese momento si no eres tú, cada movimiento es importante, es como si tuvieras ese poder de captar su atención con solo levantar una pierna, es algo tan maravilloso y es ahí cuando dices que todo el dolor, los regaños, las lágrimas, el sudor gastado y cansancio valieron la pena.
“No bailes para la audiencia, baila para ti.” [6] Dicho por el gran coreógrafo, actor, director y cantante Bob Fosse.
Bob Fosse fue uno de los grandes coreógrafos de la historia del cine y la comedia musical de Broadway. Debutó en el teatro como bailarín y coreógrafo, además actuó en algunas películas. En 1972 estrenó el famoso musical Cabaret, con el cual logró ganar el Oscar al mejor director y demostró su increíble talento para crear números musicales. También dirigió Empieza el espectáculo (All that jazz) en 1979, una especie de autobiografía en la cual analiza la figura de un coreógrafo obsesionado con la muerte. Fosse se despidió del cine con un gran fracaso, Star 80 en 1983, la cual hablaba de la muerte trágica muerte de una de las más famosas chicas de playboy, Dorothy Stratten. Sus coreografías se destacaban por contar con técnicas estilísticas, como el cruce de tobillos, el movimiento de cadera, los golpes de cadera, el balanceo de los hombros y las posturas inclinadas. A pesar de ser un bailarín no tan dotado y sin formación académica, logró crear un estilo coreográfico personal con influencias del teatro burlesco y del jazz. Tras prepararse para la danza y para la escena, y obtener su primer premio Tony por sus imaginativas secuencias de baile en los musicales de Pajama Game y Damn Yankees.
                Este coreógrafo, como ya antes lo mencioné, era grande por sus grandes ideas, porque confiaba en su trabajo, porque a pesar de todas las caídas y de todos los fracasos siguió intentando y aunque no tenía una preparación  profesional había algo que le decía que si era su sueño luchara por alcanzarlo y no se dio por vencido, siguió soñando, lo más bien como una meta que tenía que alcanzar, de este personaje me llevo el aprendizaje de la locura, de la pasión de nunca rendirme, que por más que me digan que no yo tengo que encontrar un sí, tengo que confiar en lo que hago y que lo hago por mí y para mí, no para nadie más, si bailo es porque a mí me gusta y porque es lo que a mi llena hacer, nadie me obliga a hacerlo, es solo una pasión que mucha gente no entiende, y que por fortuna o desgracia cuando logras visualizar  un sueño que implique eso que te apasiona, haces de todo para poder alcanzarlo, tienes en la mente una idea y de ahí no te pueden sacar, eso es llegar a la locura por algo, amarlo y darlo todo por verlo crecer.

“La gente me ha preguntado a veces por qué elegí ser bailarina, yo no lo elegí, fui elegida para ser bailarina y eso es algo que no puedes eludir, cuando algún joven estudiante me pregunta sí creo que debe ser bailarín, siempre le contesto: “Si tienes que preguntarlo, la respuesta es no”. Solo cuando existe una forma de hacer que tu vida y la de los demás sea más intensa, deberá emprenderse esta carrera. Y entonces conocerás los prodigios del cuerpo humano, pues no hay nada más prodigioso. Cuando vuelvas a mirarte al espejo, fíjate bien en el ángulo de las orejas en la cabeza, observa la forma del nacimiento del pelo, piensa en todos los huesitos de tu muñeca, es un milagro, y la danza es la celebración de ese milagro.”[7]

Desde el momento en el que te conciben ya tienes un motivo por el cual viniste al mundo, aunque tú no pediste venir al mundo te mandaron porque tienes una responsabilidad aquí, cuando naces tus padres te dan un nombre, el doctor les informa si está bien o si tiene alguna enfermedad, en mi caso nací de 8 meses y nací con tobillos de cristal, los doctores pronosticaron que en mi vida no iba a poder hacer ningún deporte, estaría centrada a mis estudios y que no podría practicar ningún deporte. Dos años después de mi nacimiento, mi maestra del kínder me lastima un codo, lo que hizo fue tirar de mi brazo, dejándome lesionada, el doctor dijo que era una lesión muy común en los niños pequeños llamado codo de niñera, esta se da por tener los huesos muy sensibles, tiernitos, por lo cual, un mal movimiento puede causar una lesión, no es tan grave, pero si tienes que tener meses de reposo. Al año siguiente, mi madre provoca lo mismo en mi otro brazo, dejándome lesionada por segunda ocasión, gracias a esto el traumatólogo me aconseja que no haga ejercicio, que no es saludable y que mi cuerpo no reaccionaria bien. Sin embargo, al cursar mis 4 años, mi amor por el baile empieza a salir a la luz, empecé a querer bailar y me di cuenta que es lo que quería hacer por el resto de mi vida, me metieron a ballet, mi primera clase fue algo maravilloso, me di cuenta que con mi cuerpo podía hacer cosas inimaginables,  eran posiciones exactas, pasos largos y melodías celestiales. Después tuve que dejar el baile para entrar a gimnasia, era disciplina, elasticidad, control del cuerpo y ritmo, en gimnasia aprendí a cómo mantener mi cuerpo en  perfecto control, dos años después mi mamá me metió a clases de baile en una academia, ahí me enseñaron técnica y a sonreír en cuanto piso el escenario, dejé de bailar por dos años, me dediqué a mis estudios, pero no me fue del todo bien. Después ingrese a la academia donde estoy en la actualidad, ingrese porque a mi mamá le habían platicado de ella y como a ella siempre le había gustado la idea que bailara, pues siempre me apoyaba en todo lo que hacía, me alentaba a seguir adelante con lo que yo amaba hacer. Todo se complicó cuando mis tobillos empezaron a fallar, un día por un mal paso que di se me torció el tobillo, ahí fue cuando me hice un esquince de segundo grado, tuve que reposar por más de 4 meses, dejando tirada sin poder bailar, cuando me mejore regresé a bailar, por unos meses estuve bien, hasta haciendo una de tantas acrobacias que hago me torcí el otro tobillo dejándome con un esquince de tercer grado, por segunda vez deje de bailar y no pude salir en el festival de ese año. Mis rodillas también han sido un gran obstáculo para mí con respecto al baile, he estado a punto de dejar para siempre la danza porque las lesiones en mis rodillas son graves, no es algo fácil de tratar y se requiere de un reposo largo para que puedan sanar de manera completa, pero soy tan terca que no importa, he llegado a un punto donde ya se me hizo algo común que me duela, pero yo sé que no está bien y que algún día mi cuerpo me va a cobrar facturas de todo lo que le estoy exigiendo ahorita de joven.

“Me convierto en las estrellas y en la luna, me convierto en el amante y en el amado, me convierto en el vencedor y en el vencido, me convierto en el amo y en el esclavo, me convierto en el cantante y en la canción, me convierto en el conocedor y en el conocido, sigo bailando… Luego queda la eterna danza de la creación, el creador y la creación emergen en un todo de goce, sigo bailando… y bailando… y bailando, hasta que sólo queda… la danza.”[8]
      
Es difícil cuando personas cercanas a ti te dicen que lo que haces está mal y no ven el sentido por el cual lo haces, no encuentran el por qué te gusta, no saben cómo te hace sentir y cuando te critican llegan a herir tus sentimientos tan profundo que te dejan marcado.
          Tal es mi caso con mi papá, es cierto que para un padre siempre serás su orgullo y siempre querrán lo mejor para nosotros, pero que pasa cuando  un padre trabaja para darle de todo a sus hijos, lo que sucede en esos casos es que ellos están preocupados por darnos todo, trabajan todo el día para que al final del día haya comida sobre nuestra mesa, y eso se los agradecemos mucho, están metidos todo el día dentro de una oficina para que cuando les llegue su pago puedan satisfacer todas nuestra necesidades y caprichos, pero en ocasiones no se dan cuenta que a nosotros sus hijos nos falta algo más que solo vestimenta, calzado y comida, nos faltan ellos, nos falta que se tomen un tiempo para que podamos platicar. Para mí, y creo que para toda niña, mi papa es mi héroe, es mi primer amor, es el que seguiría hasta el fin del mundo y el que me gustaría que fuera eterno; sin embargo, él ha sido una de las personas que siempre me ha cuestionado sobre el baile, aún recuerdo cuando me dijo: “¿Y el baile te va dar de comer cuando estés grande? ¿De eso vas a vivir?” fue cuando me di cuenta que a él no le gustaba la idea de que bailara; desde que tengo memoria, mi papá sólo lleva de uno a dos años yendo a mis presentaciones, porque cuando yo estaba pequeña la única que iba a verme era mi mamá y la única que me alentaba a no dejar el baile era mi mamá, y en estos momentos es mi mamá la que me ayuda a salir adelante con todo esto, mi papá no sabe lo que es ir a una competencia conmigo, lo que es levantarse a las 5:30 de la mañana para tiempo después levantarme a mí para prepararme y ayudarme con mis cosas para poder irme a los cursos y terminar esperándome en una sala llena de niños y jóvenes, con maestros y maestras, tener que encontrarme entre la multitud, tener que ir a comprarme de cenar algo ligero porque no puedo comer cosas pesadas, ir a la habitación, cenar y volver a una sala o a un pasillo a ensayar, dormir a las 11 o 12 de la noche y al siguiente día tener que levantarte otra vez a las 5:30, porque me tienen que peinar y mi pelo tiene que estar secado, tener que preparar vestuarios, maquillaje, zapatillas, etc. Llegar al teatro a las 8 de la mañana, ver doscientos cinco números diferentes, esperar de 3 a 4 premiaciones y luego participar tú, salir de ese teatro a la 1:30 de la madrugada y todavía llegar a buscar algún puesto abierto para cenar, ayudarme a quitarme el maquillaje y el peinado. Son tantas cosas que involucran saber sobre mi vida y lo atareada que es, y me duele saber que mi papá no tiene la mínima idea de eso, que a veces ni siquiera le interesa, lo peor de todo es que yo me desvivo para que él se dé cuenta que puedo llegar a alcanzar el ideal de hija que él me tiene por tarea, no alcanza a ver que para mí es muy difícil llegar a ser esa hija que él quiere, que no es fácil llevar dos trabajos a la vez, que me es complicado sacar unas calificaciones altas y cumplir en mi academia, que en todo el día, al igual que él, no piso la casa, que también llego cansada y con la cabeza llena de ideas, que a veces pierdo muchas cosas que las jóvenes de mi edad hacen. Yo me esmero cada día para ver que él está satisfecho con lo que hago, pero él nunca me dice una sola palabra, a mí me gustaría algún día escuchar que está orgulloso de mi y que confía en que algún día voy a llegar lejos en lo que hago, que él me tiene fe y que nunca me dejara sola, pero cuando llego a casa lo único que escucho son regaños y más exigencias, de algún modo esto me pone a pensar, pero llega el fin de semana y cuando quiero salir y le pido permiso, su repuesta es un no, es ahí cuando me cuestiono en que le he fallado para que me niegue las cosas, para que no me apoye, para que no confíe en mí, porque al no confiar en mí me lastima, porque a él no le importa mi arte, no le interesa lo que bailo, nunca le ha interesado.

“Hay una diferencia cuando estas bailando con la música que amas, cuando hay un encuentro entre la música y el bailarín que se fusionan en uno, esas son las experiencias por las cuales vivimos.”[9]

La diferencia entre la música que tu elegiste bailar y que te gusta, y la que te ponen y no es de tu agrado, es que al momento de interpretarla no la haces tuya, la dejas ahí, solo la memorizas y la haces por compromisos, se llega a ver muy robotizada, sin chiste, y ese no es el propósito de una bailarina, por eso casi siempre cuando haces un solo o un dúo, te dicen que elijas la canción que más te guste, la canción que tu sientas, porque para bailar algo tienes que estar  en sintonía con  la música, tienes que familiarizarte, memorizarte sus armonías, la letra, los acentos, todo, es algo indispensable para una bailarina eso, que cuando este bailando escuche la música y la sienta, cuando la bailarina empiece a interpretar y a sentir la canción todo lo demás saldrá sobrando, ya no importará, dentro del salón de baile solo serán ella, la canción y sus zapatillas, por eso es que cuando están arriba del escenario se ven tan ligeras y tan estéticas, porque se han familiarizado tanto con esa música, con esa coreografía que ya su cuerpo lo hace de manera inconsciente, lo hace en automático, ya lo único que le queda es disfrutar y dejarse llevar por la dulce melodía de la canción.
Para bailar necesitas tener un estado de ánimo o de plano estar confundido, porque lo que hace es que cuando empiezas a bailar tu estomago empieza a funcionar como una licuadora, mezcla y tritura todos tu sentimientos haciendo que salgan mediante fuerza, proyección, control, puntas, brazos, apretar el abdomen, etc. todo lo que le exigen a una bailarina. Una experiencia propia es cuando hice mi primer solo, no sabía qué tipo de baile quería bailar, me sentía confundida y aterrorizada por el hecho que estaría parada yo sola en el escenario, no habría a quien voltear a ver para poder seguirla, solo era yo, todos los ojos estarían postrados en mí, no habría otra alma en el escenario, era yo, la música y mi alma, tres elementos fundamentales para captar la atención, por lo tanto la canción que debía de elegir tenía que encantarme, fascinarme, tendría que amarla, tanto como para escucharla mil veces y no hartarme, seguir amándola con todas mis fuerzas, pero también tenía que tener un significado especial, algo que quisiera decir, un mensaje oculto en mi coreografía, que la audiencia quisiera ver más de lo que les presenté.

“Tienes que amar la danza para no dejarla porque la danza no queda plasmada en algo material, no hay manuscritos que almacenar, no hay pinturas que mostrar en muros y que puedan ser colgados en museos, no hay poemas para imprimirse y ser vendidos, sólo queda ese fugaz momento en el que te sientes vivo.”[10]

Para hacer algo tienes que amarlo, porque si no amas lo que haces no disfrutas el tiempo que le dedicas, hay personas que aún no saben cuál es fuerte, que les puede tomar mucho tiempo en descubrir cuál es su verdadera profesión, que es lo que quieren hacer; por otro lado, hay otras personas que en el momento en que escuchan la música saben que quieren tocar algún instrumento, o quieren cantar o ser bailarines, también se da en alguna materia, mi caso es con mi hermano, yo soy muy activa, no puedo quedarme sentada, no puedo estar sin hacer algo, porque en cuestión de tiempo llego a desesperarme y me bloqueo; en cambio, mi hermano es muy tranquilo, tiende a permanecer en un mismo lugar por horas, tiene mucha paciencia, su pasión es dibujar, tengo que admitir que dibuja de maravilla, para mí el dibujo se me hace algo imposible, la verdad no logro entender su técnica o sus secretos, nunca me ha salido el dibujar, pero para mi hermano se ve tan sencillo que lo hace a diario y casi siempre tiene una nueva obra que mostrar, también me enorgullece decir que en la escuela él va muy bien, lleva primer lugar y no batalla con las materias, y menos con matemáticas, materia con la que yo siempre batalle, nunca ha sido mi fuerte y para sacar buenas calificaciones necesito esmerarme en estudiar y aislarme de todo el mundo para poder concentrarme; mi hermano no necesita hacer eso, ya que con lo que escucho y le enseñaron en clase es más que suficiente para que en los parciales logre sacar una calificación perfecta.
“En la danza, emoción y técnica son importantes; el punto es encontrar el equilibrio perfecto. Un bailarín con mucha emoción y poca técnica es como un poeta con mucha emoción y un léxico pobre. La técnica es la herramienta que te va a ayudar a expresar lo que tu espíritu siente. Practica para dominar la técnica, pero no te quedes en eso, a riesgo de volverte cuadrado y frío. Una vez que tu cuerpo asimile los movimientos ya no pienses en la técnica, sólo siente. La danza es una experiencia liberadora cuando dejas fluir lo que sientes; usa la técnica como una herramienta y nunca te olvides de sentir.” [11]

Es fácil decir que bailamos, pero en realidad no bailan, se mueven al compás de la música, bailar en si es el arte de poder expresar lo que sientes sin necesidad de decir una sola palabra, de hecho hay una frase que en lo personal me gusta mucho que dice:
 “Si podría decirte lo que siente, no valdría la pena bailarlo.”[12]
Esto quiere decir que cuando una bailarina baila es porque tiene la necesidad de decir algo mediante los movimientos de su cuerpo, que a pesar de que tiene su boca para hablar y poder expresar lo que siente, ella prefiere quedarse callada y al subir al escenario dar todo de ella, haciendo que la audiencia empiece a ver y a sentir lo que ella trata de decirles sin necesidad de abrir la boca; se dice que al igual que un poeta, para bailar necesitas estar enamorado o tener el corazón roto, eso es mentira, no bailas porque tienes el corazón roto, o bueno si, pero no sólo existen esos dos estados de ánimo, también existe el sentirse sola o incomprensible, incluso confundida, otra cosa que también se dice es que cuando estas confundido lo mejor que puedes hacer es bailar, ya que al momento en que bailas te olvidas de todo y ayuda a poner en claro lo que sientes, en ocasiones y casi muy seguido me pasa que cuando tengo un problema o que no sé qué hacer con algo recurro al baile, ya que este me ayuda a tomar decisiones importantes y de manera rápida, me ayuda a poner mis pensamientos en orden, la verdad no sé qué haría si no bailara, para mí el baile es lo mejor que puede haber en la vida y creo que aunque algunas personas consideran que el baile es pérdida de tiempo, no es así, no puedes juzgar algo que no has intentado solo porque te da miedo a lo que la gente piense de ti o porque se ha dicho miles de veces que esto de la danza es solo para mujeres, digo esto porque la mayoría de las veces los que hacen comentarios negativos sobre el baile son hombres y ellos nunca saben si uno de sus hijos, en un futuro, les gustará bailar.

“Pensar es el peor error que un bailarín puede cometer. No hay que pensar, hay que sentir.”[13]

He aquí una frase tan simple y tan fácil que comprender que no necesita de explicaciones, el bailar no se piensa, se siente y se hace, cuando un bailarín piensa de más suelen quedarse bloqueados, ya que es algo que su mente no logra asimilar, pero quien dice que tiene que ser asimilado del todo por la mente, no hay necesidad de eso cuando una vez que memorices la coreografía ya de lo único que te tienes que encargar es de disfrutar la música, es de disfrutar ese pequeño y mágico momento en el escenario, que  no se podrá quedar grabado. Sólo tienes que vivir ese momento.



[1] http://edgarno.com/986943_Frases-sobre-danza.html Como dijo Ted Shawn.
[2] http://edgarno.com/986943_Frases-sobre-danza.html Rafael Zamarripa Castañeda.
[3] http://edgarno.com/986943_Frases-sobre-danza.html  Rudolf Nureyev
[4] https://paziondedanzaoriental,wordpress.com/2013/09/20/cuando-las-frases-se-convierten-en-la-expresion-del-movimiento/ Como dijo Isadora Duncan.
[5] http://www.elseptimoarte.net/foro/index.php?topic=14639.0. Frase utilizada en la película de Billy Eliot producida por el director Stephen Daldry en el año 2000.
[6] https://www.google.com.mx/search?q=bob+fosse+frases&biw=1366&bih=667&tbm=isch&imgil=EimWs2WarapNqM%253A%253BqHTIZAAOM-BS_M%253Bhttps%25253A%25252F%25252Fwww.pinterest.com%25252Fexplore%25252Fbob-fosse%25252F&source=iu&pf=m&fir=EimWs2WarapNqM%253A%252CqHTIZAAOM-BS_M%252C_&usg=__sWn8GdYciT1eD1KpzY1nRL3xaOk%3D&dpr=1&ved=0ahUKEwiCzMeMtJnLAhWmlYMKHaRiABwQyjcIPw&ei=xVrSVsLVJaarjgSkxYHgAQ#imgrc=EimWs2WarapNqM%3A
[7] http://edgarno.com/986943_Frases-sobre-danza.html Dicho por Martha Graham.
[8] http://edgarno.com/986943_Frases-sobre-danza.html Dicho por Michael Jackson
[9] http://edgarno.com/986943_Frases-sobre-danza.html Dicho por Alicia Alonso.
[10] Merce Cunningham, bailarín de ballet y coreógrafo.
[11] Sara Helga https://pasiondanzaoriental.wordpress.com/2013/09/20/cuando-las-frases-se-convierten-en-la-expresion-del-movimiento/
[12] Isadora Duncan, bailarina http://edgarno.com/986943_Frases-sobre-danza.html
[13] http://edgarno.com/986943_Frases-sobre-danza.html Dicho por Michael Jackson.

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